Una serie que me cautivó muchísimo, principalmente por poseer reminiscencias de El Señor de los Anillos en su ambientación, películas que me habían atrapado tiempo atrás y de las que tal vez hable en otra ocasión.
El mundo en el que se desarrollaba la trama, sus habitantes y sus leyes eran fascinantes y se les debió haber concedido mayor importancia, en lugar de darles tantas vueltas dramáticas al sobreactuado y fútil romance entre Richard y Kahlan. No me provocó nada; no había química entre ellos. Me fue imposible empatizar con su situación y solo sirvió para desviar la atención de lo verdaderamente importante: la misión de Richard como Buscador de la Verdad. Las actuaciones de ambos tampoco fueron del todo convincentes. Las mejores resultaron las del malvado Darken Rahl y Cara, la Mord Sith.
Aún así, es una buena serie, pues cumple con el objetivo de entretener.
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Las series que marcaron mi infancia
AcakPorque de repente me han asaltado los recuerdos, me he propuesto atormentarlos un poco con mis nostalgias. Aunque tampoco crean que voy a aburrirlos mucho, pues estos apartados se proponen ser breves y concisos. A pesar del título, no solo pienso ha...
