Algo que amabas en particularidad de tu novio era la dualidad que a veces podía manejar cuando se encontraba con sus amigos y cuando estaban solos. En ocasiones te tomaba desprevenida cuando estaban todos reunidos con una actitud atrevida y llevada en cuanto a las bromas y comentarios sugestivos, no podías negar que le sumaba puntos a su atractividad, pero cuando llegaban a casa y se despojaba de todas aquellas ropas que se asentaban el cuerpo y lo hacían ver en un aura intimidante por ropas holgadas y de otra paleta de colores, solo hacía que quisieras apretarlo entre tus brazos y hacerle muchos mimos por todo su rostro.
En esos momentos se encontraban en una reunión con los amigos que tenían en común; Algunos de ustedes se hallaban en la sala mientras tomaban un par de copas de vino entre conversaciones, mientras que otros pocos estaban afuera en el patio bromeando con la piscina de la casa. Veía a través del cristal como tu novio reía a grandes carcajadas mientras metía sus manos a la chaqueta de cuero que portaba aquel día, asintiendo a lo que decían los demás y conversando en la conversación activamente.
Estabas entretenida viéndolo que no te percataste que te estaban hablando.—Tierra llamándote, tierra llamando, ¿Me escuchas?
—¿Eh?—Te sobresaltaste al sentir un ligero empujón sobre tu hombro y volteaste la mirada.
—Vaya, si que te tiene cautivada.—Todos rieron ante la afirmación y solo negaste divertida y algo sonrojada por la situación.—¿Cómo es que siquiera encajan? Digo, no me lo malinterpretes, pero todos aquí tenemos esa curiosidad.
—¿A qué te refieres?
—Bueno, con toda sinceridad nos sorprende que alguien como él, que lo conocemos desde su faceta donde espantaba a todos con su mera presencia y que imponía miedo a donde sea que fuera, no lograra espantarte a ti que eres todo su contrario y que sigues a su lado. Eres la parte blanda y suave de él, mientras que lo tuyo es mostrar interés y participar activamente en todo, llamando la atención por tu empatía y amabilidad, él llama la atención pero por ser grosero en algunas ocasiones y por su negatividad en las cosas, sin mencionar su lado competitivo y desafiante.
Esos aspectos ya te los habían mencionado con anterioridad, sacándote una sonrisa en lugar de molestarte por los estereotipos que los encasillaban por su simple género o rol en la sociedad. Sí, él podría mostrarse de esa manera ante las personas, pero cuando habías hablado con él una tarde sobre sus actitudes y que en lugar de beneficiarlo solo lo perjudicaría, él había cambiado a ser un tanto más social o por lo menos menos grosero con sus propios conocidos. Era reacio a las personas y le costaba socializar, por lo que bloqueaba todo contacto personal si era posible, pero practicando y expadiendo su propia zona de confort era que iba progresando.
Si tan solo supieran la persona tan cautivadora en la que se compartían cuando llegaban a su hogar y se acurrucaba sobre ti en el sillón para ver algún programa que les interesara a los dos, quejándose si de repente le dejabas de acariciar el cabell o apartabas tus manos de él.
—Solo puedo decir que no hay que encasillar a las personas por lo que aparentan, sabemos que todos mostramos una imagen diferente con nosotros mismo y otra cuando estamos solos o en suficiente confianza.—Contestaste con simpleza.
—Pero, ¿Él no nos tiene confianza entonces?
—No, no lo interpreten de esa manera. Pero supongamos, en esta reunión son las suficientes personas como para cohibirnos un poco, queriendo encajar de una manera cuando ya nos conozcamos. A él le importa la aprobación aunque ustedes ya lo conocen, pero así como tienen esa imagen sobre él, le cuesta mostrarse verdaderamente porque notarán el cambio y tanto pueden tomarlo en burla como despreciarlo, como tomarlo bien y aceptarlo. Él no sabe como reaccionarán, y si se siente a gusto de esa manera independientemente como se vista y actúe, mientras esté cómodo estará bien para mí, al final del día solo vale su propia aprobación y que esté bien consigo mismo y su imagen.
Parecieron procesar tus palabras con un leve asentimiento, estando de acuerdo. Tantos años conociéndose y ninguno había ganado la confianza suficiente como para ver el otro lado de él donde dejaba de aparentar ciertas apariencias y se convertía en una bola de azúcar. Te levantaste del sillón y te despediste de todos cuando él entró y solo lo viste con gesto de querer irse de ahí, ya había tenido suficiente interacción después de pasar ahí toda la tarde y parte de la noche conviviendo con sus amigos y conocidos.
