¿Se puede separar al arte del artista?

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Antes que todo, les invito a que elaboren su propia respuesta para esta pregunta, puesto que es demasiado subjetiva y yo de ningún modo soy dueña de la verdad absoluta. Simplemente me limitaré a exponer las razones por las cuales yo, de manera personal, creo que sí es posible separar al arte del artista.

Esta duda me surgió a raíz de que comencé a buscar música vieja (porque de la nueva, no tengo expectativas y no quiero perder mi tiempo) para escuchar cosas diferentes, y me topé con varias bandas de rock que no había escuchado antes. Una de ellas era Gun N'Roses y, como he mencionado antes, lo primero que vi fue al vocalista con una rabieta de niño chiquito. Ahí fue donde me pregunté: ¿Cómo pueden haber tantos fans de Gun N'Roses y que les guste Axl Rose? ¿Qué no están viendo la mala leche y la bipolaridad que se manda? Por gente así es que se sigue diciendo que el rock es  satánico y una mala influencia para la juventud”. Entonces, me dije: Bueno, es una leyenda del rock y por algo será”, así que me puse a escuchar algunas canciones de su repertorio. Después de oír Welcome to the jungle, comprendí por qué a la gente le sigue gustando, a pesar de su carácter. [Cuando encontré esta canción, creí que me había equivocado de vídeo, porque aquí va vestido muy decentemente. Pero, ¿por qué hace sonidos extraños que me evocan imágenes mentales nada propias para una señorita?] Su música es súper enganchadora, algo así como el que comienza a comer pizzas sin parar; sabe que eso no es bueno para su salud, pero igual come hasta reventar porque están muy sabrosas. El otro aspecto que influye mucho en la reacción del público a las actitudes de los artistas, es que estamos acostumbrados a ponerlos sobre un pedestal, canonizarlos y tenerlos por seres perfectos. El problema es que la perfección no existe. Una cosa perfecta se nos hace antinatural y falsa. Por eso, cuando un artista deja salir a flote sus defectos, su mal genio y todo aquello que lo hace humano, de alguna manera se convierte en alguien más cercano para la audiencia promedio, que se sentirá más identificada con esa persona, puesto que todos tenemos defectos. Por supuesto que es problemático que una persona se sienta más identificada con los defectos de un artista que con sus virtudes, pero es así como funciona. Por cierto, a partir de que somos seres racionales y con libre albedrío, la mala influencia no existe. Si tal caso se da en la adolescencia, es signo de una deficiente educación por parte de los encargados de la crianza del puberto. Cuando yo tenía 15 años, estudiaba con chicos que siempre hacían diabluras; pero nunca los imité para integrarme al grupo, pese a que pasaba ocho horas al día y cinco días de la semana entre ellos, porque me habían enseñado a ser una muchacha tranquila. Por eso, nunca tuve muchos amigos; mas no me dejé influenciar por nadie.

Otra causa que influye en la separación del arte del artista, es la propiedad de este. Cuando alguien crea algo y lo exhibe ante el mundo, esto deja de pertenecerle. Aquí es donde considero que los derechos de autor son una falacia, pero ya hablaremos de eso en otra ocasión. El arte es sumamente subjetivo. Sin importar la intención o los sentimientos del autor al crearlo, cada persona lo interpretará de una manera diferente según su edad, su estado de ánimo, experiencia de la vida y hasta condición económica. No hay dos seres humanos que piensen exactamente igual sobre este planeta, como tampoco existen dos interpretaciones completamente iguales acerca del mismo tema. Por ejemplo, a mí Bohemian Rapsody me parece una obra maestra, mientras que para mi mamá es una canción cualquiera y para mi abuela no es más que una canción aburrida en un idioma que no entiende. Somos tres generaciones distintas, para las que una misma canción no significa lo mismo. Soy de las que no cree en los mensajes subliminales. La literatura, la música, la pintura y cualquier tipo de manifestación artística tiene el sentido que tú quieras darle.

Ahora, si un artista ha cometido un crimen serio, si es mala persona, ¿deberías hacerlo a un lado, aunque sus aportes al mundo artístico hayan sido sublimes? Eso queda a criterio de cada quien. Tal vez la decepción de descubrir que tu ídolo ha realizado una acción atroz de la que no lo creías capaz, te lleve a rechazarlo para siempre; pero quizá se te pase con el tiempo y vuelvas a apreciar sus obras, sabiendo ya que no es ningún ejemplo a seguir y que no deberías imitarlo. También depende, en gran medida, de qué tanto hayan agrandado o empequeñecido el escándalo los medios de comunicación para su conveniencia. No podemos dejarnos llevar por todo lo que vemos u oímos. Creo que lo fundamental es, en primer lugar, no endiosar a los artistas y ser conscientes de que son seres humanos con defectos y virtudes, que podrían meter la pata como cualquier persona común.

Me gustaría conocer sus opiniones respecto a este tema.

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