Capítulo cuarenta y seis

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Taehyung

No he podido dormir bien desde la boda de Eun-Ji y Jungkook. Solo espero que ella recuerde la importancia de nuestro trabajo y deber ante las leyes de la familia y regrese a donde pertenece.

Pero se también que es una mujer complicada. Se notaba tanta sinceridad en sus palabras cuando tuvimos esa última conversación.

Estoy esperanzado a que volvera tan pronto cuando Jungkook haga algo que la desilucione.

Una de las ventajas podria ser su infertilidad, el imperio occidental necesita un heredero y si Eun-Ji no le da un hijo el tendra que buscarse a otra mujer que cumpla con ello y eso la desilucionara a tal grado de querer regresar al imperio oriental.

También podria causar revuelvo en su imperio cuando se enteren todos sus subditos de que Eun-Ji no puede tener bebés.

Eso me tiene esperanzado.

Vestido como un plebeyo, salí a dar un paseo por las calles del imperio. Así nadie podria reconocerme y pasaria por desapercibido de la prensa.

Después de caminar por un largo rato me detengo frente a una tienda. Era una tienda con vidrios trasparentes, y se podia ver el retrato de una persona familiar dentro de ella.

Esa persona era Eun-Ji, ella en una gran pintura.

Me quede inmovil por un momento, perdido en mis pensamientos antes de entrar a la tienda.

—¡Bienvenido!

El propietario se acerco corriendo emocionado cuando la puerta principal se abrió. Sin embargo, los pasos del propietario se ralentizaron naturalmente al verme.

Aunque iba vestido con prendas de plebeyo y mi rostro estaba medio descubierto por la boina, parecia haberme conocido de inmediato.

Gracias a esto, pude apreciar un poco más la pintura cuando el hombre se quedo de pie a unos pasos. En la pintura Eun-Ji llevaba un vestido rojo, sentada con una mirada indiferente.

Lo inusual de dicha pintura es que yo mismo me encontraba recostado en su regazo.

Fruncí el ceño ante el dolor punzante. Sentia que me faltaba la respiración.

—Majestad.—Susurro mi servidor quién me acompañaba.

—No pasa nada.

Agite mi mano para indicarle que todo estaba bien, y trato de aliviarme golpeando un poco mi pecho por encima del chaleco que llevo puesto.

Porque tenia que ver esto aqui...

Me habia mantenido lo más ocupado posible para olvidar el sufrimiento vivido en el palacio de occidente.

Al recordar dicho sufrimiento, me doy la vuelta para seguir con mi camino. Sin embargo, nisiquiera pude dar dos paso antes de regresar y pedirle al propietario de la tienda.

—Vendame esa pintura.

Parecia que el propietario no tenia ninguna intención por venderla, quería dejarla colgada como simbolo de la misma.

Al ver mi intensa postura, este dudó y pidio una enorme suma de dinero.

—Esa pintura es muy costosa. ¿Le parece bien?

—Eso no importa.

Dije con determinación. Entonces, ordene que cubrieran la pintura con tela negra y la llevaran a mi dormitorio.

Una vez terminado mi recorrido, regreso al palacio.

—¿Y la pintura?

—Esta en el dormitorio de su majestad. Lo estaba esperando para saber dondé quería colgarla.

Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora