Capítulo cuarenta y tres

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Eun-Ji

Tan pronto como recobre la conciencia, me sentia ligera. Mientras tanteaba con mis manos, escuche una risa y abrí los ojos.

Cuando levante la vista, vi a Jungkook mirándome y riendose.

—Esposa, ¿Dormiste bien?

Ayer...

Ante la balancha de recuerdos que vinieron a mi mente enterré mi cara en su pecho. Aunque creo que me dormí al amanecer, no recuerdo bien los detalles.

Pero cuando me desperté, estaba sobre el brazo de Jungkook y apoyando mi cara en su pecho, ambos desnudos debajo de las sabanas.

No nos sentiamos pegajosos.

—¿Me lavaste?

Cuando le pregunté torpemente, Jungkook mordió ligeramente el lóbulo de mi oreja.

—¿No lo recuerdas?

Sintiendome avergonzada, abracé su espalda con fuerza y escondí mi rostro. Mientras tanto no paraba de morderme la oreja y comenzó a descender por mi cuello.

Luego, beso mi clavicula de forma natural sintiendo el frio metal de su piercing.

—Eun-Ji.

Me sorprendí bastante cuando me llamo por mi nombre, era la primera vez que lo hacia.

Naturalmente comenzo a mover sus labios hacia abajo de mi clavicula. Sus suaves besos que recorrian mi piel eran maravillosos.

Pero...

—Ya amanecio.

Debia salir ahora a bañarme, tenia que prepararme para la segunda recepción que ahora era con solo la familia.

No podia quedarme en cama por mucho más tiempo.

Mientras empujaba su frente para separarlo, Jungkook froto su rostro sobre mi palma y beso mi muñeca.

—Jungkook, ahora no.

Después de insistirle, finalmente se hizo a un lado con una expresión de arrepentimiento.

¿Por qué no se ve cansado... después de esforzarce tanto anoche?

¿Sera porque tiene buena resistencia fisica?

Eché un vistazo a su perfil. Su perfil que me hizo exclamar de admiración cuando nos conocimos, se veia aún más hermoso ahora que estaba recostado.

Cuando extendí mi mano para tocar sus labios y la parte superior de su naríz, Jungkook sonrió de nuevo, besandome la muñeca y la palma de la mano.

Después de pasar mi mano por sus mejillas unas cuantas veces, inconscientemente, pronuncié algunas palabras desde el fondo de mi corazón.

—Ojalá pueda tener un bebé esta vez.

Quiero tener un bebé, nunca he sentido la maternidad, el poder amar a un hijo propio. Y también para darle a Jungkook un heredero.

Para los emperadores el sucesor es muy importante. No solo por la estabilidad del país, sino también porque si la linea de sucesión se torcía, cualquiera podria tomar el trono sorpresivamente.

—Nuestro bebé sera realmente encantador si se parece a ti.—Dijo con tanta emoción.

Sonreí y respondí.

—Me gustaria que se pareciera a ti.

Sin embargo, un leve sentimiento de inquietud surgió en mi interior.

Taehyung habia dicho que nunca podia tener un bebé. Por supuesto, pensaba que era una tonteria, pero ahora estaba preocupada.

¿Y si es cierto?

Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora