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-Takemicchi~, ¡Mi ropa! - El rubio no demoro en dar alcance a Mikey. - Gracias. - Le sonrió. - Ya vuelvo. - En esta ocasión se dirigió a Taiju.

Mikey desapareció por los arbustos del lugar para cambiarse. Mientras en el estacionamiento, los alfas de la Toman seguían estupefactos por lo que acababa de ocurrir.

¿Qué hacia su líder con Taiju Shiba? Fue lo que todos se preguntaban. Hanagaki veía con temor al alfa sentado en la Harley, despacio fue retrocediendo, el menor aun recordaba como el alfa lo habia golpeado en la pelea de Navidad y no deseaba ser atacado otra vez.

-¿Qué haces con Mikey? - Fue el subcomandante de la Toman quien salió primero de su estupor, los otros miembros aun seguían idos. El alfa no dudo en acercarse al mayor.

-¿No lo dije? - Soltó el humo del cigarro cerca al rostro de Draken. - Vine a traer a su líder.

Draken estaba molesto, Mitsuya y Baji corrieron a donde se encontraban los dos alfas a intentar evitar la próxima pelea, pero fue una cantarina voz quien los detuvo, los presentes dirigieron su mirada de donde provenía tan melodiosa voz.

Mikey habia salido de los arbustos, se encontraba con su ropa de comandante ya puesta, al haber estado entre la maleza su cabello se encontraba despeinado y varios mechones caían sobre el pequeño y hermoso rostro del omega.

-No les di permiso para que pelearan. - La sonrisa de Mikey no era sincera, era claramente una amenaza para los presentes.

Todos los integrantes de la Toman se tensaron o bueno casi todos, Draken no estaba para nada feliz, el que Mikey defendiera al mayor solo le hacía hervir la sangre, pero lo pensó mejor y se tranquilizó, Mikey seguía siendo su comandante y debía obedecerle. El alfa centro mejor su vista en el omega, su cabello desordenado lo hacía ver más hermoso para los ojos del alfa, pronto la furia desapareció y el rubio solo podía sentir añoranza, rememoro su último encuentro con el omega y decidió tomar su posición como su subcomandante.

Mikey caminaba a la dirección donde se encontraban ambos alfas, tenía la cabeza bien en alto, su porte confiado y esa serena sonrisa hacía que a más de uno se le cortara la respiración, el que Mikey sea oficialmente un omega no le hacía menos, Mikey aun podía desnucar a quien deseara con una de sus famosas patadas.

Draken camino directamente hacia al omega con la intensión de llamar su atención, tanto tiempo lejos hacía que el alfa se encontrara desesperado.

-Mikey tu. - El omega paso de largo, no le dirigió ni una mirada al rubio. El mayor volteo sorprendido solo para ver como el pequeño rubio se detenía frente a Taiju Shiba.

-Péiname. - Ordeno el menor.

-Enano, eres un desastre. - Bufo el alfa, pero aun así tiro el cigarro que tenía en la mano y agarro delicadamente las hebras doradas del omega.

Mikey cerró los ojos disfrutando del contacto del mayor, los demás presentes seguían estupefactos.

-Suban, en un momento los alcanzo.

-No. - Gruño Draken.

Mikey abrió los ojos, no se veía feliz.

-No fue una pregunta, es una orden de tu comandante.

Draken no se dejaría intimidar, mando a la mierda sus recientes pensamientos, si Mikey deseaba pelear entonces pelearían.

Cuando estaba por acercarse a la pareja, grande fue su sorpresa al ser detenido por Hakkai y Baji, cada uno agarro un brazo del más alto y lo intento jalar.

Mi lugar (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora