Mi lugar (Drakey)

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Resople mientras abría lentamente los ojos, mi vista era borrosa, mi cuerpo estaba entumecido y sentía que todo ardía, por favor que pare, quería gritar y llorar, lo que sea con tal de que esta horrible sensación se fuera.

-Ag-gua. - Solté entre jadeos o tal vez fue un sollozo.

-Aquí tienes Ken. - Un vaso con agua fue llevado con cuidado a mi boca y pude beber sin dificultad.

-Ma-samichi-san. - Esta vez estaba seguro de que estaba llorando. - Por fa-vor ha-ga que se detenga.

-Ten, esto te ayudara. - Llevo una pastilla a mi boca y me la trague sin dudar. - Lamento la demora, no tengo los supresores inyectables.

-¿Supresor? - El malestar no cedía y rece internamente porque ya se detuviera.

-Ken, te acaba de venir tu primer celo. - No pude mostrarme sorprendido, el dolor invadía toda mi mente.

-Lo odio.

-Lo sé, el primer celo de un alfa es horrible, a mí me paso lo mismo. - Masamichi-san quito el paño ya seco de mi frente y lo remojo en agua para luego volver a ponerlo en mi frente, sonreí, se sentía bien. - ¿Mejor?

-Si.

-No te preocupes, el supresor te ayudara. - Acaricio mi cabello con gentileza y gemí del gusto, poder sentir este tipo de contacto es reconfortante, me hacía creer que tenía un padre a mi lado. - Intenta dormir, el celo solo va a durar un día, aunque con el supresor que te di te sentirás mejor en un par de horas.

Volví a susurrar un si como respuesta y unos segundos después el mayor salió de mi habitación dejándome solo. Por fin llego mi segundo género, así que era alfa, no lo esperaba, se supone que los alfas son la elite en este mundo y no esperarías algo así de un huérfano que vivía de arrimado en un burdel.

Que asco que mi segundo genero aparezca a los 8 años, fue el último pensamiento que tuve antes de poder dormir.

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-¿Kenny es un alfa dominante? - Me detuve al escuchar la horrorizada voz de Remi.

-Silencio, te puede escuchar. - El aroma de Masamichi-san era agrio e insoportable, no me gustaba.

-¿Estás seguro?

-Le di dos supresores y la fiebre no bajo, eso significa que los supresores de alfas normales no hacen efecto en él. - El aroma de Remi se dejó sentir en toda la habitación, me cubrí la nariz, odio esto, el burdel está lleno de feromonas y me hacen sentir asqueado.

-¿Qué haremos? Sera peligroso para Kenny quedarse aquí. - Me apoye en la pared, mi corazón bombeaba raquíticamente, me iban a echar de aquí, iba a quedar en-

-Averiguare más de los alfas dominantes, es raro ver uno. - Quise soltarme a llorar al sentir el aroma de Masamichi-san, este cambio totalmente y me sentí seguro. - Por el momento dile a las chicas que solo recibirán a betas, explícales la situación, ahora vuelvo. - Los pasos venían en mi dirección, no me moví, mi cuerpo seguía sin responderme. - Ken. - Susurro y mi cuerpo tembló.

-Yo. - Se me hizo un nudo en la garganta. - Lo siento... - Masamichi-san se agacho y me envolvió en sus brazos. - Perdón, yo no quería. - No pude evitar que las lágrimas salieran, tenía mucho miedo.

Las feromonas del mayor me envolvieron en totalidad, mi cuerpo reacciono y me aferre con fuerza a su ancha espalda mientras me soltaba a llorar.

-No tienes por qué disculparte. - Susurro en mi oreja. - Averiguaremos como controlar tus feromonas. - A pesar de lo dicho seguí disculpándome mientras era arrullado por Masamichi-san. - Ken, no es tu culpa.