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¿A esto se refería Emma?

No podía mover mi cuerpo a voluntad, lo intente, pero tenía una sensación horrible.

¿Los omegas podíamos llegar a ser tan vulnerables? Me sentí asqueado por esta sumisión que me estaban imponiendo.

-Si que eres una fierecilla. - Escuche al alfa que me había detenido, se iba acercando lentamente a mí, como disfrutando el momento. - Es raro encontrar a una preciosura como tú. - Su mano fue a parar a mi mentón y luego se deslizo a mi cuello.

Que asco.

-A pesar de tu posición me sigues viendo de esa manera. - Se burlo. - Tu aroma es simplemente delicioso.

-Oye, no es justo que te lleves toda la diversión. - Uno de los alfas que vencí se puso de pie.

-Ustedes perdieron, ahora es mío. - Gruño y vi como los otros sujetos agachaban la cabeza. - Vigilen que nadie interrumpa mientras me divierto, si lo hacen bien tal vez deje que jueguen con el cuándo me aburra.

La sonrisa en los tipos fue inmediata, me dieron un último vistazo, los bastardos se relamieron los labios y se fueron.

Al ya estar solos, el tipo se alejó un momento de mí y camino en círculos mientras me examinaba.

-Quítate el parche.

Me intente resistir, pero a los segundos mi cuerpo ya se había cumplido la orden y lo había tirado al suelo el parche.

-No te resistas. - Susurro, mi piel tembló. - Un omega no debería usar esas porquerías. - Sentí su respiración detrás de mí, soplo cerca de mi zona de marcaje. - Mierda, realmente me estas invitando a que te marque. - Lamio esa zona.

Que asco, que asco, que asco.

-El que te sigas resistiendo me prende aún más. - Sentí alivio al verlo nuevamente frente a mí. No deseo que me marque.

Su mano se coló por debajo de mi camiseta, su mano estaba fría y al contacto con mi piel caliente me hizo estremecer.

¿Caliente? ¿Por qué estaba caliente?

-Estas reaccionando a mi toque. - Se burlo. - Sabia que me deseabas. No te preocupes precioso, puedes hablar.

-Suéltame. - Le gruñí. - Me da asco que me toques.

-Así me gusta, que se resistan. - Beso mi cuello.

-¡Déjame, mierda! - Grite, el tipo solo se reía de mis palabras.

Con ambas manos agarro mi trasero y lo apretó.

Sentí miedo, mordí mi labio, a pesar del miedo me negaba a mostrarme vulnerable delante de este sujeto, mi cuerpo quemaba en los lugares donde tocaba, deseaba devolver lo poco que había comido en estos días.

-¿Ya no vas a pelear? - Lo dijo en un tono infantil. - Apuesto que ya te gusto como te estoy tocando.

La sonrisa que me dio me enfermaba, deseaba tanto moverme, si no fuera un omega hace mucho que lo habría golpeado.

-Hijo de puta. - Solté, para luego escupirle. Su sonrisa se amplió.

-Cierra la boca. - Su voz me hizo temblar, esa sonrisa era cruel. - Te enseñare modales. - Fue un golpe seco en la mejilla. - Pórtate bien y lo disfrutaras. - Lamio la zona golpeada.

Su mano pellizco mi pezón por encima de la ropa.

Tenía miedo.

Ken-chin.

Intente desconectarme del mundo, no quería ser consciente de lo que en unos momentos pasaría.

Un olor familiar llego a mi nariz.

Al poco segundo, cerca de nosotros cayo el cuerpo de uno de sus amigos.

-Que demo-

El alfa fue lanzado lejos de mí, ver su cuerpo chocar con el suelo me causo alegría. No podía ver bien por la oscuridad y recién pude notar que había estado llorando silenciosamente.

-¿Estas bien? - Asentí, el recién llegado puso su chaqueta sobre mis hombros. Se puso delante mío, podía ver su alta figura y su ancha espalda.

Shin-nii

-Consíguete tu propio omega. - Ese sujeto ya estaba de pie.

-Quiero ver que te acerques, hace mucho que no golpeo a escoria como ustedes, espero me entretengan. - No era la voz de alfa, pero aun así se sentía la autoridad. Limpie las lágrimas de mis ojos solo para ver como esos tres bastardos estaban en el suelo inconscientes. - Tch, son solo basura.

El alfa seguía dándome la espalda, podía oler perfectamente su aroma por la chaqueta que me puso, este olor.

¿Era un espejismo?

Volteo y se acercó a mí, debo estar alucinando, esto no podía ser verdad.

-¿Mikey? Pero q-

-¡Shin-nii! - Me lance a sus brazos, era mi hermano, mi hermano, ese aroma. Me cegué y me aferré a mi salvador. - Shin-nii, tenía miedo. - Las lágrimas volvieron a aparecer, podía llorar, mi hermano estaba conmigo, me había salvado.

Me cargo en sus brazos, su toque era dulce, me sentía tan seguro. Su aroma me cubrió por completo, no me contuve, con mis brazos rodeé su cuello y enterré mi rostro en este, aspirando su aroma y sollozando como un niño pequeño.

Una enorme mano acaricio mi cabello.

-Estas a salvo.

-Shin-nii, no vuelvas a dejarme. - Apreté mi agarre con más fuerza.

Nos quedamos unos minutos en el mismo lugar, mis ojos pesaban, tenía sueño. Me negaba a dormirme, si esto era un sueño no quería despertar, quería seguir al lado de mi hermano.

-Descansa. - Susurro.

-No quiero que me dejes.

-Cuando despiertes estaré a tu lado.

Lo llame por última vez antes de perder la conciencia.

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Hola! Les saluda Ale, bueno, nuevamente no puedo decir lamento la demora porque no me demore xD el capitulo es corto, espero les guste. Estaba leyendo los comentarios y nadie le atino a quien iba a salvar a Mikey. Por si acaso, Shinichiro no salvo a Mikey, es otra persona. 
¿Opiniones?


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