Capítulo cuarenta

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Eun-Ji

El día habia llegado.

Las damas de compañia que Jungkook me habia proporcionado comenzaron a abrir las cortinas de la ventana mientras me encontraba sentada al borde de la cama.

El rayo de soy ilumino la habitación tan pronto.

Me acerque al borde de la ventana para encontrarme con una gran multitud de personas fuera del palacio, esperando que salga mi carruaje rumbo a la abadia donde serian los votos matrimoniales.

Me convertire en la reina de este nuevo imperio.

—Mirese en el espejo, su majestad. Es usted muy hermosa.

Kanao exclamo emocionada.

Volví a mis sentidos y me mire en el espejo. No queria hacer el ridiculo como Nae-Yeon.

Me senti sorprendentemente satisfecha de como lucia con mi vestido de novia. Era sencillo pero asombrosamente glamuroso. Aunque me lo habia probado anoche, era aún más increible ahora que lo llevaba puesto con el cabello y maquillaje arreglados.

—¡Qué hermosa!—Añadio otra dama.—Su imagen debería ser retratada.

—Gracias a todas.

Aunque mis damas de compañia admiraban el hermoso vestido, afortunadamente Jungkook se autoproclamaria emperador.

Antes de que empezara la boda todos los invitados distinguidos y nobles ya estaban reunidos en la abadía, mientras yo esperaba en una pequeña habitación preparada de antemano para esperar el carruaje.

Extrañamente senti un hormigueo en las palmas de mis manos cuando mi abuelo solicito verme antes de la ceremonia.

No creí que fuera a venir.

Ver a otro hombre que no fuera Taehyung, desposando a su nieta.

Suspire con antelación y lo mire profundamente a los ojos. Misma imagen conocida desde que era niña, un hombre hostil de mirada amarga que en su momento fue gentíl y cariñoso con su familia.

—¿Estas segura de tú decisión Eun-ji?

—Te he tenido mucho rencor abuelo, pero también te agradezco por haberme permitido amar a Taehyung.

El hombre no volvio a decír ni una sola palabra y salio tan pronto como se lo ordene.

Jungkook debe estar en la pequeña habitación al otro lado. ¿Estará tan nervioso como yo?

—Su majestad la reina, el carruaje esta listo.—Informo Nam después de algunos segundos.

Asentí y luego salí por la puerta y camine lentamente por el pasillo que da al carruaje. Al otro lado Jungkook también se dirigia por el camino.

Entonces, cuando nuestros ojos se encontraron, sonrio tan brillantemente que resultaba evidente para cualquiera.

La emoción se reflejaba tan claramente en su expresión.

Se veia tan guapo.

Camine y camine continuamente.

El camino de la novia, el camino en el que viví sola sin Jungkook, el camino en el que estuvo Taehyung.

Antes de que surgieran pensamientos amargos, nuestros caminos se unieron en uno solo. Nos sonreimos ligeramente y ambos entramos al carruaje.

Listos para salir con la multitud de gente que llenaba el camino hacia la abadia.

Entonces, nuestros brazos se tocaron naturalmente una vez que bajamos del carruaje. Jungkook tomo mi mano con fuerza en el momento preciso, y antes de entrar a la iglesia saludamos a la multitud que nos aclamaba a las afueras.

Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora