1-. Critica los gustos, no a las personas. No uses frases al estilo de "¿Eso es lo que te gusta? ¡Vaya gustos de mierda que tienes!", porque es ofensivo y parecerá que buscas humillar o denigrar a la otra persona por sus gustos. Los gustos son solo eso: preferencias muy personales de las que no hay que objetar la razón. En lugar de atacar sin sentido, intenta ser diplomático cuando te ofrezcan algo que no sea de tu agrado, con un "No está dentro de mis gustos" o "No es mi estilo"; en caso de que puedas ser más flexible, un "Le daré una oportunidad, pero no garantizo que me guste" sería lo mejor. Si eres tú el que recomienda y la otra persona no está de acuerdo, respeta su posición y no sea insistente. Y si te toca criticar, hazlo desde la objetividad y la lógica. Por ejemplo, si se trata de un artista, su vida privada no debería interesar ni influir a la hora de evaluar su trayectoria profesional.
2-. Defiende tu criterio. Que respetes un punto de vista diferente al tuyo no significa que debas cambiar tu criterio porque otra persona lo diga. Si mantienes la convicción de que estás en lo correcto y los argumentos están a tu favor, no necesitas reevaluar tu posición. No aceptes un "No debería gustarte porque yo digo que no es correcto".
3-. Sé neutral. Aunque tengas creencias religiosas, no las utilices como excusas para limitar la libertad de expresión de los demás. Así como otros respetan tus creencias, respeta su derecho a expresarse como deseen. Recuerda que el respeto se gana practicándolo.
4-. Mantén la mente abierta. Es muy importante considerar todos los puntos de vista, incluso los que más te desagraden.
5-. Sé empático. La empatía te va a servir para todo en la vida. Antes de juzgar, ponte en el lugar del otro. Pregúntate por qué esa persona es así y qué harías tú en su lugar. Pero hazlo en serio, porque es muy fácil verlo todo desde el exterior.
6-. Plantea correctamente tus argumentos. Piensa bien en lo que vas a decir antes de expresarlo. Si quieres dar un argumento irrefutable, no puede ser basado solo en tu opinión. Un "Es mi opinión, y hay que respetarla", "Se tenía que decir, y se dijo" o "Ustedes no están preparados para tener esta conversación", no son argumentos sólidos, sino berrinches modernos. Para construir un argumento firme, es necesario basarse en pruebas demostradas y verídicas. Por ejemplo, tú podrías opinar que el sol no quema; pero no tendrías bases para sustentar tu opinión, porque está demostrado que el sol sí quema. Es necesario informarse correctamente antes de argumentar. En estos tiempos en que la información fluye tan rápido, es difícil distinguir la verdad de la mentira. Mi recomendación es que se guíen por los principios de la neutralidad. Por ejemplo, si un artículo periodístico se limita a contar hecho e invita, ya sea implícita o explícitamente, a los lectores a sacar sus propias conclusiones, existe un alto porcentaje de probabilidad de que sea verídico, pues no intenta adoctrinarte ni imponer su criterio. Podría ejemplificar con los vídeos de Dross. Él siempre invita a quienes ven sus vídeos a que se formen sus propios criterios y piensen por sí mismos; por lo tanto, todo lo que dice tiene mucha credibilidad.
¿Qué piensan de este tema? ¿Cómo plantean ustedes sus críticas? ¡Háganmelo saber!
Fin de este libro. Como saben, Wattpad solo me deja tener 200 partes, y ya llegué al límite. Espero que les haya gustado. Estoy considerando hacer otro, pero todavía no estoy segura.
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Las series que marcaron mi infancia
RandomPorque de repente me han asaltado los recuerdos, me he propuesto atormentarlos un poco con mis nostalgias. Aunque tampoco crean que voy a aburrirlos mucho, pues estos apartados se proponen ser breves y concisos. A pesar del título, no solo pienso ha...