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Lo primero que vi al abrir los ojos fue el techo, la luz de la luna se filtraba por las cortinas por lo que no fue difícil acostumbrar a mis ojos al despertar, el sonido de la lluvia había cesado por lo que el silencio reinaba. Mi cuerpo se sintió ligero y el dolor desapareció en totalidad, las medicinas que el rubio me dio sí que eran efectivas.

Mikey.

-Tai-nii. - ¿Qué? Volteé al escuchar la voz, el enano estaba dormido hecho una bolita al lado mío.

Me heche de lado para tener mejor vista del rubio, su cabello estaba desordenado y más de un mechón rebelde caía en su rostro por lo que comencé a llevarlos tras su oreja para tener una mejor vista, mis ojos comenzaron a memorizar hasta el detalle más mínimo del actual rostro del omega sus labios agrietados y sus mejillas que se pegaban más a su hueso haciéndole ver más delgado de lo que era, sus pestañas húmedas...

De nuevo lloro.

Últimamente Mikey llora muy seguido, no era que me quejara, solo que el ver lágrimas en su rostro era tan nuevo para mí que seguía sin saber cómo reaccionar, el enano siempre demostró ser el más fuerte incluso cuando Shinichiro-san murió no dejo caer ninguna lagrima y era precisamente por eso que el verlo llorar por Taiju me hacía sentir inseguro, ¿Qué hizo ese alfa para que Mikey se expresara?

Lo primero que hice al enterarme de la muerte de Shinichiro-san fue buscar a Mikey, temía que se volviera loco por la noticia porque todos sabíamos lo mucho que Mikey quería a su hermano, pero al encontrarlo fue todo lo contrario a lo que esperaba, el rubio iba de un lado a otro ayudando a su abuelo con los trámites para el velatorio así que sin dudarlo lo seguí y ayude, pensé que en cualquier momento Mikey terminaría quebrandose más no fue así, el señor Sano y Emma no podían con la pena por lo que terminaban saliendo del velatorio, pero Mikey no se movió, se mantuvo firme en su lugar aceptando las condolencias y agradeciendo a los que vinieron a dar sus respetos a su hermano.

Admire la fortaleza que demostró, pero al mismo tiempo me entristeció, quería decirle que no se vería mal si lloraba, nadie lo juzgaría.

Es normal llorar, Mikey.

-¿En qué piensas? - La voz del omega me saco de mis pensamientos.

-¿Eh? - Dije desconcertado. - ¿En qué momento?

-Idiota. - Bufo. - Es normal que me despierte si siento esa mirada fea sobre mí. - Mikey estiro su mano y con su dedo presiono mi frente. - Ken-chin deja de fruncir el ceño, te quedaras con ese gesto feo.

-No me importa.

-Pero a mí sí. - Hizo un puchero. - No me vas a gustar si te ves feo.

-Entonces, ¿Quieres que sonría como un idiota? - Fingí arcadas. - Mejor no gustarte.

-¡Ken-chin! - Golpeo mi hombro. - ¡Bien!, tampoco quiero que me gustes. - Se dio la vuelta dándome la espalda, puse mi mano en su cintura. - No me molestes. - Lo ignore y tire de su cintura hasta que su espalda choco con mi pecho para rodearlo con mis brazos. - ¿Qué haces?

-Quiero tener así. - Enterré mi nariz en su cabello, embriagándome con su aroma. - Hace mucho que no dormimos juntos.

-Lo sé, pero es tu culpa. - Una pequeña risa se me escapo. - Dijiste que era muy pegajoso.

-¿Cuándo dije eso? - Fingí demencia, por supuesto que me acordaba, fue luego de la batalla de navidad, Mikey y yo llegamos cansados a su casa y fuimos a dormir, el enano que está acostumbrado al contacto físico no dudo en acurrucarse a mi lado, en ese momento todo estaba bien, pero hubo un momento en la madrugada que Mikey restregó su trasero contra mí y tuve que usar todo mi autocontrol para no atacarlo.

-En navidad. - Sentí como su cuerpo se relajaba, navidad y año nuevo fueron nuestros últimos momentos de normalidad. - Ken-chin...

-Dime.

-¿Porque ya no marcas? - Me congele. - Antes de que obtuviera mi segundo genero tú me marcabas, pero desde que soy omega no lo haces.

-¿Cómo lo-

-Taiju. - Fue su escueta respuesta y escuchar ese nombre salir de sus labios nuevamente me hizo sentir inseguro, afiance mi agarre a su cuerpo, no quería que volviera a alejarse de mí. - No pienses idioteces.

-¿Eh?

-Te puedo asegurar que no le gusto a Taiju. - Me mordí el labio.

-¿Y a ti? - No importaba cuanto intentara controlar mi voz, esta sonó afligida. - ¿Te gusta?

-Si. - Mi cuerpo tembló. - Pero no de la manera que piensas. - Solté un gran suspiro que contenía todos mis temores infundados, sin darme cuenta mi nariz había buscado la zona donde se encontraba el parche de aroma que usaba el omega. Mi boca estaba ansiosa, incluso deposite un beso sobre el parche, lo odie, solo ese pedazo de tela me separaba de mi cometido.

Solo una mordida y seria mío.

-Entonces, ¿De qué manera? - Mi voz sonó ahogada, mi boca no quería alejarse de su nuca. - ¿Mikey?

-Perdón Ken-chin, estoy cansado. - Su voz rasposa me hizo salir de mi burbuja, mi alfa intentaba controlarme. - Quiero que hablemos de muchas cosas, pero primero necesito dormir.

-Descansa. - Moví las sábanas para que nos cubriera a ambos.

-Ken-chin... - El rubio sonaba más dormido que despierto.

-¿Hm?

-Tú me gustas. - Mi corazón latió con fuerza.

-A mí también me gustas. - Dije presuroso, mis mejillas estaban ardiendo, tal vez la fiebre volvió, pero no importaba, solo necesitaba la respuesta del omega, pero lo que recibí fueron sus ronquidos.

Maldito enano, siempre tenía que salirse con la suya.

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Al abrir mis ojos la habitación ya estaba iluminada por el sol, me estire, realmente fue un buen sueño. Miré mi celular, ya era tarde para ir a clases, seguro el abuelo me dejo dormir por la fiebre, fue frustrante, a pesar de que no me moje mucho termine resfriada mientras que Mikey que pasó buen rato junto a Ken-chan bajo la lluvia no se enfermó, realmente asusta lo fuerte que es su cuerpo.

Mi estomago gruño, necesitaba comida así que sin demora caminé a la cocina, mientras me iba acercando pude escuchar voces, no fue difícil distinguirlas, eran mi hermano y Ken-chan, me asomé por la puerta sin hacer ruido.

-Dame eso. - El omega refunfuño. - Ken-chin no sabe batir.

-El problema es que no sabes explicar.

-No, el problema es que lo haces mal a pesar de que te explico. Mira bien como lo hago. - Ken-chan se apegó a Mikey con una gran sonrisa que mi hermano no vio porque estaba concentrado en el bol que estaba batiendo con ahincó. - ¿Viste? Debe tener esta textura.

-No veo diferencia. - El alfa se cruzó de brazos.

-Por eso Ken-chin es malo cocinando, vas a ver que te encantaran mis tortillas y vas a pedir más y no te daré. - Era divertido verlos así, Mikey se movía de un lado a otro en la cocina y era seguido en todo momento por Ken-chan, la devoción con la que el alfa miraba a Mikey es indiscutible.

Volví en mis pasos sigilosamente, no quería molestar a esos tortolos, por no decir idiotas enamorados.

-No es justo, también quiero un novio o una novia.  

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Buenos días les saluda Ale :D actualizando por el día Doramai (del cual me entere muy tarde ;-; ) si hubiera sabido habria hecho maratón de uno de mis fics para celebrar ;-; como siempre agradecida por sus comentarios <3 y espero les guste el cap. Con respecto a Taiju si lo veremos xD el también es uno de los protagonistas (además que lo adoro).

¿Opiniones?

Pd: No revise el cap.

Mi lugar (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora