Capítulo veintiocho

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—Sumajestad el rey Jungkook me dio la fuerza para seguir en ese entonces.

—¡¿Entonces sabia de antemano que se iba a divorciar?!—exclamo el periodista con un rostro atonito.

Curve mis labios y le regale una ligera sonrisa, volteé a ver a Kanao para señalarle que la entrevista habia terminado para que retirara al hombre. Ella asintio con delicadeza y lo despidio por el pasillo.

Posteriormente seguí con mi camino junto a mi dama de compañia temporal para conocer el palacio.

Lo extraño es que varios cortesanos que pude encontrarme en cada piso se ponian palidos al verme de cerca.

Aparte de estar recorriendo el palacio comence a estudiar sus caras.

La gente que lee el periodico solo espera dos cosas, la verdad ó la respuesta que quiere leer. ¿Entonces cuál es la respuesta que quieren?

Les resulta entretenido este drama en la realeza, si nuestro romance se vuelve demaciado intenso solo se convertira en una aventura así que necesito majenarlo con precaución.

Pedí a Kanao que se retirara una vez que regrese a mi habitación. Agradezco al servicio por haberme proporcionado algunos libros de occidente para saber más sobre sus costumbres y tradiciones.

Preparandome para que cuando salga a la luz o haga actos de caridad no lo arruine con mi falta de conocimiento en el imperio de mi esposo.

Tocaron mi puerta antes de haberme sentado en el sofa, el rey se encontraba parado frente a la puerta tan pronto como nos vimos ambos sonreimos.

Tomo mi mano con suavidad y beso su dorso.

—Jungkook.

—¿Podemos comer juntos, mi reina?—cuestiono emocionado sin soltar mi mano.

En ese instante recorde... ¡Eun-Ji, vamos a comer! Nana nos preparo galletas.

—Esta bién.—Accedo a su petición y ambos nos dirigimos hacia el comedor, aun cuando nisiquiera es la hora de la comida. Parece que le gusta ir contra el protocolo.

Esta sensación tan extraña en mi surge de repente al encontrarme en el asiento a lado de Jungkook.

En ese entonces cuando comia con Tae ambos estabamos en las esquinas separados por un enorme comedor. Aquí, apesar de ser enorme me siento a un lado suyo sin necesidad de estar lejos.

Una vez en nuestros lugares la comida recien lelgo caliente. Salmón con una ensalada de esparragos bañados en una salsa que a la vista se veia exquisita.

Espero a que Jungkook de el primer bocado y procedo a comer respetando el protocolo.

De entrada la cabeza del imperio, en este caso el rey Jungkook ya sea en un banquete o ceremonia debe ser el primero en comer para que después los invitados lo hagan sino es una falta de respeto.

—Me entere que conocíste a uno de los periodistas y dijiste la verdad.—comenta tan pronto mientras degusta sus alimentos.

—Es por qué estoy agradecida contigo.—le sonrio.

—Como siempre digo mi reina, yo soy el que te invito a ser mi esposa.—me toma de la mano por debajo del comedor.—¿No quieres otra dama de compañia? ¿Ó es suficiente con la nueva?

Durante los días como princesa heredera debes tener alto conocimiento previo de quién quieres tener cerca y a quién no.

—Lo pensare, gracias.

Como es posible que mi corazón se sienta tranquilo a menudo cuando estoy con Jungkook. Me hace sentir tan comoda y eso me recuerda que después de nuestra boda oficial pasaremos nuestra primera noche juntos.

Eso sera incomodo.

Solo despúes de eso seremos capaces de vernos como compañeros, una esposa y esposo que se tratan con cariño, con amor.

—El cocinero hizo un excelente trabajo con el salmón.—digo complacida.

—Lo hice yo mismo, mi reina.

—Esta delicioso.—Lo miro sorprendida, no recordaba que Jungkook sea tan bueno en la cocina, espero que esa no sea la unica cualidad que tiene.

—Mi reina, ahora que estamos casados hay algo que quiero hacer.—suena tentador.

¿Algo que quiera hacer? ¿Sera acaso un beso? ¿Así como besaba a Tae?

No lo sé, desde mi niñez todo ocurrio de forma natural. Jungkook es lindo y somos una pareja así que no podemos estar así sin besarnos.

—Puedes hacerlo.—respondo con tranquilidad.

El sonrie soltando una risa dulce, cierro mis ojos ya que no soy capaz de ver como se acerca a mi y cuando menos me lo espero este esta cortando el salmón y dirige el cubierto hacia mi boca.

—Por favor, abre.

— ª

Quede.

Quede como una tonta, creí que el... olvidenlo.

—Esta es mi primer muestra de amor.—comienza a reirse, hago caso y comienza alimentarme.—Mi reina solo un poco más despacio.

Al parecer noto que yo esperaba algo más que alimentarme por la expresión avergonzada que emití de inmediato.

—¿Esperabas algo más?—frunce el ceño.

—No, habias dicho que querias hacer esto como pareja sigue dandome más muestras de amor con el salmón.

—Mi reina, entonces empecemos con...

Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora