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-A-agu-a. - Mikey al escuchar al alfa sirvió un vaso con agua y se lo acerco al mayor.

-Con cuidado. - Susurro bajo el omega mientras ayudaba al mayor a levantarse un poco para beber. - Bien hecho.

-Gracias. - La voz rasposa de Draken fue apenas escuchada, el alfa se sentía avergonzado por la situación. - Perdón por esto. - Desvió su rostro para ocultar su vergüenza del omega.

-¿Por qué? Todo este tiempo Emma y tú me han cuidado, es normal que ahora sea yo quien lo haga. - La monótona voz del rubio hizo estremecer al mayor.

Draken se mordió el labio para no contradecir al rubio, porque era precisamente eso lo que le molestaba.

-Ken-chin. - Llamo Mikey con la intención de tener la atención del alfa. - Debes comer algo para poder tomar la medicina.

-No quiero. - El alfa mintió.

-No te pregunte Ken-chin. - El tatuado volteo a ver al omega con el ceño fruncido. - Vas a co-

-Si tu no comes, ¿Por qué yo debería? - Mikey se sorprendió por el reclamo ya que Draken no era de los que descuidaba su cuerpo, más bien todo lo contrario pues este siempre se preocupaba por tener un cuerpo saludable. - ¿Siquiera te has visto al espejo? - La voz del alfa se quebró y por primera vez Mikey se sintió avergonzado por la actitud que había tomado. - ¿Cómo me pides que me cuide cuando tu- Las lágrimas se deslizaron por el rostro de Draken y Mikey se petrifico porque nunca pensó que vería en un estado tan vulnerable al que era su mejor amigo. - No quiero nada, Mikey.

El alfa alzo su brazo tapando sus ojos y parte de su rostro, este estaba seguro de que se vería patético a los ojos del omega, cuan equivocado estaba.

-Comeré el postre que me trajiste. - El sollozo del alfa se detuvo luego de lo dicho. - Pero solo comeré eso.

-No es suficiente, debes comer más. - El alfa dejo de ocultar su rostro y con ambos brazos intento levantarse sin éxito alguno ya que este sentía el cuerpo pesado y débil.

-Solo eso te puedo prometer, Ken-chin. - El rubio le dio una pequeña sonrisa, apenado por la situación. - En este momento no deseo comer.

-¿Y después? - La esperanza en la voz del mayor no pasó desapercibido para el omega. - Prométeme que después comerás. - Mikey mordió el interior de su mejilla al ver la suplica en el rostro de su alfa y a pesar de sentirse acorralado por este, término asintiendo. - Gracias Mikey. - Fue lo único que pudo decir Draken antes de dejar caer su cuerpo nuevamente en la cama de Mikey que era donde estaba recostado.

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-Huele bien. - Servi un poco en un pequeño plato y lo probe. - También sabe bien, lo hice bien, Tai-nii.

Sabía que nadie me escucharía porque Ken-chin estaba durmiendo en mi habitación y Emma en el suyo, pero aun así me sentí avergonzado por nombrarlo.

Despeje mi mente y me concentre en la avena esperando a que tomara la consistencia perfecta, como él me había enseñado.

Al tener la comida lista prepare dos platos, el primero se lo lleve a Emma, que sin demora comió y tomo sus pastillas para luego volver a dormir, el segundo obviamente era para Ken-chin, aliste la bandeja con la avena, pero antes de llevarlo mire la caja que contenía el postre que el alfa me traía diariamente, una gran calidez se extendió por todo mi cuerpo y sin notarlo en mi rostro se formó una sonrisa tonta.

Agarré la caja y la puse al lado del plato de avena de Ken-chin y sin más caminé a mi habitación, el sonido de la lluvia cayendo me acompaño en mi pequeño viaje a mi habitación o más bien a la habitación de Shin-nii, no me gustaba que lloviera porque todo me recordaba a mis dos hermanos... que perdí.

Al estar ya en la habitación deje la bandeja en la pequeña mesa y me acerque a donde mi alfa.

