Ocho Mujeres

Jane

-¿Cómo ha ido? -Le pregunté a Marcus una vez se había subido al coche.

-Supongo que los dos hemos dicho lo que pensábamos. -Marcus me miró y yo me encogí de hombros.

-Seguro que todo esto acaba saliendo bien, ya lo verás.

-Estoy seguro.

Los días siguientes fueron clave para toda esta historia. Zoe habló con su hermana, le contó todo lo que había pasado, el motivo por el cual se había encerrado en casa. Su hermana la entendió, como era de esperar. Fueron ambas hermanas juntas las que se enfrentaron a sus padres. Una tarde cualquiera se sentaron en su salón por última vez los cuatro juntos para enfrentarse a la verdad. Zoe y Stacy tuvieron que superar casi un año de juicios y preguntas. Al parecer, no habían sido las únicas. Carly Evans se presentó el día del juicio y con ellas empezó todo. Dana, Harper, Laila y Nora... Todas ellas habían sido víctimas de aquella manada, de aquellas personas desalmadas. Nora ni siquiera pudo ver que se hacía justicia. Con quince años se había quitado la vida tras lo sucedido. Por ella hicieron justicia. Austin Maxwell, Peter Shelch y Andrew Morgan acabaron en prisión. Sus vidas habían terminado. Zoe pudo irse a vivir con su hermana sin dejar que ésta cumpliera su sueño en la universidad. Charlotte y ella tuvieron que vivir su relación con algo de distancia de por medio pero eso no era problema. Zoe consiguió poco a poco volver a tener una vida normal, retomar sus estudios y coger a Charlotte de la mano por las calles. Vivieron un romance increíble y con los años compartieron una pequeña casa cerca de la madre de Charlotte. Marcus acabó yendo a buscar a Stacy pero no encontró lo que esperaba. Stacy estaba sacando unas maletas de su casa cuando la encontró.

-Hola.

-Hola. -Marcus miró las maletas.- ¿Te... te vas?

-Sí, no puedo seguir estando aquí. Tengo demasiados recuerdos, además, es hora de que madure y me dedique a lo que realmente me apasione.

-Vaya...

-Marcus, lo nuestro fue... fue de otro mundo. -Dijo sonriendo.- Pero aunque tú pudieras, yo no estoy preparada.

-Lo entiendo.

-Tal vez el destino nos vuelva a juntar.

-Tal vez.

Y así fue. Años después ambos se reencontraron en Nueva York. Stacy se había vuelto una gran empresaria y Marcus iba con su hija de la mano. Ambos tomaron caminos distintos pero sonrieron al verse y pasaron un gran rato juntos.

En cuanto a mí... Acabé denunciando a mi padre por los delitos que cometía con menores. No fue fácil pero al final consiguieron pruebas suficientes para meterle en la cárcel. Fui al médico, curé todas las heridas que me había causado por las vendas y conseguí, con el tiempo, llevar un bikini delante de toda una playa. Volví a ser quien era, recuperé mi vida. Al igual que Stacy, Zoe, Carly, Dana, Laila y Harper, que consiguieron seguir con sus vidas con un pasado muy duro a sus espaldas. Todas ellas lucharon por todas las mujeres que habían pasado por algo así. Unieron sus fuerzas y acabaron con toda esa maldad e injusticia. Por el recuerdo de Nora y de todas las mujeres que habían sido víctimas de violencia de género. Por todas ellas y porque no hubiera ninguna más.