✎ Imaginas (III) ✓

★ Baby Blue

[ Dedicado a: @Isbr25_ , gracias por la idea <3 ]

Debías de admitir que no estabas pasando por el mejor momento de tu vida, y sentías que conforme el tiempo transcurría te ibas fragmentando en el interior sin poder arreglarlo. Y aunque quisieras poder gritarlo y pedir ayuda, no sabías por donde iniciar, no reconocías la fuente original de lo que te producía tal sufrimiento pero era una agonía que no sabías si poder seguir soportando.

Y no eras la única que estaba sufriendo, sino la persona que te veía desde el otro lado de la habitación con temor y angustia.

Habían pasado semanas que parecían interminables sin dirigirse la palabra más allá de lo necesario, y aunque vivieran bajo el mismo techo, hacías lo posible para no tener que coincidir y encerrarte en tu propio mundo.

Nada te causaba la misma satisfacción, ni siquiera el poder refugiarte contra sus brazos y aparentar que todo estaría bien. Tu mente te torturaba constantemente y solo te sumías en la soledad y la tristeza hasta perder la consciencia, porque no permitías que nadie se acercara, ni siquiera tú misma podías hacerlo. 

Todo lo que habías construido parecía derrumbarse, todo por lo que habías luchado por interminable tiempo parecía tener más grietas de las que imaginabas, haciendo que se fracture hasta romperse. 

En ese momento no entendías bien lo que necesitabas; Querías un abrazo pero te rehusabas a pedirlo; Querías ser escuchada y comprendida pero te negabas a hablar, porque ni siquiera sabías lo que te sucedía realmente; Querías volver a tu vida de antes pero no encontrabas la salida para regresar del infierno que vivías.

Estabas acostada a mitad de la cama, con tu cuerpo inclinado en dirección a la ventana y observando como la lluvia caía con fuerza. Era un día particularmente lleno de melancolía y eso solo empeoraba tu forma de sentir. Tu novio no se había apartado de ti a pesar de tu insistencia de estar sola, pero él sabía que muy en el fondo no querías que se apartara, pero tampoco entendía como poder acercarse a ti y hacer que se comunicaran. 

—¿Amor? ¿Puedo pasar?—Su voz sonó amortiguada por la puerta y te limitaste a guardar silencio.—Bien, pasaré.

Escuchaste el ruido de la puerta pero no te limitaste hacer nada más que seguir observando a través de la ventana, para luego sentir como el colchón detrás tuyo se hundía bajo su peso y una mano acariciaba tu brazo.

—¿No tienes hambre? Preparé tu comida favorita, pensé que eso te animaría un poco.—Mostró una sonrisa pequeña que carecía de emoción, pero era su mejor intento de aparentar estar bien.—Noté que no tomaste nada para el desayuno del que te preparé, ¿Podrías comer aunque sea un poco más? Me preocupa tu alimentación.

—A lo mejor deberías dejar de preocuparte por mí y largarte.—Sentenciaste con un nudo en la garganta. Sabías de sus constantes intentos de hacer que te sintieras bien, pero era un mal momento y actuabas sin pensar las cosas ni medir tus palabras.

Soltó un suspiro cansado y cerró los ojos.—No trataré de fingir que te entiendo porque no lo sé, no te puedo decir que entiendo lo que pasas porque estaría mintiendo y odio mentirte. Estoy tratando lo mejor que puedo de sacar esto adelante y estar para ti aunque lo pongas muy difícil, pero quiero que tengas una cosa en claro y es que ni tú ni yo estamos pasando por el mejor momento. Te cerraste a mí estas últimas semanas y solo puedo pensar si hice algo malo, ¿Lo hice? Dímelo y así poder corregirlo, ¿Te lastimé? Entonces te pido perdón, mi última intención sería lastimarte porque eres lo más importante que tengo y no me podría permitirme hacerlo.—Su mano se coló hasta tu rostro y retiró los mechones que cubrían tu visión, haciendo que te inclinaras más hacia la almohada debajo tuyo para ocultarte.—Tu dolor es mi dolor, y verte en este estado me está matando lentamente, pero si piensas que me daré por vencido entonces estás muy equivocada porque prometí estar para ti y aquí estaré aunque estés harta de verme.

