▾ Amiga

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Necesitabas paciencia, mucha paciencia.

Aquella risa ya te estaba sacando de quicio por lo falsa que se escuchaba y como pasaba sus manos por los hombros y en ocasiones de "descuido" por el pecho de tu novio, querías ir y apartarla de su alcance porque estaba siendo molesto la poca distancia que había entre ellos, pero constantemente tenías que recordarte que solo eran amigos.

Pero la conocías, ella no actuaba como amiga, ella anhelaba más que ello y tu novio era imposible que lo reconociera, él seguía viendo todos sus comportamientos como los amigos cercanos que eran durante sus días de escuela, pensando que no pasaba de ahí.

Hace meses habían decidido hacer reuniones para reencontrarse con sus viejas amistades de la universidad, pensaron que sería buena idea ver rostros conocidos y saber de lo que ocurrió en la vida de cada uno. Todo iba bien, hasta que apareció ella con otras intenciones y desde entonces parecía un chicle sin despegar de tu novio.

Cuánto te arrepentiste de haberla invitado, si pudieras regresar el tiempo evitarías tal desgracia.

—¿Y qué opinas? ¿Se unirán a nuestro próximo viaje? Será para diciembre cuando todos coincidamos con nuestros días de descanso por las festividades, sería bueno ir a escalar y ver la ciudad desde el monte cubierta de nieve.—Derek mencionó, uno de los anfitriones de la reunión.

Sonreíste forzadamente, asintiendo.—Eso sería genial.

—Oh, yo tengo un equipo extra para poder andar por la nieve, podría prestártelo y así pasear juntos.—Maguie propuso, inclinándose sobre él.

Entrecerraste los ojos en su dirección, percatándote que solo con haber ido al baño habías acabado al otro lado de la sala cuando originalmente estabas a lado de tu novio. ¿Cómo habías llegado hasta allá?

Él sonrió algo aborchonado y aclaró su garganta.—De hecho, pensábamos visitar a mis padres para este año en las festividades, ya que el año pasado los pasamos con los suyos. Ya lo tenemos agendado, no creo que podamos cancelarlo o moverlo.

Te sorprendiste por su respuesta y es que habías olvidado ese detalle, este año la pasarían con sus padres ya que el año pasado había cedido a pasarla con tu familia. Sonreíste internamente cuando ella hizo una mueca para nada discreta y asentiste ante las palabras dichas por tu novio.

—Cierto, pero podría ser pasando el año nuevo cuando regresemos y podríamos hacer algo aparte, se siguen disfrutando las nevadas y el frío aún para esas fechas. 

—Claro, solo hay que ponernos bien de acuerdo para agendar algo, luego se saturan todos los lugares por las vacaciones y viajes amiliares.

Siguieron conversando hasta que la noche cayó y todos decidieron que era hora de marcharse cada quien para sus respectivos hogares. Había sido una buena velada, ignorando ciertos detalles y momentos de este, pero lo habías tratado de disfrutar lo mejor que podías.

Ya se encontraban afuera despidiéndose cuando la viste acercarse apresuradamente con su bolsa, temías lo que podría decir por lo que te aferraste a la mano de tu novio.

—Disculpa, ¿Crees que pudiéras llevarme? Hoy decidí no venirme en mi auto porque pensé que terminaría más temprano la reunión, pero en este momento no hay ningún taxi para devolvérme a casa.—Fingió una mueca triste, queriendo alcanzar su brazo pero lo apartaste discretamente de su alcance.

No sabía que decir, puesto que tú eras la conductora designada aquella noche y habían tenido planes antes de llegar a casa; si aceptaba ayudarla, todos sus planes se verían perjudicados y se desviarían del desarrollo original.

✎ Imaginas (III) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora