Capítulo sesenta y cuatro

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Jungkook

El día de mi cumpleaños habia llegado, Eun-ji hizo un gran trabajo en hacer la celebración al aire libre donde se hara acabo.

Todo estaba decorado a mi estilo y agradezco su buena intención de ser tan atenta conmigo. Sin antes ir con los invitados me pidio que la encontrara en el living.

Ahi mismo frente a ella se encontraban alrededor de diez cajas, y su postura lo havia ver desafiente, lo que me desconcerto un poco.

—Antes de que vayamos con los demás, tengo algo para tí.

—¿Qué es esto?—Pregunto al ver dichas cajas de regalo.

—Escoge uno, el que gustes. Lo que este dentro sera tú regalo.

Ancioso divise cada caja, y lo curioso es que una de ellas llamo mi atención al intante. La decoración no era muy llamativa, era la caja menos bonita de las demás.

—¿Estas seguro de que quieres esa caja?

Eun-ji se notaba tensa cuando agarre la caja menos diseñada. Era ligera que podia sostenerla con mi dedo meñique, lo que me hacia pensar que en realidad no habia nada.

—¿Puedo cambiar?

—¡Claro!

Soltó un suspiro exhausto cuando volví a colocar dicha caja en su lugar. Ahora tome una caja más moderada un poco más pequeña que la anterior.

Eun-ji tenso los hombros pero no se veia preocupada.

Al abrir la tapa, lo único que habia dentro eran unas tijeras

Fruncí el ceño al observarlas al fondo de la caja. Parece que Eun-ji no es buena con los obsequios, sin embargo, ahora tengo curiosidad por abrir las demás cajas.

—¡Gracias cariño! ¿Como sabias que necesitaba unas tijeras?

—No seas desconsiderado ahora.

Fingir que su regalo era una maravilla no funciono en lo absoluto, estaba molesta. Me habia arrebatado con fuerza las tijeras y las guardo en su bolsillo.

No dijo nada y camino hasta la puerta, al momento de abrirla interfiero y con ayuda de mi brazo la vuelvo a cerrar.

—¿Qué haces? Los invitados estan esperando.

—¿Te enojaste por qué esperabas otra reacción? Cariño, las tijeras son perfectas. ¡Te agradezco el obsequio!

—Todavia no termina, las tijeras son para mi. Espera y verás. Cuando termine la celebración podras abrir las demás, ahora vamonos.

—No.

Ella siguio manteniendo la mano en la manija pero mi fuerza era relativamente más notoria que no permitiria que saliera.

Alejo mi brazo de la puerta y rodeo su cintura sin lastimar su vientre para girarla y quedar frente a frente. Sus ojos muestran un pequeño brillo, su respiración es pesada, agitada.

No esperaba esa acción de mi parte.

—Quiero otro regalo.

—De acuerdo, toma una caja más.

Se cruza de brazos y espera a que vaya por una caja más. Sin en cambio, yo no quiero abrir otra caja.

—No, lo quiero de ti.

—¿Qué quieres?—Frunce el ceño un tanto aturdida.

—Uno, dos, tres...

Al terminar la cuenta regresiva, tomo su rostro con ambas manos y la acerco hasta mis labios para besarla. El dominio de nuestros labios se hacen más notorios cuando ambos nos acercamos el uno del otro.

Ella rodea mi cuello con ayuda de sus brazos y se engancha más a mi. El sabor de sus labios dulces eran tan delicioso, era como si saboreara miel.

Lo que liberaron endorfinas dentro de mi.

Si no estuviera embarazada ahora mismo juraria olvidar la celebración y me quedaria aquí con ella todo el tiempo posible.

Pero no fue que segundo después ella me separo colocando sus manos sobre mi pecho. Se chupo los labios y recargo su frente junto a la mia.

—Debemos irnos, no es apropiado dejar esperando a los invitados.

—Este es el mejor regalo.

Beso la punta de su nariz delicadamente y la sigo por detrás una vez que abre la puerta para dirigirnos al salón donde se realizara la ceremonia.

Una vez que termino el evento, me inundaba entre risas al abrir cada caja de regalo que Eun-ji me habia obsequiado.

Todos eran bastante particulares, algunos tenian cosas sencillas y dicha caja que habia hecho preocupar a Eun-ji fue la mejor de todos los obsequios.

Habia comprado ropa interior de hombre con estampados llamativos. Y que sin duda me pondre el día de mañana.

Las risas fueron interrumpidas por algunos cuantos toques en mi puerta, recobre la conciencia y fuí a antender. Al abrirla Kanao la dama de compañia de Eun-ji se encontraba afligida, un tanto preocupada.

—Buenas noches Su Majestad, perdone la intromisión a estas horas de la noche. Pero hay algo que me preocupa bastante.

—Dime Kanao, ¿Qué sucede?

—Es respecto a la Emperatriz, durante la ceremonia pude percatarme que dentro de su vestido habian unas tijeras.

—Ah si, es una larga historia Kanao. No te preocupes todo esta en ordén.

—¿Seguro?

—También escuche que entre susurros menciono una oración "Lo voy a cortar". No pude distinguir lo demás por causa de las voces de los invitados pero temo que quiera cortarse.

—¿Cortar qué?

—Su vientre.

Mi expresión tranquila y pasiva cambio tan de repente.

—Y eso no es todo Majestad, últimamente se ha comportado extraño. Parece perdida, como si se estancara en sus pensamientos que aveces no se acuerda de lo que hace y me preocupa demaciado. Es más, hace un momento ordeno que nos retiraramos de inmediato cuando llego a sus aposentos.

"Todavia no termina, las tijeras son para mi. Espera y verás".

Lo que decía Kanao era razonable por el comentario de Eun-ji. Me preocupe al instante y salí corriendo a su habitación, ordenando a Kanao que pida ayuda de inmediato.

Una vez frente a su puerta, no me permito tocar la puerta y la abró de golpe quedando perplejo por lo que acabo de espectar.

Se encuentra frente a su tocador, alrededor de ella mechones de cabello se mantenian en el suelo y en su mano derecha agarraba las mismas tijeras que me habia obsequiado.

A través del espejo me observo y posteriormente se puso de pie para darme la cara con una amplia sonrisa.

—Tu cabello.

El largo de su cabello habia desaparecido, lo habia cortado hasta dejarlo por encima de sus hombros. Por supuesto no lo corto bien puesto que habian algunos mechones más largos que otros.

—¿Como me veo?

—Muy hermosa.

Definitivamente ella esperaba esa respuesta, nunca la habia visto sonreir de esa manera. Se via muy bonita. Me habia asustado demaciado que pude recuperar el aliento y que mejor con verla feliz.

—Me he liberado, me libere de todo mi pasado. ¡Feliz cumpleaños mi amor!

Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora