★ Dejarte ir

2.1K 86 12
                                    

Si algo en esta vida era doloroso, era dejar ir a la persona que más amas para poder escapar con la persona que piensa entregarle su corazón. Y es que, ¿Cuántas veces no soñó con ser correspondido? ¿Cuántas veces no deseó que no estuvieras interesada más en aquel chico que solo se interponía en su camino? Pero, ¡Oh, sorpresa! Todo este tiempo era él quien se interponía a causa de sus padres que planeaban comprometerlos.

Pero esa sería una historia para más adelante.

Cuando empezó a desarrollar sentimientos hacía ti, tenía una mínima esperanza de que al final pudieran ser correspondidos, pero cuando el tiempo pasaba y tú seguías yéndote a escondidas para verte con tu novio secreto, él solo podía seguir la farsa e incubrirte.

Porque él consideraba que era lo único que podría hacer que significara algo para ti y pudieras notar su interés, porque no importaba si él salía lastimado de por medio porque se aferraba a una mínima esperanza en su pecho. Pero mientras se encontraban en aquel recital, mientras él ofrecía a su público una melodía que compuso hace unos meses atrás cuando se conocieron, era su forma de retratar sus sentimientos y hacértelos llegar de la mejor forma que él podía encontrar.

Pero cuando elevó la mirada y observó como lo mirabas, no era la misma mirada que ofrecías cuando mirabas a tu novio; Porque mientras a él lo mirabas con un brillo amistoso y más como si se tratara de un artista frente a ti, a tu novio lo mirabas con admiración y adoración, un aura totalmente diferente. 

Y para cuando terminó la melodía, bajó la mirada totalmente decepcionado de ello, esa había sido su última oportunidad de abrirse ante ti y había sido en vano. Pero, ¿Qué más podría hacer? No era como si pudiera obligarte a amarlo, porque aunque sus padres de esa manera lo desearan, él no quería nada que resultara lastimarte en el proceso

Era momento de dejarte ir. 

Por lo que, cuando salió del escenario después de una ronda de aplausos y gritos de admiración, decidió pensar en las siguientes palabras que te diría antes de que llegaras a su encuentro. 

—Bien, tu puedes, lo lograrás.—Se animó a si mismo, guardando el instrumento en su estuche y preparándose para salir al pasillo cuando te vio avecinarte con una sonrisa en tu rostro. 

Pero aquella sonrisa no era del todo sincera, y sabía el porqué.

—¡Lo hiciste genial! Realmente me quedo asombrada con tu habilidad de manejar ese instrumento, parece tan fino y delicado que temería romperlo.—Bromeaste cuando llegaste a su lado y envolviste tu mano con su antebrazo, pero se alejó.—¿Sucede algo?

Soltó un suspiro angustiado y bajó la mirada a donde el estuche descansaba sobre sus manos. Era el momento adecuado.—Si quieres alcanzar ese avión, te recomiendo que te vayas ahora.

—¿Qué?—Cuestionaste sorprendida ante su comentario.

—Lo que escuchaste. Él te está esperando en este momento para que puedan escapar juntos, lo hablamos y le dije que yo me haría cargo a partir de aquí mientras ustedes se van fuera del país lo más pronto posible, es tu momento de irte.

Te quedaste perpleja ante sus palabras, ¿Cómo sabía que tu novio se iría? Estabas triste por ello porque no habías podido tener la oportunidad de despedirte, pero no imaginaste que ellos dos hubieran tenido comunicación por los términos en los que se encontraban.

—Yo...

—Está bien, es tu momento de poder ser libre, alguno de los dos tenía que hacerlo ¿Verdad?—Mostró una sonrisa que carecía de un brillo de felicidad y señaló la puerta detrás suyo.—Llegó la oportunidad de que te vayas o perderán ese vuelo, yo me haré cargo a partir de aquí, ¿Si? Solo no olvides mantenerte en contacto o yo mismo iré a donde sea que se encuentren para hacer que están bien, ¿Entendido?

Sentiste tus ojos llenarse de lágrimas, sin poder creer todo lo que decía.—Pero, nuestros padres...

—Estarán bien, se enojarán pero el enojo no es eterno, además pienso irme lejos de aquí de igual manera y esta puede ser mi excusa perfecta. Encontré una buena academia de música que están interesados en mi trabajo y me pidieron ir a unas asesorías, tienen un buen plan y creo que podría escapar hacía allá. 

Las palabras no salía de tus labios, no sabías que pronunciar con exactitud porque nada parecía lo suficientemente relevante ante los sentimientos que tenías en ese momento, por lo que optaste lo único que te pareció adecuado: un abrazo. 

—Eres un buen chico, y en serio, cuánto quisiera poder corresponder tus sentimientos porque sé lo sinceros que son, pero me temo que las circunstancias no nos favorecieron. Sé que cumplirás todos tus sueños y encontrarás a aquella persona que merezca tu afecto, pero esa no soy yo; Te quiero y deseo lo mejor, y con esto solo puedo decirte que estaré agradecida eternamente contigo, así que gracias por darme esta oportunidad.—Te separaste lo suficiente para depositar un beso en su mejilla y retrocediste con una sonrisa.—Te llamaré tan pronto como despegue el avión, deséame suerte.

—No la necesitarás.—Te guiñó el ojo y reíste ante la acción, comenzando a retroceder de su alcance. 

Fue cuando empujaste la puerta de cristal, cuando volteaste hacía atrás y lo viste sacudir su mano en señal de despedida. Sabías que él te estaba dejando ir y te dolía, pero no era justo para ninguno de los dos quedarse con una persona que no podía corresponder sus sentimientos de la forma esperada. 

Tenías únicamente ojos para aquel chico castaño, y ahora solo ansiabas por poder estar a su lado sin restricciones ni padres que se interpongan en su relación. 

Había encontrado en ti a la persona correcta, pero en el tiempo equivocado. Porque, muy en el fondo, si las circunstancias hubieran sido diferentes, ustedes realmente habían podido tener una oportunidad.

Y cuando te vio subirte en aquel taxi sin voltear atrás una segunda ocasión, sintió como la primera lágrima rodó sobre su mejilla y la apartó con la manga de su chaqueta antes de que alguien pudiera verle. 

Y fue cuando se dió cuenta que uno no elegía a quien amar.

Y también se dió cuenta de que uno tampoco podía escoger el por quién ser amado. Ninguno estaba en la elección del otro, y solo esperaba la terrible resignación cuando se entiende que no hay una lucha que puedas ganar cuando nunca se tuvo un enfrentamiento válido como tal.

Ignoró las llamadas entrantes en su celular cuando se percató que se quedó ahí el tiempo suficiente como para saber que notaron su ausencia, y con un nuevo propósito en la mente, caminó hasta la salida en busca de su propia escapatoria. 

Solo deseaba que todo saliera como lo planearon, y si de esa forma surge, podría olvidar sus sentimientos hacía ti. 

________________________________________________________

Que bien se siente regresar <3. 

✎ Imaginas (III) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora