★ Arreglado

1.1K 69 4
                                    

Haberte recibido en su departamento era un grave error, pero no podía negarse, no tenía la suficiente fuerza de voluntad para negarte la entrada y caer ante ti por última vez. Porque ese era su plan, era la última vez que se encontrarían de esa manera y luego serían completos conocidos, ni siquiera buenos amigos, solo conocidos con deberes en común.

Y odiaba ser tan débil ante tu toque, el como una sola caricia a su mejilla era suficiente para desarmarlo y hacer que se olvidara de todo pensamiento racional con los que lidiaba día y noche.

Pero ya no más, era el fin.

—Es hora de irte.—Murmuró cuando se levantó de la cama, buscando su saco tirado en alguna parte del piso y tratando de arreglar su cabello en el espejo.

—¿Qué?—No esperabas ese comentario, querías creer que habías escuchado mal.

—Tienes que irte o llegarás tarde a tu compromiso, tienes que arreglarte.

—Pero todavía queda un par de horas para eso, no es necesario que me vaya aún, de todas formas tú me llevarás y...—Detuvo tu hablar.

—No, Will se encargará de llevarte, esta será la última vez que nos veamos.—Cuando no respondiste y solo pusiste una expresió de confusión, prosiguió.—¿Crees qué es correcto seguir con nuestra aventura cuando estás a punto de casarte con otro hombre?

—Pero no lo amo, sabes que nuestros padres hicieron ese arreglo para su propio beneficio, no tuve voto ni voz al respecto. No me estoy casando por amor, me estoy casando por el dinero que mis padres quieren, sabes perfectamente mi situación.

—Pero no es justo para él, aunque sea un matrimonio arreglado, que te veas con alguien más estando casada con él, no es ético.

—¡Pero es falso! Ninguno de los dos tenemos interés amoroso por el otro porque sabemos con que finalidad va esto, ¿Por qué te estás cerrando de repente? Hasta el día de ayer estábamos bien con todo esto, estabas de acuerdo en seguir.

—¿No dijiste que es un buen hombre? ¿Acaso un buen hombre merece ser tratado de esa manera?—No comentaste nada, estabas sorprendida y desconcertada al mismo tiempo con su actitud.

—¿Y tú? ¿Dónde quedó tu moralidad hasta hace un par de horas? Porque no parecías negarte a nada ni tener remordimiento, en cambio, parecías aún bien con ello.—Te levantaste acomodando tu ropa en su lugar, encarándolo.—No finjas querer hacer lo correcto cuando no te importó hacerlo desde un inicio, no sé que se te metió en la cabeza para cambiar pero tú y tus promesas se pueden ir mucho al carajo.

Saliste de la habitación totalmente cabreada con la situación, queriendo buscar el resto de tus cosas y salir corriendo de ahí.—Espera, déjame aclarar esto mejor...

—¡Aclarar qué? Me queda bastante claro que ahora te quieres hacer el bueno y tacharme de mala, ¿Eso pasó, no? Déjame decirte que no te queda el papel.

—No, claro que no es eso...

—Te haré el favor, no sabrás de mí que no sea únicamente de casa, de todas formas desapareceré de tu vida una vez que acepte ese contrato.

—No lo entiendes, tu familia me dió la oportunidad que nadie más me dió cuando la necesité, fueron los únicos que me abrieron las puertas de su casa cuando no tenía a nadie más y el hacer esto... Nunca fue correcto, ellos solo querían tu bienestar y sin embargo te metiste conmigo, yo debí de frenar cualquier impulso que tenía hacía ti pero no pude, nunca se sintió correcto el pagarles de esa manera, porque solo te ilusionabas y te aferrabas a mí cuando jamás fue bien visto. Debí de haber hecho esto desde el inicio, pero no me atrevía a dejarte porque las cosas solo se pondrían tensas, y ahora que tengo la oportunidad lo miré conveniente.

✎ Imaginas (III) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora