Especial

741 61 36
                                    

"Él chico del que me enamoré"

Muchas personas suelen describir el amor como aquellas "mariposas" que sientes en el estómago, algunos podrían poner de ejemplo las películas de Disney, o tal vez Romeo y Julieta.

Cada persona tiene su manera de describir el amor dependiendo de como lo viva.

En este momento, mi amor, está caminando a mí lado mientras toma fotos del lugar que está decorado con adornos navideños propios de la época en la que estemos.

Acomodé mejor el estuche con la guitarra en mí hombro, porque aunque son sus pertenencias las terminé cargando yo.

- Estoy esperando el momento en que te sientes en alguna banca y te pongas a tocar la guitarra para conseguir dinero.- Comentó.

- No se tocar la guitarra.- Menti con descaro.

Él volteo y rápidamente me tomó una foto, cerre los ojos por lo repentino del flash.

- Es como si me dijeras que no sabes coreano.- Alzó una ceja.

- De hecho aún no lo dominó.- Acomodé mí cabello.- Y tú tampoco.

- Nunca dije que lo hiciera.- Se alzó de hombros.- Somos una pareja de extranjeros perdidos en otro país.

- Nunca lo había pensado de esa manera.- Confesé.- Apenas reaccionó que ninguno de nosotros dos es coreano.

Él dió un pequeño golpe en mí frente.

- Vives en las nubes.

- Así de mal me tienes.- Sonreí.

- No me hagas responsable de lo tonto que eres.- Se rió.

- No seas cruel conmigo, Kousei.

Sus ojos se abrieron por la sorpresa de como lo llamé.

- Hace mucho que nadie me llama así.- Murmuro.

- Es un lindo nombre.- Sonreí.

- Obviamente, mí mamá tenía un buen gusto.- Contestó orgulloso mientras alzaba su muñeca dónde está la pulsera.

- ¿Que nombre te gusta más?- Cuestione.

- Creo que ya sabes la respuesta.- Guiñó.

Cuando somos extranjeros, al país al que vamos buscamos un nombre que sea fácil de pronunciar para esa población, pero en nuestros documentos oficiales siempre tendrán nuestro verdadero nombre.

En este caso, todos lo conocen como "Choi Yeonjun", pero en realidad su nombre es Choi Kousei.

- Vamos, vamos.- Jaló de mí brazo.- Necesito comprar nuevos plumones.

- Tener plumones está bien, tener más de 230 ya es avaricia.- Contesté mientras lo seguía.

- Amor, nunca son suficientes plumones.- Negó lentamente.

- Tienes una adicción por comprar esas cosas.

- Steve, se supone que deberías decirme: "Amor, mi vida, mi cielo, yo voy a comprarte todo lo que desees".- Bromeó.

- ¿Me ves cara de cajero automático?- Alcé una ceja.

- Claro que sí.- Cubrió con sus manos su boca en un torpe intentó de ocultar su sonrisa de burla.

- Kousei, eres muy malo conmigo.- Lo abracé.

Él correspondió mi abrazo y se puso de puntillas para darme un pequeño beso en los labios.

- Te quiero mucho, Steve.- Murmuro con sus mejillas sonrojadas.

- Yo también te quiero, Kousei.- Sonreí.

𝐏𝐨𝐩𝐮𝐥𝐚𝐫𝐞𝐬 𝐯𝐬 𝐑𝐞𝐜𝐡𝐚𝐳𝐚𝐝𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora