La mujer con dulce voz me saludo aunque no como corresponde, sus rulos bailaban al son del viento, que nisiquiera me puse a comprender que es lo que ellá estaba haciendo al acercarse a mi.
—¡Qué insolente!—Grito una de las damas de aposento colocandose frente a mi y quitandole la mano a aquella mujer.
—Perdón, no queria llamarla pero no sabia como decirle.—agacho la cabeza con tanta vergüenza.
—Lady Eun-Ji es la reina, cuida tus modales.
—Soy Nae-Yeon.
—¿La mujer esa?—pregunte aturdida.
—¿Eh?—Me miro atonita—Pero ¡Qué alegria conocerla!, he querido saludarla, pero no sabia cuando hacerlo.
—¿Saludarme?
—Bueno, vamos a vernos más seguido así que corresponde una presentación. ¿Entonces como deberia decirle su majestad?
—Dime sumajestad, es todo.—doy media vuelta para retirarme.
—No... espere.
Parecia confundida, seguramente iba a creer que nos llevariamos de maravilla después de todo lo que se hablo y se hablara por su presencia.
—¡Qué informalidad, esta roñosa!—La dama de aposento la siguio mirando con tanta hostilidad, como si fuera una abominación.
—¿Disculpe?—fruncio el ceño.
No me sentia capáz de hablar con ella, asi que me retire dandole la espalda y dirigiendome con la modista ya que como se viene la ceremonia de fin de año necesito estar un tanto presentable para las visitas.
—Para la ceremonia de año nuevo, hemos trabajado mucho con organza, crepe de china y seda. Tambien queremos incluir algo particular de cada invitado. Así que pensamos en un estampado de flores nativas de cada miembro de su pais.
—¿Cuantos vestidos son?—pregunto por curiosidad.
—Cien, majestad.
—¿Y sombreros?
—Treinta y seis.
—¿Pares de zapatos?
—Cincuenta.
—¿No cree que son demaciados?—Exclame aturdida.—¿No podemos intentar economizar?
—Fue una orden directa del gobierno, debe causar una buena impresión de Corea.
—Lo siento, pero no voy a estar presumiendo vestidos cuando los pueblos más austeros se matan por conseguir una moneda para sustento.
—¿Como dice majestad?—cuestiono sorprendida la modista.
—Ordeno que al menos una mayor parte de los vestidos sean anulados y que el dinero de cada uno sea útilizado para despensas y las entreguen a los pueblos de bajos recursos, porfavor.
—P-pero majestad.
—Por favor.—insistí de manera directa.
Por la tarde decidí descanzar un poco. Tanto trabajo me debilita pero estoy más que complacida por ayudar a quienes lo necesitan.
Decidí dormir algunos minutos antes de la cena, me duelen los pies y que mejor que concluir el día con un buen baño caliente.
Nisiquiera habia durado tanto tiempo en descanzo cuando uno de los chaperones me comunico que Taeh solicitaba mi presencia en su despacho.
—¿Me llamaste?—pregunte una vez que los chaperones nos dejaron a solas.
—Eun-Ji, me dijeron que una de tús damas de compañia le falto al respeto a Nae-Yeon, ¿Era realmente necesario?
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Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©
Fanfiction"Así, justo me habia imaginado el sabor de tus labios"