Me quise reír al ver que incluso dormido Ken-chin tenía el ceño fruncido, pero la risa quedo olvidada cuando note las marcas de lágrimas que tenía en su rostro.

Lo hice llorar.

No era como si no hubiera notado el estado de Ken-chin, cada que me hablaba a través de la puerta lo escuchaba quebrandose, pero aun así me negué a salir egoístamente, más concentrado en mi dolor que en lo que provocaba en los demás. Ya al verlo bajo la lluvia con esas enormes ojeras, cansado y más delgado, termino por romperme a mí.

-Ken-chin. - Moví su hombro con cuidado. - Ken-chin. - El alfa abrió los ojos lentamente y me miro dulcemente, mi corazón comenzó a bombear con fuerza. - De-debes comer. - Lo ayudé a sentarse y fui por la bandeja para extenderle el plato. - ¿Qué pasa? - Pregunte al ver que no se movía. - Te aseguro que sabe bien. - Bufe ofendido.

-Perdón, Mikey, pero... - La voz del alfa no era entendible. - ... me duele. - Me asuste y puso mi mano en su frente, Ken-chin estaba hirviendo.

-Te ayudare. - Agarre el plato y metí la cuchara en la avena para sacar una pequeña porción y soplarla con cuidado, al sentirme satisfecho llevé la cuchara a la boca de Ken-chin y este sin dudar lo comió, me quedé quieto mientras lo miraba comer, mi corazón seguía latiendo erráticamente ansioso por obtener una respuesta sobre la comida.

-Delicioso. - La sonrisa de Ken-chin me quito el aliento y desvié la mirada a la avena, me concentre en darle de comer para que no note mi vergüenza.

Al terminar su comida le di las pastillas y lo ayudé a recostarse.

-¿A dónde vas? - Ken-chin asustado sujeto mi mano cuando me aleje para llevar el plato vacío a la mesa. - Quédate. - El rostro del alfa estaba completamente rojo, a estar alturas no sabía si era por la fiebre o por otro motivo, internamente deseaba que no fuera la fiebre.

-Mi postre está en la mesa. - Me soltó y nuevamente cubrió su rostro con su brazo.

-Perdón, es solo que- Una risa nerviosa se escapó de mis labios, esta situación era tan bizarra que no sabíamos cómo actuar.

-Te entiendo. - Lo interrumpí y agarré la caja con el postre para sentarme en el suelo a la altura de su rostro. - Oh, esta destruido.

-¿Qué? - Ken-chin se intentó levantar, pero nuevamente su cuerpo le fallo.

-Oye idiota, quédate quieto. - Golpeé su hombro, me arrepentí al escuchar su quejido. - Mmm, ¿Perdón?

-Solo tú puedes golpear a un enfermo, ¿Verdad, Mikey? - Gruño el alfa para luego verme fijamente, nuestras miradas se encontraron y ya sin poder contenernos nos soltamos a reír.

Realmente este ambiente es tan ajeno a nosotros.

-Es tu culpa por no dormir. - Le reclame.

-No dormiré hasta verte cumplir tu promesa. - Me reto e hice un puchero. - No te veo comer.

-Yo si cumplo mis promesas. - Le saque la lengua, contrario al reclamo que esperaba no me contradijo, sino que se me quedo viendo. - ¿Qué pasa?

-Extrañe tus berrinches. - Soltó sin pena, los colores comenzaron a subir por mi rostro, intente responderle, pero solo salían balbuceos. - Mikey. - Me quede quieto al sentir su caliente mano tocar mi mejilla. - Te extrañe.

Aprete con fuerza los labios y mis ojos se cristalizaron.

-Yo también, Ken-chin. - Cerré los ojos disfrutando que el alfa acunara mi mejilla con su mano. - Te extrañe. 

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Buenas madrugadas les saluda Ale, nunca me acostumbrare a escribir en 3ra persona xD pero andaba perdida en saber quien narraria así que ni modo, si salio feo me disculpo n_nU 

¿Opiniones?

Pd: No revise el capitulo.

Mi lugar (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora