Mi lugar (Drakey)

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-¡Te dejaste marcar!

-Draken, cálmate. - Ed es un idiota, decirle a alguien que se calme nunca funciona.

-¡Tu cállate, Baji! - Rodé los ojos, el comportamiento de Ken-chin dejaba mucho que desear.

Ed y Ken-chin comenzaron a forcejear, realmente los alfas dominantes son unos idiotas, bueno, todos menos Taiju Shiba.

Me dijo que podía ir a visitarlo, ¿Sería muy descarado de mi parte ir hoy-

Un delicioso aroma llego a mi nariz, las feromonas de Ken-chin son tan adictivas. Mis piernas temblaron y mi omega ronroneo gustoso.

-¿Pueden callarse? - Sostuve mi cabeza, tenía que controlarme o terminaría lanzándome sobre mi alfa. - Ken-chin. - Se detuvo. - Deje que mi amigo me marcara con su aroma para no ser atacado otra vez.

-¿Fuiste atacado? - Su rostro se deformo en una horrible mueca, no podía distinguir si estaba molesto o angustiado.

-¿No le contaste? - Me dirigí a Baji.

-No quería que se descontrolara. - Suspiro cansado.

-Mikey, ¿Estas bien? - Ken-chin por fin burlo a Baji y estaba frente a mí. - ¿Quiénes fueron? ¿Te hicieron algo? - Su tono dulce fue cambiando, su mano toco mi pómulo izquierdo, mi omega gritaba por sentir más del toque del alfa. - Si los vuelves a ver me avisas, los hare mierda. - Ken-chin gruño, esa posesividad, sus feromonas seguían expandiéndose, me estaba marcando con su aroma. - No te volverán a tocar.

Hacia un esfuerzo sobrehumano para no caer de rodillas ante el alfa, intentaba controlar a mi omega que estaba muy dispuesto a abrir sus piernas para Ken-chin.

Mientras te sientas inseguro, lo mejor sería que tomes tu distancia.

Con la poca cordura que me quedaba me solté del agarre de Ken-chin y me recosté sobre Baji, el aroma de Ed me tranquilizaba, mi omega seguía luchando, lo mantuve a raya.

Los alfas me miraban desconcertados.

-Acabo de pasar por mi celo, aun sigo cansado. - Aspire fuerte llenando mis pulmones con el aroma de Baji. - Ed, cárgame. - Me puse detrás de él. - Llévame a mi casa.

-Mikey yo te cargo. - Ken-chin extendió su mano y lo golpee.

-No quiero.

-¿Por qué?

-No soporto tu aroma.

-Mikey. - Se notaba que estaba dolido por lo que dije.

- Además, Emma está pasando por su celo y puedes atacarla. - Oculte mi rostro en la espalda de Baji. - Recuerda que ella es tu destinada.

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-¿De verdad estas bien? - Ed me recostó en mi cama.

-Que sí.

-No distingo el aroma del alfa que te marco, ¿Lo conozco?

-No sé. - Baji había estado en el hospital cuando luchamos contra los Black Dragons en navidad. - Puede que de nombre, dudo que se vieran cara a cara.

Era consciente que Taiju no era del agrado de Baji, en realidad el alfa no era del agrado de nadie de la Toman, el alfa no discriminaba por segundo género, si te ponías a pelear con el no importaba si eras alfa, beta u omega, él te iba a golpear con todo lo que tenía.

Eso enojo a muchos de los alfas, pero a mí no, extrañamente eso me gusto, a pesar de que en ese momento no tenía segundo genero siempre pensé que no pelear con todo era subestimar al contrincante y eso es humillante.