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El primer mes fue lo peor, Ken-chin pasó de buscarme a comenzar a buscar a Emma, todos los días pasaba eso y a pesar de que al comienzo me auto invitaba llego un momento en que Emma me dijo que Ken-chin y ella querían privacidad, por lo que comencé a encerrarme en mi habitación o en el mejor de los casos buscar a Baji.

A pesar de que el idiota de Ed es agresivo, nunca me deja solo, al comienzo Chifuyu se sentía incómodo por mi presencia constante pero Ed supo como calmar a su omega. Ahora el menor era uno de los que más me buscaba.

Kazutora que estaba acostumbrado a ser el "violinista" de la pareja agradeció mi presencia con la excusa de que ahora no sería el único asqueado de ver a los tórtolos. Los días iban pasando, pronto llegamos al segundo mes, mi actual contacto con Ken-chin era solo en las reuniones y no hacia muchas para evitar verlo. Estaba feliz de que los idiotas de las otras pandillas no estuvieran jodiendo así era más sencillo.

Mientras iban avanzando los días me sentía más cansado, no tenía ganas de salir de mi habitación, además al no salir de casa en ocasiones cuando iba por algo de comida era inevitable no toparme con la pareja de turno.

El día de hoy me sentía peor que en todos los anteriores, si un idiota se me acercaba juro que lo molería a golpes, me dolía la cabeza y me sentía cansado, aunque obviamente debía estarlo porque no dormía mucho en la noche. En estos días en solitario había aprendido a auto compadecerme y maldecir mi suerte, escuchar a Emma y Ken-chin en la otra habitación no ayudaba. No deseaba estar cerca de ellos, si eran como Baji y Chifuyu terminaría rompiéndome, también aprendí a maldecir mi género, mi omega interior reclamaba a mi alfa y si en algún momento le hacia caso, estoy muy seguro de que terminaría atacando a mi hermana. Ese estúpido instinto omega no entendía que ese alfa quería a mi hermana y no quería nada con nosotros.

A pesar de que me aleje de Ken-chin este no hizo nada para evitarlo, siguió con su vida como si no pasara nada. Bueno, es un alfa dominante, todos los alfas dominantes son idiotas.

Estaba intranquilo, algo me pasaba y no sabía que era, tenía tantos deseos de golpear algo, gritar. Al final decidí salir, grande fue mi sorpresa al chocarme con Ken-chin en la entrada.

-Mikey. – Susurro bajo. – Ha pasado mucho tiempo. - ¿Porqué ponía esa cara? Como si me extrañará, que hipócrita eres Ken-chin. - ¿Vas a salir? Estás despeinado, déjame peinarte. – Su mano se acervo a mi cabello, la golpee sin dudarlo.

-No me toques. – Le gruñí. – Emma está dentro.

-Mikey, no puedes salir así. – Se puso delante de mí.

-Solo mírame hacerlo.

-Mikey no seas berrinchudo.

-Iré a visitar a Baji, el me peinara. – Lo vi fruncirme el ceño y bufar.

-Haz lo que quieras. – Me soltó y paso a mi lado.

Ya me encontraba en la puerta, podía irme. Voltee y vi la gran espalda de Ken-chin, no se había ido aún.

¿Desde cuando nuestra relación se volvió así? Parecíamos desconocidos.

-Ken-chin. – Llame bajo y rezando internamente porque no me escuchara.

-Dime, Mikey. – Me respondió suave y se acercó nuevamente a mi. El aroma que desprendía era adictivo, me estaba volviendo loco. - ¿No pudiste dormir? Tienes unas ojeras enormes. – Puso su mano en mi mejilla y con su pulgar acariciaba mi rostro.

Ken-chin, por favor.

-Yo. – Sentía mis ojos quemar. – Ken-chin.

-¿Si? – Estaba cada vez más cerca de mi, incluso el contacto aumento, ambas manos del alfa acariciaban mi rostro de manera tan delicada, como si en cualquier momento me fuera a romper.

Puse mis manos sobre las suyas y las apreté suavemente, no quería perder ese toque, desde que salió mi segundo género no tenía contacto con Ken-chin.

-Podrías. – Alce el rostro para verlo fijamente, Ken-chin estaba levemente agachado hacia mi, era un contacto tan íntimo. - ¿Podrías darme un motivo para traicionar a mi hermana?

Al segundo de haberlo dicho me soltó, como si lo lastimara.

-Perdón, Mikey. No puedo hacerlo. – Me di la vuelta y me fui.

Corrí lo más rápido que pude, sin importarme que mis pies se estén lastimando, hubo un momento en que mi cuerpo no daba más y comencé a caminar aún sin rumbo fijo. Sentí como suaves gotas frías surcaban mi rostro, en que momento comenzó a llover. Ya había oscurecido, no puedo creer que no note el clima.

Estaba agotado, mis pies temblaban e inconscientemente cedi al dolor y caí al suelo.

Maldito clima, maldito segundo género.

Maldito Ken-chin.

Yo soy su omega, yo soy su destinado, antes del segundo género Ken-chin solo tenía ojos para mí.

-Que aroma tan delicioso. – Se escucho burlonamente.

Tres tipos se acercaban a mi.

¿Aroma? Pero si aun llevaba mi parche. Toque mi nuca y mi parche estaba en el mismo lugar de siempre, esto nunca me había pasado.

-Llamarnos con ese delicioso aroma, claramente es una invitación ¿Verdad? – Secundo un tipo diferente, preguntándole al sujeto que se había mantenido callado.

-Por supuesto que lo es.

Me puse de pie, justo necesitaba algo que golpear.

Los dos primeros sujetos se lanzaron contra mí, esquivarlos fue sencillo pero por alguna razón sentía que no golpeaba lo suficientemente fuerte.

-¿Eso es todo lo que tienen? – Me burle al ver como esos tipos estaban en el suelo.

-Maldito omega. Quieto.

¿Es enserió? Ese cobarde había usado su voz de alfa.

-Que patético. – Le di un puntapié. – La voz de alfa no sirve conmigo.

-Detente.

Mi cuerpo perdió toda voluntad. 

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Bueno, esta vez no me demore xD tenia pensado todo lo que pasaría desde este suceso en adelante que no había pensado mejor en los anteriores, me disculpo por eso y espero les guste este capitulo aunque sea corto.
¿opiniones?

Mi lugar (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora