Jungkook
Era la segunda noche que compartiriamos la cama.
Sin embargo, ella no parecia tener dicha en esta ocasión. Contemplaba un ambiente silencioso, apesar de que en el exterior se escuchaba el viento soplar a través de la ventana.
No se encontraba dormida, estaba llorando.
La habia encontrado ya descanzado. No habiamos tenido mucha interacción desde la recepción con la familia.
Tenia muchas ganas de poder besar sus labios otra vez. Creí que tal vez esta segunda noche seria perfecta como ayer.
Desde que me informaron que Taehyung regreso para el imperio oriental, no habia salido para nada de su habitación. Solo se preparo para venir aquí conmigo.
Mantuve la vista hacia el techo y me invadia la aungustia el escucharla sollozar. Dandome la espalda me acerque a Eun-Ji y la abrace por la cintura.
No paraba de llorar.
Estuvo hací casi una hora completa hasta quedarse profundamente dormida en mi brazos, recostada sobre mi pecho mientras le acariciaba su suave mejilla.
No sere una persona muy intuitiva pero sé que Taehyung tuvo algo que ver con esto.
Me duele ver a mi esposa llorando por su ex-esposo, me duele que el no haya podido protegerla como se debe. Me duele que siga temiendo a un nuevo amor.
Un amor sincero, basado en el respeto y la confianza.
Debere esperar hasta que sus tormentosos recuerdos hayan cesado. Por lo pronto, tendre que poner de mi parte para ayudarla. Para enseñarle que el camino que nos depara el futuro sera mucho mejor.
Termino de observarla por algunos segundos, antes de besar su frente y cerrar los ojos para acompañarla en el descanzo.
—Parece que aprecia mucho a su majestad, a juzgar por el jardín que le mando hacer y todo lo demás.
Nam se veia muy entusiasmado mirando por la ventana el nuevo jardín. Se que Eun-Ji ama caminar en un ambiente fresco y hermoso. Y como en el palacio oriental esta lleno de rosales pedí que fuera algo similar.
Espero que ese detalle la alegre un poco.
—Es porque quiero que ella llegue a amarme tanto como yo la amo.
—¡Qué fogoso es usted, majestad!—comienza a reirse por sus adentros, reflejando una sonrisa de oreja a oreja.—Por cierto, disculpe mi intromisión pero, ¿Por qué no tomaron el desayuno juntos?
—Anoche Eun-Ji se encontraba llorando.
—¿Qué?—Se sorprende.—¿Qué le hizo?
—Taehyung, él es el cupable de haberla hecho sentir mal. Mi esposa sigue pensando en su ex-esposo. Nisiquiera quizo verme a los ojos cuando nos levantamos.
—Majestad, espere un poco. La emperatriz Eun-Ji se dara cuenta de que usted es un hombre excepcional y lo amara mucho como usted a ella.
—¿Como quieres que me sienta Nam? Si mi esposa sigue queriendolo a él. Si estoy con la incertidumbre de no pensar que ella podria abandonarme.
Eun-Ji
El jardí es hermoso, encantado.
Habia hecho una replica exacta del mismo jardín del imperio oriental. Parecia que lo mando hacer para subirme el animo y debo decir que si lo hizo.
Son pequeños detalles que me van demostrando que Jungkook es una persona increiblemente linda.
—Espero sea de tu agrado, se cuanto te gusta mantener un jardín lleno de rosas tan perfecto como el que tenias en el imperio oriental.
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Amor & Deber | Jungkook + Taehyung ©
Fanfiction"Así, justo me habia imaginado el sabor de tus labios"