Habías salido de aquella empresa con la cabeza agachada y con la carpeta debajo de tu brazo, totalmente agobiada por la situación en la que te encontrabas y harta de todo. Era tu última oportunidad de encontra trabajo, habías presentado un currículum impecable, pero entre tu competencia, no destacabas por la experiencia laboral. Al no tenerla, automáticamente te descartaban, pero, ¿Cómo podrías obtener experiencia si en ningún lado te contrataban para tenerla? Ni tu alto nivel de porcentaje para hablar una segunda lengua, ni tus múltiples títulos, servicios comunitarios, ni demás que presentabas era lo suficientemente buenos para ellos.
Tu celular vibró en el bolsillo de la chaqueta y no quisiste comprobar de quién era, intuías que se trataba de tu novio después de que le habías mandado mensaje hace apenas unos minutos pensando positivamente en que te aceptarían por los buenos comentarios que habías recibido durante la entrevista, pero en cuanto guardaste tu celular viste como la secretaria se había acercado con un gesto tímido y solo se limitó a decir que desafortunadamente no eras la persona que estaban buscando, pero que tenías gran potencial para otras empresas del mismo sector. Tus esperanzas y ánimos se habían desvanecido, y por si fuera poco, cuando ibas saliendo la muchacha que había entrado después que tú se veía emocionada y estaba hablando por teléfono, gritando a los cuatro vientos que fue aceptada.
Te alegrabas por ella, pero tu situación ya era frustrante y sentías la necesidad de ayudar con los gastos de la casa. Te habías titulado de la universidad con mención honorífica, todos apostaban por ti de obtener un buen empleo, te habías mudado a una pequeña casa en un vecindario acogedor con tu novio donde servía como punto medio para su trabajo y donde te interesaba aplicar. Habían pasado meses desde entonces y mientras que él seguía sosteniendo los gastos, los pequeños lujos que se daban, entre otras cosas, tú seguías con tu búsqueda sin obtener buenos resultados.
Otro mensaje entró cuando te detuviste para tomar asiento en una banca cerca del parque local, sacándolo del bolsillo por curiosidad.
Amor <3.
¿Cómo te fue? ¿Lo conseguiste? De aseguro que sí.
Si no es así, solo quiero decirte que ese empleo a lo mejor no fue hecho para ti, no te desanimes y ya vendrán mejores ofertas.
¿Ya vienes a casa? Preparé una cena especial, tú platillo favorito, ¿En dónde estás? Puedo ir y recogerte para que llegues antes de que se enfríe.
¿Estás bien? No estoy teniendo una respuesta tuya, me estás preocupando ): — 17:47 pm.
Limpiaste las lágrimas que se estaban acumulando en tus ojos y soltaste un suspiro, dispuesta a contestar y calmar sus ansias.
Tú.
Estoy bien, no tienes de qué preocuparte.
Yo me iré en el camión, ya voy en camino, así que no vengas.
Te contaré lo que pasó en casa, ¿De acuerdo? Te amo. — 17:50 pm.
No esperaste su respuesta, solo volviste a guardar tu celular y trataste de calmarte, probablemente ya tendrías los ojos hinchados y rojos por las lágrimas que se acumulaban y no podías retener. Escondiste tu rostro de las personas que pasaban para que no te vieran en ese estado, lo que más odiabas era que te vieran llorar en público y lo último que querías era que lo hicieran y te vieran con lástima, así que cuando te sentiste un poco mejor, te levantaste agarrando tus pertenencias y caminaste hasta la parada de camiones, esperando por el tuyo.
El transcurso fue tranquilo, por suerte no iba tan lleno y lograste conseguir un asiento para ti sola, sumiéndote en tus pensamientos para ver cuál era tu siguiente plan después de dicho fracaso. Habías perdido la cuenta de cuantas entrevistas habías tenido, pero todas con un mismo resultado negativo.