El camino fue silencioso mientras resaltaban los puntos más importantes de la reunión, coincidiendo en la mayoría en medio de risas y gestos de sorpresa. Para cuando llegaron a su hogar, tus pies te estaban matando por las zapatillas y solo querías acostarte para dormirte y despertar hasta el día siguiente, pero cuando vió tu rostro de cansancio y tus muecas ante el dolor de tus pies, cuando aparcó el automóvil y te abrió la puerta, no esperaste que te cargara hasta la entrada y te reposara sobre el sillón con cuidado.
—No era necesario, pero gracias.—Agradeciste con un leve rubor, aunque a veces te sorprendía de esa manera aún te daba algo de pena pensar en que te cargara de esa manera.
—Iré a cambiarme, luego prepararé algo para que podamos ver a gusto en la televisión, ¿Algo que desees?—Cuestionó con una sonrisa y negaste, recibiendo un casto beso sobre tu frente.—Ya vuelvo.
Detallaste por última vez su vestimenta, la cual consistía en una camisa de botones de color negra, la cuál tenía los dos primeros desabotonados, provocando que mostrara una parte de su pecho; Una chaqueta de cuero que le daba un toque más intimidante y unos jeans desgastados que se ajustaban a sus muslos y se entallaban a sus piernas de manera perfecta, para rematar con unos botines negros que le hacían ganar un par de centímetros de altura y que amaba vestir con sus chaquetas de cuero.
Esperaste pacientemente a que volviera, fue cuestión de minutos cuando lo viste regresar con una camiseta que le quedaba demasiado grande que inclusive caía por uno de sus hombros, un pantalón de chandal que tenía que ser sujetado constantemente mientras caminaba hacía la cocina. Su cabello ya no estaba perfectamente peinado hacía atrás, sino que ahora caía sobre su frente y costado de su rostro mientras que emitía muecas por tanto que le estorbaba en su visión. Sonreíste con cada gesto y colocaste tu barbilla sobre tu antebrazo, disfrutando de verlo tan solo andando por la cocina preparando algo para botanear.
Cuando regresó a la sala depositó los bowls sobre la mesita de centro y se sentó sobre el sillón antes de inclinarse y depositar su cabeza sobre tu regazo, tentando hasta encontrar una de tus manos y dejarla caer sobre su cabello para que lo acariciaras. Le hiciste caso, y viste a la pantalla para ver que era lo que ponía para disfrutar el resto de la noche, soltando una carcajada cuando puso una caricatura que ambos disfrutaban y asentiste satisfecha. Fue un instante cuando se giró para verte e hizo un piquito con sus labios, en señal de querer que lo besaras, por lo que no dudaste y depositaste un pequeño beso sobre su labio inferior, siguiendo con sus mejillas y el puente de su nariz hasta sus párpados, sacándole pequeñas risas mientras se quejaba y pedía su beso. Amabas su risa, por lo que no lo hiciste esperar y se besaron con parsimonia, él tomando el control tan pronto como comenzó y no queriendo dejarse de aferrar a tu rostro mientras sujetaba tus mejillas; No duró lo suficiente porque la posición no era la más cómoda para ti, por lo que tuvo que detenerse y con una sonrisa se volvió a girar, dispuesto a ver la televisión.
En una de esas quitaste tu mano para inclinarte y agarrar un bowl, pero gruñó y él se encargó de encargarlo antes de pasártelo y seguir buscando tu mano para que las caricias volvieran en su cabello. Lo observaste como se acurrucaba más cerca de tu cuerpo mientras la caricatura comenzaba y ambos se dispueron a ver en la comodidad de su hogar, envueltos en la cálidez del otro y solo pasando el rato.
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Este es mi nuevo favorito <3. Y en otras noticias estoy muy contenta, no se los pude contar bien la última ocasión pero si lo vieron en mi tablero fue que conseguí una beca del 100% en la universidad, cubriendo todos mis gastos durante este semestre gracias al promedio alto que tuve entre los de primer semestre y que si sigo manteniéndolo puedo tenerla durante toda mi estadía, estoy demasiado orgullosa y contenta con mi logro ;) .
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✎ Imaginas (III) ✓
RandomEfectivamente, estás leyendo bien, este es el tercer libro de imaginas ;) Inicio: 18/Mar/2022. Fin: 21/Dic/2022.