✎ Imaginas (III) ✓

▾ Hielo

(Al final habrá una nota de autor, por si quieren quedarse a leerla ;), de antemano, gracias )

El patinaje sobre hielo era algo que te apasionaba demasiado, y no era para más, si los deportes con mayor demanda en la ciudad en donde vivías era en relación con el hielo por las largas temporadas de frío y los múltiples lugares que disponían para practicarlos. Habías trabajado ardúamente para llegar al peldaño donde te encontrabas en aquel momento, podías aspirar para una liga menor pero de ahí partir a las grandes, ese era tu gran sueño.

Practicabas en todo el tiempo libre que disponías, tenías tu propio entrenador que te había reclutado al ver el talento que desprendías cada que podías tomar el hielo y habían forjado un pacto para trabajar juntos hasta llegar a las grandes ligas. Y todo estaba perfecto, practicabas día y noche, no podrías hartarte de un pasatiempo que le habías acogido tanto amor y aprecio, hasta que llegaron ellos.

El hockey también era otro de los deportes mayor conocidos en la región, pero ellos contaban con su propio lugar de entrenamiento por lo grotescos y brutos que podrían ser la mayoría del tiempo. Tu hermano estaba ahí y de solo escuchar todas las majaderías que hacían te bastaba para mantener distancia, igual pensabas que ni en un millón de años podrían coincidir en el mismo lugar.

Hasta ese momento.

Después de que el establecimiento donde practicabas tuviera una crisis de dinero de la cual no creía recuperarse, el encargado de los entrenamientos del equipo de hockey decidió adquirir el lugar porque era más espacioso para sus chicos y más acogedor que donde se encontraban. No había nada de malo, hasta que esos animales, como bien los llamabas, habían aparecido un día sin aviso alguno y adueñado de toda la pista, sacándote a empujones bruscos.

Desde aquel día habías declarado la guerra al capitán del equipo, aquel chico que tanto te repugnaba por el simple hecho de como se pavoneaba por toda la pista al verte cabreada por no poder concluir con tus lecciones. Aquel de sonrisa egocéntrica que lograba sacarte de tus casillas mientras hacía tiros perfectos, debías de reconocer que jugaba muy bien y que por eso era el capitán, pero no se lo dirías en voz alta para aumentar su ego.

Tenías que llegar más temprano de lo que hacías antes para poder concluir alguna de tus lecciones, eran sacrificios que hacías con tal de no ser molestada y aún así lograban su cometido. Y aquel día no tenías toda la tolerancia en el mundo, por lo que sin querer habías lanzado el primer vaso de café que habías visto y había caído en él, precisamente. No te arrepentías, ni aunque su mirada casi te tragara y la burla de sus compañeros empeoraran la situación. 

Los gritos no se hicieron esperar, los dos estaban alzando la voz a tal punto que las carcajadas desaparecieron y únicamente se escuchaban sus quejas del uno al otro.

—¿Qué es lo que te pasa? ¿No te cansas de ser tan insoportable siempre?—Cuestionó con el ceño fruncido, frotando aún la servilleta sobre el área afectada en su camiseta del equipo.

—¡Lo que me pasa es que ustedes están aquí, eso es lo que ocurre!

—¡Pues no estamos aquí por gusto exacamente!

—¡¿Entonces qué esperan para largarse?!—Colocaste tus brazos sobre tus caderas, esperando una respuesta.

—Eso no lo decidimos nosotros, sino el entrenador. Lídia con ello o de lo contrario solo harás un peor trabajo para todos, y si no puedes, la puerta está muy grande como para que no puedas salir en ella.—Escupió en tu contra.

—¿Por qué debería de ser yo quién se vaya? Yo estuve primero aquí mucho antes de que ustedes vinieran a invadir mi territorio.

—¿Tu territorio? ¿Acaso lo compraste o eres dueña de esta parte de la localidad? Porque de ser así, supongo que hubieras podido detener al entrenador de comprar el lugar.—Sonrió de forma burlona, sacándote de tus casillas.

Y querías borrar esa sonrisa a golpes.

—Si pudiera y tuviera oportunidad lo compraría, no te creas tan listillo.—Empujaste tu dedo índice sobre su pecho.

—Si tanto te molesta, te propongo un trato.

—¿Qué es lo que quieres ahora?—Inquiriste con una mueca.

