Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©

Capítulo nueve

Me dirigía hacia los aposentos del principe para agradecerle dicho obsequio, durante el recorrido Nae-Yeun se encontraba caminando con un hombre misterioso por la sala de artes, nisiquiera me daba curiosidad acercame para escuchar o siquiera saber de quién trataba.

Pero mientras más lejos este esa mujer de mi, es mejor. Evito tener problemas con Taeh, así que mejor procedo seguir mi camino.

Al llegar toco la puerta pero nadie responde, espero algunos segundos pero nadie atiende, doy media vuelta para retirarme pero la puerta se abre.

Estaba apunto de tomarse un baño puesto a que tenia la camisa un poco desabotonada mostrando gran parte de su pecho tonificado. Nisiquiera se por donde mirar cuando le extendí la mano.

—Lo siento, no quise interrumpirle.

—No se preocupe mi reina.—sonrie agradable.—¿Recibio el tiramisu?

—Si, vine agradecerle. ¿De verdad lo hizo usted mismo?

—Si, mi pasatiempo es la cocina. ¿Usted es buena cocinera majestad?—pregunta con disimulo.

—Nunca intente cocinar, así que no debo ser buena.

—Dicen que un buen cocinero y un mal cocinero son la pareja perfecta, así que su majestad y yo hariamos buena pareja.

Jamas escuche un dicho así, o tal vez se lo invento.

—Debo irme Jungkook, no le interrumpo más.

—Mi reina.—sostiene mi brazo con delicadeza.— ¿le gusto mi regalo?

—Fue un regalo lindo, gracias. Creo que ahora entiendo porqué la gente tiene la mala impresión de que es un mujeriego.

—¿Disculpe?—frunse el ceño con tal indiferencia.

—Quizas sea por su calidez y lo atento que es.

—No soy un mujeriego su majestad.—Suelta unas ligeras risas.—Esos son rumores de culpa de mi amigo J-hope el si es un mujeriego.

—¿Se refiere al duque de Busan?

—Si, de hecho su majestad quisiera pedirle un favor. Asegurese de no llamar la atención de mi amigo.

—¿Por qué?

—Todas las mujeres que se relacionan con él acabaron enfrentado un tipo de infortunio, por favor no luzca así de hermosa frente a él.

[...]

Kim Taehyung

Me encontraba frente al espejo acomodandome el traje, quiero darle una buena impresión a Eun-Ji cuando nos encontremos en el carruaje rumbo a la casa de campo.

Debo aclarar que no me siento agusto conmigo mismo ya que últimamente hemos discutido por cosas tan tribiales, me he comportado como un completo imbecil con ella.

Cada que terminamos de discutir me quedo con una amarga sensación puesto a que nunca le habia álzado la voz.

Nuestra comunicación era agradable, afectiva y con cariño. Se que el tener una amante puede ser contraproducente para las personas que me rodean, especialmente Eun-Ji quién es mi esposa.

Pero apesar de ello mi corazón es completamente de ella y si pusiera a ambas en una abalanza quién me pesa más y toma mi atención es Eun-Ji.

Debo hacer que estos días en la casa de campo junto a ella le sean inolvidables, que podamos platicar y hacer las pases.