Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©

Capítulo treinta y siete

Taehyung

¿Acaso estoy sientiendo lo mismo que Eun-Ji cuando conocí a Nae-Yeon?

Vine solo a la casa de campo después de culminar la fiesta. Queria ir tras ella una vez que la vi salir de gran salón pero el fue más rapido que yo, y no seria propio salir corriendo frente a todos los invitados.

Suficiente tuve que soportar ver a Nae-Yeon con un vestido horrible y que yo mismo negue que usara días previos a la boda.

A este punto no quiero arrepentirme de mi decisión al convertirla en emperatriz. Pero solo sera un año, solo un año Eun-Ji.... porfavor esperame un año, te doy mi palabra.

No...

Estoy siendo egoista.

Si insisto es por que no quiero que te alejes de mi, pero tampoco quiero retenerte si no es lo que deseas.

Si tan solo retrocediera el tiempo, si tan solo.... hubieramos podido tener un hijo.

Todo hubiera sido diferente.

Crei que pasar algunos días solo en la casa de campo seria ameno para mi, así podia pensar un poco y arrepentirme de mi descaro.

Desgraciadamente no fue así. El primer ministro me envio una carta donde me explicaba que surgio un malentendido entre Eun-Ji y Nae-Yeon, así que regrese tan pronto al palacio para resolverlo.

Una vez que habia llegado, no recibí de buena manera a Nae-Yeon. Se que no debo demostrar mis sentimientos pero Eun-ji camina por mi cabeza en todo momento y me es dificil enfocarme en lo demás

—¿Que sucedio?—pregunto a Nae-Yeon quién se encontraba acostada en la cama y con una expresión enfadada.

—Su majestad, la reina Eun-ji hizo enfadar a la emperatriz diciendo cosas terribles.

—¿Que cosas te dijo?

—Eh...

Nae-Yeon se mostro nerviosa y anciosa al cuestionarla, parecia no decirme la verdad de la situación. Seguramente esperaba otra reacción de mi parte como aquellas otras veces en las que me enfadaba y mandaba a citar a Eun-ji para reprenderla.

—¿No lo recuerdas?

—No majestad, he estado cansada por el embarazo así que no puedo recordar que sucedio. ¿Hablara con la reina para que deje de molestarme?

—No, no voy a decirle nada.

—¿Que?—Muestra sorpresa y desesperación levantandose rapidamente de la cama.—¿Por qué?

—No esperes a que vaya a reclamarle, no lo hare. Ya no quiero más discusiones Nae-Yeon, te prohibo que vuelvas a hablar de ella o siquiera acercarte.

—Creí... —Baja la cabeza al suelo y comienza a sollozar.—Que defenderia a su esposa, majestad.

—No cuando ella fue la causante de todo. Que tengas buenas noches.

Después de hablar con Nae-Yeon decidí dar un paseo por el jardín, ya era de noche y solo se podian escuchar el canto de los grillos así como también el sonido del agua caer por la fuente.

Tomo asiento en una de las bancas más cercanas de ahi, y el frio se vuelve más espeso y helado al estar inerte ahi.

Giro mi rostro al escuchar algunos pasos acercarse, encontrandome con aquel hombre que me hizo ver como un desgraciado frente al sumo sacerdote cuando me divorcie, el hombre que me quito a mi esposa, el hombre al que una vez considere mi amigo.

Considerando todo el malentendido que surgio gracias a Nae-Yeon asumo que vino hacia mi lleno de curiosidad.

—¿Veniste a preguntar por lo que sucedio con Nae-Yeon y Eun-Ji?