—Ambos patinamos, ¿No es así? Sabemos andar sobre el hielo, diferentes contextos pero que al final cumplen con una característica en común.

—Sé directo, no es como si me gustara escucharte hablar.

Rodó los ojos ante tu comentario, pero prosiguió.—Cambiemos de rol, yo patinaré profesionalmente como tú lo haces, pero tú me reemplazarás en mi rol de capitán y dirigirás a mi equipo durante los entrenamientos. Yo haré todas tus rutinas, todas tus lecciones, así como tú harás mis entrenamientos y guiarás a mis chicos para que puedan jugar bien en el siguiente partido. Si tú ganas, convenceré al entrenador para que nos vayamos de aquí, pero si yo gano, entonces abandonarás el lugar sin rechistar y nos dejará todo el espacio libre.

—¿Crees que no podré lidiar con tu equipo? Deberías de temer que sea mejor capitana que tú.

—¿Y crees que yo no puedo hacer todas esas maniobras infantiles que llamas ptinaje profesional? Soy un jugador de hockey, hago eso y más.

—Y yo como patinadora tengo más disciplina que tú, te lo puedo asegurar.

—Ah, y aunque tu hermano esté en el equipo no significa que te ayudará con mis chicos, si me entero que él te está ayudando de alguna manera u otra, perderás automáticamente y te irás de aquí.—Cuando tu semblante cambió, dió un paso hacía tu dirección.—¿Qué? ¿Acaso creías que permitiría que tu hermano te diera una mano?

—No la necesito, no necesito de nadie para vencerte.

—Entonces, ¿Es un trato?

Cuando alzó su mano en tu dirección, asentiste mientras la estrechabas con la tuya.—Es un trato.

—Perfecto, entonces disponemos de un mes para probar quien es mejor haciendo la actividad del otro. Venciendo el mes, se decidirá el ganador, y el perdedor... bueno, ya sabrás lo que le espera.

—Haré que te comas tus propias palabras.

Con una última sonrisa, negó luego de apartarse y comenzó a caminar hacía la salida de la pequeña cafetería que disponía el lugar y donde los demás integrantes del equipo lo esperaban.—No sabes en lo que te metiste, pero suerte, empezaremos a partir de mañana. 

Y mientras lo veías irse junto a su equipo, casi chillaste cuando sus palabras se asentaron en ti. ¿Cómo se suponía que ibas a dirigir todo un equipo de hockey cuando te habías empeñado a que te odiaran? Tu hermano estaría ahí, pero no podría ayudarte. Y cando te quedaste completamente sola en el lugar, estampaste tu mano contra tu frente totalmente mortificada.

Habías sentenciado tu pena de muerte, no había vuelta atrás.

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Bueno, he vuelto. Como habrán leído arriba, iba a dejar una nota porque me pareció importante expresarme después de mi ausencia. 

¿Alguien de aquí es lector vigente de "Heartbeat"? Probablemente la dejaré pausada y cuando menos esperen publicaré todos los capítulos, hasta el epílogo, de un solo tirón. ¿Por qué? Bueno, es un proyecto del que me estoy esmerando más, pero no veo resultados favorecedores, así que solo la publicaré completa y quien esté interesado en ella pues bienvenido sea <3. Siento que me estoy desgastando con brindar capítulos cada semana cuando no es lo esperado, así que como será historia corta me enfocaré en terminarla para subir toda la tira de capítulos restantes, igual ya llevo varios terminados.

¿Alguien de aquí sigue en sintonía "Love enemies"? Aunque aquí la verdadera pregunta es, ¿Son team Kasey x Jamie o team Kasey por Garrett? Porque con la novedad que me han sorprendido que parecen más emocionados por KxG que por KxJ, no puede ser JAJAJA.

Y sobre imaginas... Wow, ni siquiera sé como decirlo, pero siento que ya no producen la misma emoción y calidad que antes. Soy yo, probablemente bajé mi grado de expresarme, a lo mejor bajé en mi grado de imaginar escenarios, pero en serio trato de esmerarme por traer cosas nuevas o mejores y solo... Ya no se siente como antes, ¿Saben? Solo ya no se siente la misma emoción. Pero supongo que no se puede evitar, así que mi meta más próximo es terminar esta entrega, seguiré trabajando en ello. 

Nos leemos <3.