He aquí a tres intérpretes del mundo audiovisual que se han ganado nuestros corazones; tanto por la calidad de sus actuaciones, como por su buena conducta.
#3: Johnny Depp
Confieso que este hombre está aquí solo porque es mi actor favorito, pues en los últimos tiempos ha tomado unas pésimas decisiones a la hora de escoger sus papeles. O sea, ¿por qué tuvo que hacer el bodrio de nombre Mortdecai? Será que no tenía dinero por gastárselo en banalidades, pero bueno, ¿quiénes somos nosotros para juzgar lo que hace cada quien con el dinero que ha ganado con el sudor de su frente? Unos cuantos tropezones en su carrera los tiene cualquiera; eso no quita el hecho de que sea uno de los actores más versátiles de Hollywood, a quien hemos visto interpretar lo mismo aventuras (Piratas del Caribe), que películas de fantasía (Alicia en el País de las Maravillas, Edward Manostijeras), sin olvidar el western (El llanero solitario), el cine de terror (Sleepy Hollow, La ventana secreta), el de ciencia ficción (Trascendencia) y hasta el musical (Sweney Todd). Aunque su vida personal se caracterice por ser algo turbulenta, en realidad no es una mala persona, pues cada tanto dedica tiempo a visitar hospitales para entretener a los niños enfermos con sus actuaciones como Jack Sparrow.
#2: Benedict Cumberbatch
Yo conozco a este actor por su papel protagónico como Sherlock Holmes en la serie Sherlock, y muchos lo conocerán por su participación en el universo cinematográfico de Marvel como Doctor Strange. No obstante, la carrera de esta estrella del cine, el teatro y la televisión va mucho más allá de eso. Destaco sobre todo sus disímiles interpretaciones biográficas en pantalla, como la que hizo del famoso físico teórico Stephen Hawking para la película de televisión Hawking; la del genio de la computación Alan Turing, cuyos aportes fueron fundamentales para el desarrollo de la inteligencia artificial, en El código Enigma; la del fundador de WikiLeaks Julian Assange en El quinto poder (si no sabes quién es este hombre, te felicito por haber salido de tu coma); y la del pintor holandés Vincent Van Gogh en un docudrama. Pero Benedict no es solamente un gran actor, sino también un héroe de la vida real. En una ocasión, saltó del taxi en el que viajaba para defender a un repartidor de comida que estaba siendo agredido por cuatro asaltantes. De más está decir que el intérprete de Sherlock puso su vida en riesgo al realizar esta acción, que no muchas personas, y aún menos famosos, se atreverían a llevar a cabo. Por suerte, los asaltantes debieron pensar que era Sherlock en la vida real, puesto que huyeron despavoridos sin llevarse nada ni hacer daño a nadie. Más tarde, Benedict insistiría en que no había sido un héroe y solo trató de calmar la situación para que nadie saliera herido. Además, el actor patrocina organizaciones centradas en el bienestar de los niños más desfavorecidos y la lucha contra el cáncer, así como un ferviente defensor de que sus co-estrellas femeninas obtengan el mismo salario que él.
#1: Keanu Reeves
Hollywood es una gran jungla, donde a la mayoría de la gente se les ha subido la fama para la cabeza; pero aquí tenemos a este actor para ayudarnos a recobrar la fe en la humanidad. Para empezar, es un intérprete excepcional y un tipo rudo de verdad. A veces vemos las películas y pensamos: “sí, sí, muchos movimientos espectaculares, pero es todo efectos especiales y trabajo de edición”. Pues he visto a Keanu Reeves entrenando para una filmación pareciendo un personaje del vídeojuego de algún campeón de juegos de disparar al blanco, recargar rápidamente y correr. Sí, así de impresionante era, a pesar de contar ya con sus añitos. Por si fuera poco con su compromiso profesional para la gran pantalla, también se ha revelado como un gran actor de voz, como lo demuestra en Toy Story 4. Asimismo, destaca por su calidad humana, puesto que el protagonista de Constantine es súper humilde: no vive en una mansión y usa el transporte público para viajar, sin dudar en cederle su asiento a mujeres, embarazadas o cualquier persona que lo necesite. También es muy amable con sus fans, a quienes siempre les firma autógrafos y se hace fotos con ellos cada vez que se lo piden. Es muy respetuoso con las mujeres y no aprovecha su posición de famoso para invadir sus espacios personales, sino que nunca las toca cuando se hace una fotografía junto a ellas. Las teorías locas que circulan acerca de él, lejos de molestarle, parecen divertirle y nunca dice cosas como: “Qué loca es la gente”. Mantiene un comportamiento cortés e inalterable durante las entrevistas que se le realizan, aunque las preguntas puedan ser algo capciosas, y suele contestar de manera muy inteligente, como aquella ocasión en la que le preguntaron: “¿Qué crees que pasa después de que morimos?” y él respondió algo muy bonito: “Creo que quienes nos hayan querido nos echarán de menos”. Keanu también es caritativo y generoso. De los 114 millones de dólares que ganó por The Matrix, donó 80 millones (más de las tres cuartas partes) a hospitales infantiles, así que ya sabes en qué invierte su dinero. Además, es considerado con sus compañeros de profesión, pues redujo su salario para que Al Pacino pudiese trabajar junto a él en El abogado del diablo. Keanu es de las pocas celebridades que no usa redes sociales, evitando así meterse en polémicas incómodas que no lo llevarían a ninguna parte. Dicho todo esto, el único lujo que Keanu Reeves se da son sus motocicletas, porque también es un excelente motorista. Bueno, ¿qué más quieren? Si es el tipo ideal. Lo único que yo me pregunto es por qué no puedo encontrar a un hombre como este.
¿Qué opinan acerca de esto? ¿Creen que las acciones de estos actores son dignas de respeto y admiración? ¿Conocían estos datos? ¿Saben de algún otro famoso que sea admirable por su calidad humana e interpretativa? ¡Háganmelo saber!
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Las series que marcaron mi infancia
AléatoirePorque de repente me han asaltado los recuerdos, me he propuesto atormentarlos un poco con mis nostalgias. Aunque tampoco crean que voy a aburrirlos mucho, pues estos apartados se proponen ser breves y concisos. A pesar del título, no solo pienso ha...