Sus palabras provocaron que el nudo en tu garganta se retorciera más, teniendo que carraspear para murmurar en respuesta pero no podías por la marea de lágrimas que habían abarrotado tu rostro y lo siguiente que supiste es que él te tenía entre sus brazos, con tu espalda pegada a su pecho y sus brazos envolviéndote en uno de esos abrazos que tanto necesitabas pero no estabas segura de como pedirlo. Su aliento chocaba contra la cima de tu nuca, mientras temblores recorrían tu cuerpo por los sollozos que dejabas escapar y apretaste tus manos hechas puño sobre tus ojos, tratando de limpiar la humedad en tu rostro. 

—Si alguien o algo te hizo daño entonces puedes decírmelo. Eres lo más valioso que tengo y me duele verte de esta manera, extraño como disfrutabas hasta la más mínima cosa y lo natural que eras con lo que te rodeaba. Si hubiera sabido que esa tarde sería la última que podría compartir contigo antes de que me alejaras entonces la hubiera aprovechado al máximo pero no puedo arrepentirme porque sería tiempo perdido. Lo único que importa eres tú y solamente tú, no te hagas de menos ni trates de minimizar tus sentimientos. Ya no me hablas como antes e inclusive puedo pensar que me odias, pero sé que los sentimientos que tenemos son mutuas y que no pueden desaparecer de un día para otro así que me estoy aferrando a ello.—Besó la parte expuesta de tu cuello y se inclinó sobre esa parte de tu cuerpo, tratando de hacerte sentir la calidez que desprendía en un día tan frío como ese.—Así que dime, ¿Qué fue lo que pasó? Quiero arreglarlo, ya no charlas conmigo y solo me haces creer que yo cometí un error, ¿Fue un descuido mío? Bien, entonces puedes decírmelo para yo arreglarlo. ¿Por qué lloras tanto, mi amor? ¿Qué es lo que piensas? Puedes confiar en mí. 

Te apegaste por inercia a su cuerpo, buscando de su calor y tratando de calmar tus temblores pero era casi imposible. ¿Y si ya no eras suficiente para él? ¿Y si se hartaba de ti? Era comprensible, tu falta de habla y de interacción podrían aburrirlo, ¿Y si dejaba de amarte? Eso te provocó una nueva ola de emociones negativa.

Pero como si pudiera leer tu mente, contestó a tus temores. —No voy a dejar de quererte, no podría hacerlo porque lo único que pienso al despertar es en ti y en lo último que pienso al irme a dormir es en ti. No voy a dejar de abrazarte porque puedo sentir cuanto lo necesitas, de la misma manera que yo te necesito a ti. No voy a dejar de besarte si de esa manera puedo aliviar un recuerdo malo o algo negativo que estés pensando. Y sin importar que vuelvas a sentirte bien y todo esto desaparezca, no voy a dejar de hacerlo si puedo conseguir hacerte sentir mejor a pesar de todo.—Recorrió con sus labios tu mejilla y sien, esparciendo castos besos sobre tu piel.—Te amo, cariño. Por favor, no llores más porque eso me parte por completo, sabes que aquí estaré contigo, me tienes a mí para lo que necesites. Extraño verte sonreír o verte haciendo algo que te guste, ¿Recuerdas cuando disfrutabas de pintar? Te puedo asegurar que lo extrañas, o cuando cantabas por toda la cocina mientras seguías alguna receta que habías visto en Internet y que querías ver si lo lograbas hacer. Extraño llegar del trabajo y verte emocionada por verme, tus forma de recibirme siempre fueron mi parte favorita del día, o cuando tenía un mal día en el trabajo tú eras la razón para volver a casa y olvidar mis problemas. Eres mi todo, nunca lo olvides.

Y conforme sus palabras te arrullaban, sentiste que podías dormir en paz después de tantos días llenos de agonía. Entre sus brazos sentías que podías con todo, y te reprochaste por privarte a ti misma de aquel cómodo lugar al cual siempre anhelabas estar. 

Todo estaría bien, estabas segura de ello, solo esperabas poder salir pronto de ello.

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Breve recordatorio que jamás están solos, cuentan tanto conmigo como las mismas personas que leen esto. He visto a lo largo de tantos meses ver como logran llevarse bien con las personas que coinciden con sus lecturas, las amistades que he hecho gracias a esto es increíble y les ofrezco mi apoyo y atención a todo aquel que lo necesite <3 Los quiero mucho y gracias por leer.