✚ Only love can hurt like this

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Habían pasado un par de días desde que no sabías donde se encontraba; Largos días de agonía y desesperación sin poder obtener ninguna pista del hospital a donde había sido transferido o siquiera tener comunicación con su familia.

Habías tratado de tener comunicación con su hermana, pero su celular mandaba directo a la contestadora y aunque habías ido hasta su casa con tal de poder verla, no lograste nada.

Estabas tocando el timbre de la gran casa donde su madre vivía, y aunque no era de tu agrado el lugar y probablemente no obtendrías nada, querías aferrarte de poder tener alguna pista que fuera útil o algo que revelara algo sobre su paradero. 

Tocaste repetidamente el timbre hasta que tu dedo se cansó y seguiste con la siguiente mano, sin perder la motivación. Habías visto el automóvil de ella, sabías que por lo menos alguien se encontraba ahí y tenías que ser escuchada, alguien tendría que salir a tu encuentro.

Y lo lograste.

—Perdón pero no estamos recibiendo...—Su habla se detuvo abrupta mente cuando se percató de tu presencia.

—Parece que estás de lado de tu familia y está bien, pero me hubiera gustado mínimo que hubieras anticipado sobre esto.—Reclamaste con el ceño fruncido, sin esperar verla frente a ti después de que no contestara a ninguna de tus llamadas.

Probablemente la hermana de tu novio era con la única que habías podido mantener una buena relación, pero ahora no parecía como tal.

—Por favor, debes irte en este momento.—Pidió con un tono bajo, aferrando sus manos al borde de la puerta.

—¿Por qué? ¿Acaso él está ahí? Necesito verlo, merezco saber como está.—Trataste de ver el interior de la casa, pero fue imposible.

—¡No! Por dios, mamá se lo llevó lejos, me temo que es demasiado tarde.—Por su gesto decaído, pensaste lo peor ante tus palabras.

—¿Qué? ¿A qué te refieres? ¿En dónde está?

Cerró los ojos y suspiró.—Te contaré esto porque mereces saberlo pero no podrás hacer nada, yo no pude detenerla y tú no podrás hacerlo porque ya cumplió lo que quería. Aprovechó tu distracción de ir a su departamento para sacar las cosas de mi hermano y tener tiempo de poder sacarlo del hospital a uno privado, pensé que lo dejaría ahí hasta que despertara pero cuando el doctor le confirmó que podría ser trasladado a una clínica fuera del país para las terapias que pueda necesitar por el accidente y sus lesiones, no desaprovechó la oportunidad y adquirió un lugar para él en la mejor clínica que encontró lejos de aquí. Ni siquiera yo sé en donde está, pero eso sucedió hace unos días, y si no te conté antes era porque yo misma estaba tratando de evitar que se lo llevara pero no pude hacer nada. Yo- lo siento mucho, en verdad, pero me temo que no puedo ayudarte a encontrarlo y la única persona que sabe de su paradero es mi madre. 

—¿Me estás diciendo que ni siquiera se encuentra en estos momentos en el país?—Te aferraste a la pared, necesitando apoyo de algo para recargar tu peso antes de que tus piernas fallaran. 

—Me temo que no, ni siquiera sé donde está mi propio hermano. Sé que mamá puede ser mala pero esto...

—¡¿Entonces lo qué está haciendo?! No le importa su hijo en absoluto, solo quiere lograr su objetivo de separarnos, su orgullo puede más que el bienestar de su familia y solo piensa en ella. Es egoísta, ella carece de ser una buena madre y deberías de verlo, ¡Ni siquiera sabes donde se encuentra tu propio hermano! ¿Qué clase de madre oculta esa información a su propia hija?—Reprochaste con un tono alto, necesitando sacar y aliviar el malestar que se formaba en la boca del estómago. 

✎ Imaginas (III) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora