✎ Imaginas (III) ✓

★ Don't

N/A: En el anterior libro había un imagina bajo el mismo nombre, aclaro que no será continuación del anteriormente mencionado, podrán tener una trama con una idea parecida pero son escritos en diferente tiempo y diferente percepción. Sin más, disfruten de la lectura.

Casarte probablemente era una de tus aspiraciones principales; Soñabas con poder formar una relación estable y agrandar su familia a más de dos integrantes. Cuando llegó él creías que todos aquellos anhelos con los cuales suspirabas cada noche antes de ir a dormir y en la cual podías pasar horas pensándolos se cumplirían, porque no tenías ojos que no fueran para él.

Pero al final todo eran ilusiones, y ustedes no encajaban como realmente imaginaron.

—¿No deseas formar una familia? Ya sabes, ¿Nunca has soñado con casarte? No exactamente conmigo, verdad...—Hablaste con un leve rubor en tus mejillas de solo imaginarte a ti y a él con sus trajes el día de la boda, parecía una nueva meta en tu vida.

Te sorprendió verlo soltar una carcajada y negó.—Yo no pienso casarme, detesto la idea de solo imaginarlo. ¿Me ves como alguien que desea casarse? Es demasiado formal para yo hacerlo, un compromiso más y ni hablar de los gastos, es innecesario si al final de cuentas van a terminar divorciándose. 

—¿Qué? ¿Realmente piensas eso sobre casarse, tan mala percepción tienes?

—Es una pérdida de tiempo que no pienso invertirlo y tirarlo a la basura, prefiero hacer otras cosas mucho más interesantes que llegar al altar y jurar amor eterno cuando nada lo es en realidad.

—Pero si amas a esa persona lo valdrá, es una unión que puede reforzar la relación. Prácticamente es formalizar su unión y tendrían buenos recuerdos, ¿Por qué no soñar con un momento tan bello como ese? No tiene que terminar de mala manera.

—El amor no es eterno, cariño. En cambio, solo es un sentimiento que desaparecerá con el tiempo.

Cuando tomó tu mentón y sus ojos conectaron con los tuyos, podías ver que todo lo que decía era verdadero y solo te lastimó más. ¿Él no creía que lo de ustedes duraría? ¿Era pasajero?

—¿Eso crees de nosotros?—Cuestionaste con un tono bajo, temiendo por su respuesta.

—Yo te amo en este momento, pero no puedo seguir que será eterno. ¿Tu crees en esos cuentos de hadas sobre las relaciones y el casamiento? Porque no puedo ofrecerte un final de princesas, así que no esperes eso de mí.

—Pero todo lo que hemos compartido, ¿No crees que es sincero y que pueda perdurar?—Cuando lo viste levantarse del sillón de tu lado, te sujetaste a su muñeca, esperando su respuesta. 

Soltó un suspiro y de un tirón rompió el agarre.—Si eso buscabas de mí, me temo que no puedo dártelo. Y si piensas que puedo cambiar de opinión, temo decirte que no lo haré porque estoy firme bajo esta postura, no puedo prometerte casarme contigo y vivir bien porque eso no lo anhelo. Si este es el caso, teniendo aspiraciones tan diferentes, entonces no podremos seguir de esta manera porque no llegaremos a nada.

—¿Qué quieres decir con ello? ¿No poder seguir con qué?

—Si no puedes respetar mi postura, entonces es mejor que terminemos. Solo terminaremos lastimándonos, perdón.

Lo viste alejarse de la sala por el pasillo y una de las puertas de las habitaciones resonó por el lugar. Te quedaste viendo el lugar donde anteriormente había estado y sentiste tu pecho apretarse ante la fea sensación que te abrumaba al escuchar sus palabras.

¿Cómo habían terminado de esa manera?

(...) Tiempo después

La invitación que reposaba sobre sus manos temblaba ligeramente por las sacudidas que recorrían por su sistema al ver los nombres grabados en el papel con bonita caligrafía.

Te ibas a casar, pero no con él.

Habías seguido con tu vida mientras que él se había quedado estancado entre la miseria y la agonía que lo acompañaba desde que decidiste irte lejos de él.

Pero sabía que había sido su error y ahora pagaba las consecuencias. Y de igual manera, cuando se volvieron a ver y te vio más radiante que nunca pero acompañada de un hombre que sin duda alguna demostraban estar felices y enamorados, entendió que todo lo que provocó estuvo mal.

No había un solo día en que no te extrañara. 

—¿Qué es eso?—Preguntó su compañero de piso mientras miraba sobre su hombro.

—Se va a casar.

—¿Quién?

—Ella, realmente se va a casar.

—¿Y no era lo que ella quería pero tú no?—Frunció el ceño confundido ante sus palabras.

Volteó a verlo con una expresión seria.—Yo, no lo sé... Temía al casamiento pero uno puede cambiar de opinión, ¿No? ¿Uno cambia? Sí, yo cambié, yo puedo decirle y evitar esto porque yo la sigo amando y puedo demostrarle que cambié, que quiero pasar mi vida con ella y que me arrepiento de mis palabras.—Parecía desesperado mientras sostenía y estrujaba la invitación con demasiada fuerza, arrugándolo. 

—Amigo, ella siguió con su vida y ahora se casará con el hombre que encontró y con el cual tiene aspiraciones similares a las suyas. Ella te amó en una etapa de su vida pero te dejó ir porque si seguían solo se iban a a lastimar o eso le hiciste creer, ahora que la ves tan emocionada por su boda y que no es contigo te diste cuenta de tus errores, ¿Por qué quieres mancharle este momento con el cual siempre soñó? Tu tiempo pasó y ahora otra persona tiene su corazón, perdiste la oportunidad y debes de resignarte a eso. 

—Pero ella me amaba, ella tenía esos planes conmigo.

—Tú lo dijiste, amaba y tenía, ambos en tiempo pasado.—Palmeó su hombro y salió de la sala mientras lo dejaba mirando el papel arrugado en sus manos.

—Y yo la sigo amando como en el primer momento.—Susurró hacia la nada y el papel cayó de su agarre con un ruido sordo al piso.

Había cometido errores, pero jamás podría perdonarse aquel que cometió hace tanto tiempo atrás al decirte y herirte con sus palabras, mas no había vuelta atrás y se resignaría a ello si eso te hacía cumplir todos tus sueños con la persona que creías indicada.

Aunque él lo había sido por una temporada y no lo supo aprovechar. 

"—No puede acabar esto así, no puede ser este nuestro final.—Susurraste con pesar, queriendo aferrarte a su agarre.

—Es lo mejor y lo sabes.

—No puedes irte de esta manera, no entiendes el daño que vas hacer. No nos destruyas, esto te romperá a ti también.—Exclamaste con los ojos llorosos y la vista nublada, pero te negabas a soltarlo.

—Haces esto más difícil, por dios.—Gruñó en respuesta y emitió una mueca.

—No te vayas, por favor.

Envolvió sus dedos alrededor de tu muñeca y retiró tu agarre de su piel, como si esta quemara.—No hay vuelta atrás, luego me lo agradecerás y solo pensarás que fue lo mejor.

—Por favor, no.—Susurraste cuando lo viste salir del departamento que compartían y cuando la puerta sonó, el primer sollozo salió de tus labios.—Quédate aquí, no te vayas. No te alejes, sé que esto no ha terminado porque me niego a que sea de esta manera. Sé que son cosas que no querías decir realmente, solo fue eso.—Te aferraste al agarre en tus piernas y ocultaste tu rostro en estas, esperando que todo fuera una pesadilla.

Pero jamás despertaste, esa había sido tu realidad y la habías tenido que asumir en contra de tu voluntad, sin esperar lo que te depararía el destino."