Te encontrabas estudiando para uno de los exámenes más importantes de tu carrera; llevabas días en completo estrés mientras tratabas de comprender todos los temas que vendrían, pero conforme el tiempo pasaba solo te sentías agotada y con ganas de aventar todo.
Las hojas en tus manos ya estaban completamente tachadas con diferentes colores de marcatextos por la información resaltada, y de hecho en una de tus manos había uno de color naranja abierto para subrayar la siguiente palabra cuando escuchaste la puerta de entrada siendo abierta.
Te acomodaste mejor en el sillón de la sala, percatándote de todo el montón de hojas que había a tu alrededor, las múltiples tasas y algunas plumas que rodaban por ahí. Soltaste un suspiro de cansancio por el desorden y alzaste la mirada al mismo tiempo que tu novio entraba por la puerta con una sonrisa y desprendiéndose de sus pertenencias.
Cuando lo viste cerrar la puerta y acercarse a ti solo querías estrecharlo entre tus brazos, pero el gran pendiente de estudiar te prohibía hacerlo porque estabas segura que te distraerías y dejarías todo botado, al final sentirías culpa y más si no lograbas aprobarlo, por lo que solo recibiste gustosa el beso en tu frente y lo viste alejarse a la cocina.
Él entendía cuán importante era este tipo de pruebas para ti, teniendo que mantener una beca que cubía casi el total de tu matrícula universitaria y dándote múltiples beneficios que facilitaban tu vida universitaria, sabías que no era algo que podrías desaprovechar. Por lo que cada que llegaba trataba de ser silencioso, preparar algo de comer para cenar juntos o simplemente haciéndote compañía mientras se ponía hacer sus propias cosas.
Escuchaste un par de trasteo desde la cocina y volviste a enfocarte en tus apuntes, terminando de subrayar la idea que anteriormente habías captado. Dejaste de escuchar todo lo de tu exterior, entiendo un par de ideas que te servirían para el examen y tratando de aún comprender otras, tanto era tu enfoque que no te diste cuenta cuanto tiempo había pasado hasta que escuchaste pasos aproximarse.
Recién salido de ducharse, él había decidido acercarse a ti con sigilo y cuando menos esperaste ya estaba metiéndose entre tus brazos, acomodándose de tal manera que su rostro estuviera pegado a la altura de tu vientre, subiendo una pierna a tu cuerpo y el resto reposando a tu costado. Sus brazos te rodeaban con fuerza, y te sorprendía que se hubiera acomodado de tal forma que no te hubiera movido en absoluto, solo sentías el peso extra en ti.
—¿Cómo te fue en el trabajo?—Sonreíste ante la acción, colocando el marcatextos sobre el respaldo del sillón y acariciando su cabello aún húmedo con tu mano libre.
—Demasiado cansado, hubo mucho trabajo hoy.—Se quejó con un suave suspiro, cerrando los ojos ante tu tacto.
Y lo entendías en cierta parte, trabajaba en una cafetería cerca de la universidad y era la temporada de invierno, a nada de culminar el semestre y entre sus propios pendientes universitarios y el trabajo lograban consumirlo por completo. Y qué más daba, lo único que agradecía eran los ricos postres que en ocasiones lograba llevar a casa y así pudieras degustarlos, amabas el menú que ofrecían en su trabajo.
—Temo decirte que así estará hasta que termine el semestre, pero ya se vienen las vacaciones y podrás descansar.
Asintió y bufó, de solo pensar que estaría igual de infestado el lugar por las próximas semanas le hacía querer renunciar, pero necesitaba el dinero y no pensaba darse por vencido.
—No te estoy molestando estando así, ¿No?
Negaste con un leve sonido y seguiste acariciando su cabello, de tal forma que terminó arrullándose sobre ti y lo siguiente que pudiste observar fue como tenía los ojos cerrados, con la respiración calmada y sus labios entreabiertos mientras lograba balbucear un par de cosas entre sueños. Enternecida por la imagen solo seguiste en tus hojas antes de que el sueño te venciera de igual manera, de tal forma que lo siguiente que se supo fue como las hojas habían quedado en el olvido sobre la mesita del centro y te arrullaste también sobre él, abrazándole mientras dormitaban uno contra el otro.
La noche pasó, y aunque al día siguiente sufrieron terribles dolores por la posición en la que se habían quedado, por lo menos apreciaban el momento en el que pudieron estar juntos después de días interminables y cansados.
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✎ Imaginas (III) ✓
RandomEfectivamente, estás leyendo bien, este es el tercer libro de imaginas ;) Inicio: 18/Mar/2022. Fin: 21/Dic/2022.