Bajaste en tu parada habitual, sorprendiéndote cuando lo viste ahí tomando asiento y con un abrigo extra reposando sobre su brazo. Cuando te vió, se levantó rápidamente y te recibió con los brazos abiertas, y sin dudar, fuiste hacía ellos y estrellaste tu rostro contra su pecho.
—Te dije que nos viéramos en casa, que estaría bien.—Tu voz sonó amortiguada contra su piel.
—Mm-mm, pero sabes que rara vez te hago caso.—Te separó lo suficiente para ver tu rostro y depositó un beso sobre tu frente.—Vamos a casa, podremos hablar allá.
Caminaron tomados de la mano y en silencio, comprediendo la situación. No te cuestionó, tampoco lo hizo cuando llegaron y te ayudó a quitar tu abrigo para ponerlo en el perchero junto con el suyo y se encaminaron a la sala en lugar de la cocina, deteniéndote cuando te percataste de ello.
—Pero tienes la cena preparada, deberíamos de comer.
—Pero me importas tú, ¿Crees que no te noté decaída? La comida puede esperar, pero primero necesito saber que es lo que ocurrió por tu expresión.
Bajaste la mirada y caminaste detrás suyo, tomando asiento de lado a lado hasta que sus muslos chocaron y él colocó su mano en dicha zona. No te presionó, solo observó como con cada segundo que pasaba tu expresión de tristeza volvía y como tus ojos se volvieron acuosos, llenando tus mejillas sin querer de lágrimas que no podías controlar y lo siguiente que supiste era como estabas sobre su regazo sollozando sobre su pecho mientras te aferrabas a su camiseta.
—Hey, todo estará bien, ¿Si? No tienes de qué preocuparte, aún estamos en una buena posición y jamás te obligaría a buscar empleo porque de primera mano sé que es un proceso difícil, también tuve muchas negativas, pero no me rendí y seguí buscando hasta que encontré en el que estoy actualmente. No digo que sea tu caso, pero a pocas personas les va bien a la primera, muchas se rinden a mitad del camino por lo mismo, unas lo dejan pasar y lo retoman después. ¿Por qué no te tomas un descanso de unos días? Te preparas mentalmente, no ensayes, no te acomplejes, solo déjalo fluir y estará todo bien, las cosas suceden por algo y a lo mejor aún no es tu momento para ello, ¿Está bien? No te sientas mal, ya encontrarás algo.
No podías contestar ante ello, solo te aferraste a su cuerpo y descargaste en él todo el estrés acumulado, recordando cada gesto de pena y lástima que recibías al no ser aceptada para el puesto, cada mensaje que llegaba a tu celular para rechazar tu oferta y cada mirada de los demás postulantes ante tu derrota.
Confiabas en sus palabras, así que también te aferraste a ellas con una mínima de ilusión. No era el fin, solo tendrías que descansar y pensar en tu siguiente plan.
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Miren, no me regañen. En serio, ayer iba a subir este imagina porque lo creí necesario, PERO me entró tanta flojera que hasta por pararme e ir por la laptop me ganó y como verán no lo hice (: . Además, vi a Hobi en el LP y wow, que buena calidad por wv aunque se me cayera a veces, todo good, ando procesándolo.
Como es habitual, ya vamos apróximadamente por la mitad de los imaginas, mi pregunta es... ¿Cuál o cuáles han sido sus favoritos hasta ahorita?
Les cuento que me metí a la subasta de la universidad y quedé en segundo lugar de 38, no peudo creerlo jsjs. Escogí el turno matutino porque eso de andar en la tarde como que no, ya veremos como me van en las madrugadas. Esta es mi última semana de clases ): ¿Pueden creerlo? Segundo semestre, wow. Próximamente les avisaré de mi próximo itinerario y como quedarán fijamente cuando actualice, esten atentos dentro de dos a tres semanas, nos vemos ¡!
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✎ Imaginas (III) ✓
AléatoireEfectivamente, estás leyendo bien, este es el tercer libro de imaginas ;) Inicio: 18/Mar/2022. Fin: 21/Dic/2022.