Mi lugar (Drakey)

21

-Huele muy bien, ¿Abuelo que tenemos para desayunar?

-Yo no estoy cocinando. - El abuelo estaba sentado en la mesa leyendo su periódico.

-Entonces... ¿Quién?

-¡Buenos días Emma! - Mikey apareció con una gran sonrisa en los labios y dos platos de arroz en la mano. - Quería dejarte dormir un poco más así que prepare el desayuno.

-¿Puedes cocinar? - Eso era raro, la última vez que entro en la cocina termino en desastre. Bueno, no es como si yo me hubiera esforzado en enseñarle.

Sabía que estaba mal, pero seguía celosa de Mikey, Ken siempre estaba al pendiente de él, para el alfa solo existía Mikey. Me mordí el labio, no quería eso.

-Un amigo me enseño. - Su aura había cambiado por completo, sin contar que siempre tenía un leve olor a feromonas de un alfa que desconocido, solo deseaba que ese "amigo" del que hablaba ya concretara algo con Mikey.

Si el comienza a salir con un alfa entonces Ken comenzara a fijarse en mí.

El desayuno que el omega hizo se veía y olía delicioso, el abuelo fue el primero en probar la sopa de miso y exclamo que realmente lo estaba. Con miedo llevé a mi boca una verdura y maldije por dentro, realmente estaba rico.

-Qué bueno que les guste.

-¿No vas a quedarte a comer? - Pregunto el abuelo al ver que dejaba el delantal, Mikey respondió con un suave "No". - ¿Y ese lugar que pusiste?

-Es para Ken-chin. - A pesar de que intentaba mantener su sonrisa se podía notar claramente su semblante triste. - Es fin de semana, seguro vendrá a ver a Emma, ¿No? - Se dirigió a mí.

-S-sí. - Respondí lo más segura que pude. - Me dijo que vendría por mi para salir.

-Me alegro, ya debo irme. - Se acerco a la puerta. - Abuelo, me quedare a dormir en la casa de un amigo, volveré mañana en la noche.

-Ve con cuidado.

-No te preocupes.

Quedamos solos, el ambiente era pesado, el abuelo y yo comíamos en silencio.

-Emma. - Me llamo suave.

-¿Sí? - Temía lo que me podría decir.

-Deberías decir la verdad. - Agache la cabeza, la comida era deliciosa, pero me sabia horrible, Mikey no se merecía esto.

-Lo sé.

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-¡Ya llegué! - ¿Desde cuándo escuchar esa estridente voz se volvió tan normal? - Tai-nii tengo hambre, vine sin desayunar.

-Y sin peinarte.

-Tenía prisa. - Soltó esa risa fingida que ya se me hacía fácil de reconocer.

-Primero come y luego te ayudare con tu cabello. - Puse delante del enano el desayuno que ya había preparado para el con anticipación, ¿Desde cuándo lo hacía? No lo sé, simplemente cuando me daba cuenta ya estaba preparando dos porciones de comida y no una.

-Muchas gracias por la comida. - El enano se metió una gran porción de arroz en la boca, me dio gracia ver que se parecía a un hámster con esas mejillas repletas.

-¿Le avisaste a tu abuelo que te quedarías? - Me senté frente a él con una taza llena de café, aún era temprano.

-Si lo hice, incluso le preparé el desayuno. - Inflo el pecho orgulloso. - Ojalá hubieras visto la cara que puso mi abuelo cuando me vio cocinando, fue muy gracioso. - Por fin mostro una verdadera expresión de felicidad.

-¿Por qué no desayunaste con él? - Agacho su cabeza.

-Ken-chin no tardaría en llegar a buscar a Emma.

Ese bastardo.

-¿Aun no te sientes listo?

-Sus feromonas son muy fuertes. - Bufo. - Incluso en la escuela, a pesar de que no estamos juntos puedo sentir su aroma. - Ese maldito.

-Me gusta que te veas feliz pero no puedes seguir huyendo.

-Lo sé. - Odiaba ver al omega cabizbajo, definitivamente quería partirle la cara el imbécil de Ryūguji. - Pero es que Ken-chin tiene la culpa, solo son sus feromonas las que me descontrolan, lo peor es que parece que solo a mí me afecta, los demás omegas se ven como siempre.

Era porque el alfa de ese tipo estaba llamando a su omega, por eso solo le afectaba al enano.

-No entiendo porque pasa esto, él dice que no somos destinados así que su aroma no debería afectarme tanto. - Hablo entre dientes.

-Ya te dije que eso no tiene nada que ver.

-¿Cómo estas tan seguro? - Mikey me frunció el ceño. - Hablas como si ya conocieras a tu destinado.

-Lo conozco. - Alce los hombros desinteresado, la expresión de sorpresa del rostro del omega era indescriptible. - Por ese mismo motivo te aseguro que puedes controlar tu instinto.

-No me dijiste que conocías a tu destinado.

-No es algo relevante.

-¿Cómo qué no? ¡Es tu destinado! Se supone que deberías estar con él... ¡Espera! - Se puso de pie. - ¿No me digas que es Takemicchi?

-¿Hanagaki? Si él es beta.

-¿De qué hablas? Él es omega.

Lo mire desconcertado, Hanagaki no podía ser omega, en la batalla de Navidad su cuerpo no desprendía ningún olor y no tenía un parche que indicara que era un omega.

-No le vi ningún parche de olor.

-No es necesario, su aroma es muy débil, pasa desapercibido.

-Eso es ridículo.

-Luego hablaremos de Takemicchi, Tai-nii háblame de tu destinado, ¿Por qué no están juntos?

-Nunca nos gustamos. - Era un tema del que normalmente huía de hablar, pero era el enano quien preguntaba, no desconfiaba de él. - Yo estaba más concentrado en derrotar a las otras pandillas que no lo note, incluso lo golpee.

-¿Qué?

-Me vino a buscar pelea.

-¿Golpeaste a tu destinado?

-Sigue siendo un chico. - Bufé y di un sorbo a mi café. - Y no me habia dado cuenta que era mi destinado.

-¿Cómo no te ibas a dar cuenta?

-No lo sé, pensé que era lindo, pero al ver que quería pelear me olvidé por completo de eso y luche.

-Eres un idiota.

-Te dije que los alfas somos idiotas.

-No, esta vez me dirijo a ti, tú eres el idiota. - Golpeo su cabeza. - ¿Estás seguro que es tu destinado? - Asentí. - Seguro te equivocaste, si no reaccionaste al inicio entonces es porque no lo es.

-Estoy completamente seguro que lo es.

-¿Por qué?

-Porque cuando fue marcado sentí que me iba a morir. 

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Buenas noches! Les saluda Ale :D Por si alguien esperaba el capitulo ¡Aqui esta! lamento mucho la demora, el maratón de Segunda Oportunidad me tomo mas tiempo del que creía, pero ahora prometo no demorarme. Muchas gracias por los comentarios, me motivan a seguir <3 

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