—¡Solamente tenías que hacer una cosa y ni siquiera intentaste hacerla!—Gritaste en su contra, indispuesta por su actitud.
—Y yo te dije que llegué demasiado cansado como para acordarme, por eso solo me fui a dormir. No fue lo único que dejé sin hacer, tenía que realizar otras cosas y ni las inicié porque el cansancio me ganó.—Se justificó con un semblante enfadado.
—Pues pudiste hacerlo antes de irte a trabajar entonces.—Contraatacaste.
Era tarde cundo comenzó la disputa por una tarea dómestica que le tocaba; En serio, no tenía sentido aquella pelea, inclusive pensaste que te estabas desquitando después del horrible día que tuviste y ver cualquier imperfección en casa solo te hacía doler más la cabeza. No eras una maniaca de la limpieza y el orden, solo era un día excepcionalmente fatal.
—Mira, solo vamos a empeorar las cosas, ¿Por qué mejor no vamos a descansar? Ya mañana arreglamos este desastre y con mayor calma.—Trató de acercarse a ti pero retrocediste, aún molesta con todo y con todos.
Tu enojo es injustificado, y odiabas tener que ser de esa manera, no era justo para quienes tus insultos y enojos iban dirigidos sin razón pero en su mayoría no lo podías evitar. Una de las cuantas cosas que te molestaban de ti misma, haciendo que enfurecias aún más.
Te negaste, bajando la mirada y cruzándote de brazos sobre tu pecho de un manera de sentirte resguardada. Escuchaste como soltó un suspiro y salió de la cocina en donde se encontraban, escuchando sus pisadas hasta la habitación.
No te moviste hasta que lo viste por el rabillo del ojo pasar nuevamente con una almohada y una manta entre sus brazos, dejando caer de sus cosas hacía el sillón mientras se devolvía a la cocina, fue de ella tu oportunidad para correr a la habitación y encerrarte.
Otra de las cosas que detestabas era dormir sola, así que cuando te acostaste y sentiste de la cama demasiado grande sin su presencia, tus ojos se llenaron de lágrimas y rodaste por todo el lugar. No querías ir y pedirle que fuera contigo a la cama, pero tampoco se veía una opción viable el dormir sola en la habitación que se sentía tan desolada sin su presencia.
Entre pensamientos te quedaste dormida, ignorando todo tu alrededor y sintiendo la bruma del sueño; Y entre la realidad o tus propios deseos, había pasado un par de horas cuando sentiste una leve caricia en la zona de tus labios, pero no querías abrir los ojos, no tenías fuerzas aún para despertar por lo que lo dejaste pasar y solo te aferraste más a la almohada entre tus brazos.
Fue un rato después cuando un particular aroma delicioso entró a la habitación, haciendo que te removieras entre sueños hasta abrir los ojos y te percataras que ya había amanecido y la puerta estaba entreabierta para dar acceso a la leve música y aroma que provenía por el pasillo.
Te levantaste con una mueca, mientras te tallabas los ojos saliste de la habitación hacía el pasillo, con el fin de descubrir que era aquel aroma que te provocaba hambre, tu estómago pidiendo comida desde temprano.
—Oh, despertaste.—Escuchaste su voz cuando entraste a la cocina, viéndolo en la estufa mientra apartaba el sartén del fuego.—Ya pensaba que tenía que ir a despertarte si no lo lograba cocinando.
—Buenos días.—Murmuraste sin saber como reaccionar por lo del día anterior, entre la pena y el sentimiento.
—Buenos días.—Sonrió al mismo tiempo que dejó el contenido en los dos platos y el sartén fue puesto nuevamente sobre la estufa. Se acercó a ti hasta que su mano cayó sobre tu cintura y la otra la posó a la altura de tu cuello, inclinando tu mentón levemente hacía arriba.—Perdón por lo de ayer, fue descortés de mi parte no hacer lo que tanto me insististe que hiciera, no quería molestarte.
—No, yo exageré las cosas solo porque tenía un mal día, no quería gritarte ni acusarte de nada, lo siento mucho.—Confesaste con un rubor en tus mejillas, jugando con las mangas de la sudadera que llevabas puesta.
—Está bien, a los dos no nos fue muy bien el día de ayer, culpemos al estrés.—Se inclinó y besó castamente tus labios, provocando apenas una fricción.—Como recompensa y para ya no verte de esa forma, hice todo lo que dijiste que hiciera y te preparé tu desayuno favorito, no me gustó dormir en el sillón e irnos molestos.
—También perdón por ello, no era mi intención que duermieras en la sala.
—No lo negaré, fue la noche más incómoda de mi vida, siento mi espalda toda adormecida y mis extremidades acalambradas, espero que hoy si me dejes dormir en la habitación.—Sonrió divertido y asentiste.—Bien, hay que desayunar o de lo contrario se enfriará, ¿Agua, café o jugo?
—Tomaré café esta mañana.—Tomaste asiento al extremo de la mesa y él te siguió después.
—Perfecto, porque el jugo casero que traté de hacer sabe horrible.—Confesó, haciendo que los dos se soltaran riendo.
Y después de los conflictos, siempre llevaba la parte buena para los dos, haciendo que disfrutaran mucho más su tiempo juntos.
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Oigan, me metí en eso de los manwhas y debo de confesar que... Leí Painter of the night y omg, necesito más, ando procesando todo. Ayer tenía que subir imagina y un nuevo capítulo y terminé sin hacerlo porque me entretuve leyendo, me lo leí en menos de 24 horas, y ya inicié con otro. Pero, PERO, prometo ya mañana ponerme al corriente porque la verdad ando con demasiadas ideas + leyendo = ando bien atarantada.
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✎ Imaginas (III) ✓
AléatoireEfectivamente, estás leyendo bien, este es el tercer libro de imaginas ;) Inicio: 18/Mar/2022. Fin: 21/Dic/2022.