★ Falso

1.2K 66 14
                                    

Estaban acostados sobre la cama, hombro con hombro mientras que el tacto de sus pieles apenas era visible después de lo tanto que habían compartido en esa misma habitación. Sus respiraciones irregulares, los olores de las colonias mezclandose en el aire más el sudor y el frenesí del momento. 

Pero, a pesar del gran momento que compartieron, todo se sentía vacío e incorrecto. Más si estabas por querer formalizar la relación con el hombre con el que te había emparejado tu padre hace un par de semanas y te había pedido una oportunidad de verdad. 

—¿En qué tanto piensas?—Cuestionó después de un rato, mirando al techo.

—¿Tú realmente no te ves formalizando con ninguna persona?—Volteaste a verlo, esperando su respuesta.—Desde que nos conocimos, siempre dijiste estar reacio a iniciar algo serio, me preguntaba si eso hubiera cambiado con el tiempo.

—¿O preguntas si podría iniciar algo serio contigo?—Preguntó entrecerrando los ojos, cohibido.

—Tómalo como quieras, solo es mi pregunta.

—Las relaciones serias no son para mí, nunca lo fueron y no cambiaré de opinión.—Se inclinó para agarrar tu barbilla pero te apartaste, levántandote de la cama para buscar tu ropa.

—Entonces es hora de despedirnos, hoy fue nuestro último encuentro.—Sentenciaste mientras te colocabas tu falda en su lugar.

—¿A qué te refieres?—Frunció el ceño, observándote detenidamente. 

—Estoy por iniciar una relación con un hombre que no merece que lo engañe, que se está esforzando para que funcione lo nuestro. No merece que no me enfoque en nuestra relación, se merece mi atención y él es un buen hombre, realmente lo és.

—¿Y por qué suenas como si te estuvieras convenciendo de ello?

No contestaste, puesto que una parte de ti decía que tenía razón, solo era una farsa para querer entablar la relación formal que siempre soñaste.

—Él me tiene asegurado un futuro, es todo lo que necesito para estar bien.

—¿Y no me habías dicho que soñabas con casarte y estar con alguien a quien amabas? Algo que sea recíproco, correspondido. 

—No todo se puede tener en la vida, ¿Verdad? Yo no necesito una persona para emborracharme y luego liarnos cada que se nos pegue, necesito algo estable y con el cual pueda aferrarme a mi futuro deseado.

—Y yo no entro en la ecuación claramente.

—No, no lo haces.—Terminaste de vestirte y te dirigiste fuera de la habitación, sintiendo sus pisadas detrás tuyo. 

—No estás siendo justa, sabías desde el principio que nunca podré asegurarte ni prometerte el futuro que siempre quieres, porque no es algo que yo deseo o anhelo como tú, ya tengo mis propios problemas.

—¡Y ese es el problema! Todo lo vez como una carga, no como algo que disfrutes. Lo aborreces sin siquiera vivirlo, tu problema es liarte sin siquiera saber que es experimentarlo.

—No necesito experimentarlo para tener una opinión.

—Eso equivalea cuando dices que una comida no te gusta, la pruebas y termina gustándote.—Casi soltaste una carcajada ahí ante su lógica, queriendo abrirle los ojos. 

—Eso es diferente.—Masculló entredientes, molesto.

—Realmente no lo es, pero te da miedo aceptarlo. Sigues siendo un niño indefenso, tienes miedo a lo desconocido y a salir lastimado, pero déjame decirte una cosa, ¡No podemos evitar salir lastimados! Es parte de la vida.—Escupiste en su contra, a punto de salir de ahí. 

✎ Imaginas (III) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora