Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©

Capítulo catorce

—¿Entonces nadie sabe que esta aquí?—pregunto a Jungkook—¿No es peligroso?

—Aveces, escabullirse puede llevar a sorpresar encantadoras que hacen que él riesgo valga la pena. Como vernos aquí hoy, por ejemplo.

Sonrojada, puedo asegurar que mis mejillas se han ruborizado por completo. Aprovechando la ocasión tomo asiento en la misma mesa y ordeno algo para comer.

—Ya queria verla mi reina, por qué esos días que pasamos juntos fueron mis últimos días de principe.

Tiene sentido, yo también estaba nerviosa al convertirme en reina. Tuve que poner en practica todo lo que habia aprendido desde muy pequeña.

Me preocupaba tomar una mala decisión y causar daño a nuestros subditos.

—Las cosas saldran bién Jungkook.—le sonrio.

—Gracias, de hecho mis obligaciones no han sido pesadas. Lo que me desvela por las noches es otra cosa.

—¿Que ocurre?—Frunso el ceño mientras doy un sorbo a la taza de té.

—Mis subditos no dejan de pedirme que me case.

—¿No hay nobles adecuadas?

—Yo tenia más libertad siendo el segundo en la linea al trono. Lo que busco en mi futura reina es alguién que pueda ayudarme a gobernar bien mi imperio.

—Entiendo...

—Además, tú elevaste mis estandares para lo que busco en una reina.—me guiña el ojo mostrando su atractivo.

—Eso es muy amable de tú parte.

—Es la verdad. Aveces termino pensando que a mi reino le encantaria tenerte de reina.

—Gracias por el alago.—cabizbaja sonrio.

—Eun-Ji, pareces triste ¿te ocurre algo?

—No, estoy bién.

—No lo digo para halagarte, lo digo enserio. No quiero casarme con nadie que no sea como tú. Mejor dicho, ojala tú fueras mi reina. Por qué no hay nadie más como tú.

—¿Que vas a hacer si en verdad acepto ser tú reina?—pregunto sarcasticamente en broma.

—Eso me haria muy feliz. Solo dilo y te llevare directamente a mi palacio. Lo juro por mi vida.

No se si piensa enserio, si lo hace para alegrarme o si lo dice porqué odia a Taeh. Pero igual aprecio que trate de hacerme feliz.

—Gracias por tenerme tanta estima, Jungkook.

[...]

Ya de vuelta en casa, regreso con una agradable sensación por el hecho de encontrarme una vez más con Jungkook.

Mi nana y algunas damas de compañia se encontraban conmigo preparando un baño caliente.

Ya dentro del agua comienzan a lavarme.

—¿Y como le fue mi reina?, me entere que comio junto al rey Jungkook.—pregunta mi nana mientras cepilla mi cabello.

—Fue muy lindo, modesto. Era la primera vez que nadie me trataba con formalidad, y los presentes siguieron con sus conversaciones como si yo no estuviera presente.

—Realmente liberador, majestad.

—Así es, fue agradable.—sonrio por mis adentros.—Estuvimos conversando tan deliberadamente que pude aprender un poco de él.

—¿Y que te dice?

—Primero doy razón a que los rumores que dicen de él son tontal falsedad, tiene un hermano viajero y ama las artes escenicas y artisticas.