Capítulo treinta y tres

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Eun-Ji

"Mi querida Eun-Ji.

Escuche que con antelación sabias que nos ibamos a divorciar, nisiquiera me atrevo a imaginar cual grande habria sido el shock para ti. Lamento que esto haya ocurrido, pero nunca quise ni trate de engañarte. Como sabes no hemos tenido un bebé durante tantos años de casados y no sabria que podria ocurrir en el futuro.

En medio de esto, se que podras comprender completamente mis sentimientos de no poder dejar de lado al primer hijo de la familia imperial que fue consevido de manera ilegitima.

Es mi culpa por no haberte informado del plan con anticipación y pedir tu comprensión, confia solo en esto. Esta situación solo durara un año, después de eso planeo darte de nuevo tú titulo de emperatriz del reino oriental."

Verlo ahi, molesto. Me hizo recordar aquel tiempo de casados cuando tuvimos aquél malentendido con Jungkook en el jardín tiempo atrás.

Incluso ahora... la situación se vuelve a repetir.

—Es un placer ver a su majestad el emperador Taehyung.—Me reverencio ante él.

Sin decir nada, comienza a acercarse fulminando con la mirada a Jungkook quien parecia ancioso de su presencia, manteniendo una postura firme y preparada como para discutir.

—Rey Jungkook, permitame un tiempo a solas con Eun-Ji.

—Lo lamento, pareces un poco enojado... incluso siendo una petición de su majestad, no puedo dejar a mi esposa al lado de otro hombre y mucho menos si esta enojado.—Responde con una sonrisa victoriosa.

Jungkook parecia disfrutar este momento.

—¿"Otro hombre"?

—Eun-Ji es mi esposa.—Le aclara.

"La emperatriz no es la guia turistica de nadie, es mi esposa."

Taehyung con su paciencia al limite aprieta su mandibula con tanta fuerza marcandola predominantemente.

—Eun-Ji, tengo algo que decirte.—Ignora a Jungkook dirigiendose a mi.

—Lo escucho su majestad.

—Solo nosotros dos.

Me pregunto que quiere decirme ahora, asumo que querra la respuesta a dicha carta mencionada anteriormente.

Si me voy con él ahora, probablemente Jungkook que enfade. Mi lealtad se a permanecido intacta desde que me converti en su esposa. No quiero pasar por las mismas circunstancias que con Taehyung así que tendre que rechazar la petición.

Tomo la mano de Jungkook frente a Tae quién con la mirada perdida observa la acción y trata de no romper la poca paciencia que le queda.

—Me tendra que disculpar, majestad. Si no es un asunto urgente, mi deber es estar con mi esposo.

Lo miro a los ojos una última vez antes de dar media abuelta e irnos.

—¡Eun-Ji....!

Dejandolo ahi parado en medio de todos los bellos rosales que alguna vez fueron nuestros.

Al día siguiente el día de la boda de Taehyung y Nae-Yeon, habia llegado. Esa mujer ha trabajado mucho para convertirse en emperatriz, no sabia leer, ni mucho menos escribir.

Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora