Capítulo cuarenta y siete

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Taehyung

Antes de irme a la cama, conseguí calmarme después de mucho sollozar y comence a lamentarme profundamente.

Fui un tonto por comprar una pintura de Eun-Ji de forma impulsiva. El palacio sigue teniendo retratos de ella, incluso, hay una fotografia de ambos sobre mi escritorio.

Cuantas personas van y vienen a limpiar mi habitación, peor aún hubo personas que vieron la pintura mientras estaba siendo colgada en la pared.

Me metí bajo las sabanas y me comprometí a quitar la pintura de allí mañana, incluso la de mi escritorio y las que estuvieran por el palacio.

Sin embargo, lo que hice por la mañana siguiente no fue quitar la pintura. Primero llame al pintor del palacio.

Cuando llego, le mostre la pintura.

—Cambia la dirección en la que miran los ojos de la pintura.

—¿A que ojos se refiere, majestad?

El pintor me preguntó cuidadosamente. Habian dos retratos en la pintura, ambos mirando en direcciones diferentes. Eun-ji miraba a un lado y yo la miraba a ella.

Dependiendo de la dirección en la que miraran los ojos, las sensaciones que trasmitía la pintura cambiarían drásticamente.

Aunque el pintor me preguntó, pensaba que yo le diria que cambiara la dirección en la que miraban mis ojos.

—Haz que Eun-ji me mire.

El pintor quedo desconcertado por mi petición, pero mi expresión indiferente le hizo parecer que no estaba bromeando para nada.

El hombre asintió y dio un paso atrás, yo me sente en la cama sintiendome más a gusto y volví a apreciar la pintura.



Eun-Ji

Últimamente el trabajo en el imperio occidental ha sido realmente agotador. Ser soberana también tiene sus desafios.

Por lo regular he estado visitando las zonas de bajos recursos y administrando el libro de cuentas, la división de dinero y recursos para brindar. 

Así que me tomé un tiempo para hacer una lista de cosas que debía realizar proximamente.

1.-Revisar el presupuesto del palacio imperial.
2.-Revizar puestos, salarios y tareas de los empleados.
3.-Chequear politicas de bienestar social.
4.-Realizar preparativos para acuerdos comerciales con otros paises.
5.-Entregar un regalo a la princesa Soju de Vietnam.
6.-Entregar papeleo al sumo sacerdote para la administración de archivos de la boda.
7.-Necesito un ayudante.
8.-Necesito una oficina.

Siento el peso de la edad y eso que sigo siendo jovén.

El invitado de Jungkook fue muy amable al invitarnos a celebrar la fiesta de cumpleaños número cuatro de su hijo.

Realmente fue maravilloso, me diverti mucho. La comida estuvo deliciosa y el trato fue agradable y respetuoso.

Rodeados de niños, hijos de distintos nobles que fueron invitados también.

Un hijo...

Sentada en una mecedora frente al balcón de mi habitación, me puse la mano en el vientre e intenté pensar en cómo se sentiría ser madre.

De repente, recordé lo felíz que se veía Jungkook mientras cargaba a los pequeños niños. Me desilucionaba pensar que por culpa de mi infertilidad no podre darle un hijo.

No quiero que se repita lo ocurrido.

—¿Su majestad?

Mientras estaba allí sentada, sumida en mis pensamientos, mi dama de compañia Kanao me llamó ansiosamente. Entonces, retire la mano de mi vientre apresuradamente.

Pero sus ojos estaban llenos de preocupación. Era obvio que me habia visto sentada, acariciándome el vientre con la mirada perdida.

—¿Qué sucede Kanao?

—Su majestad, el emperador esta aquí.

—¿Ahora?

Ya es un poco tarde, acabábamos de llegar de la fiesta. Ni siquiera era la hora de cenar juntos.

¿Por qué vino de repente?

Puede ser probable que Jungkook tuviera algo urgente que decirme, ¿no?

Mi suposición era correcta.

Una vez que entro a mi habitación, Jungkook se arrodilla frente a mí y abrió la boca con dificultad, tomando con fuerza mis manos.

—Mi reina, hay algo desagradable que debo decirte.

Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora