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Podía escuchar perfectamente los gemidos de las chicas del burdel, las paredes del edificio son delgadas por lo que ya estaba acostumbrado a que siempre pasara esto. El aroma a feromonas que se expandía en el ambiente y los gemidos era lo más normal aquí, pero en este momento no podía soportarlo.

-Kenny, ¿Vas a salir?

-Si. - Gruñí como respuesta, estar encerrado me estaba volviendo loco.

-Cuando vuelvas me traes algo de la farmacia.

-Yo no-

-¿Kenny ira a la farmacia? Perfecto, de paso quiero que compres esto para mí.

-Yo también necesito que compres algo.

Maldije internamente, quería salir a caminar y terminé lleno de recados de las chicas. Suspire resignado, a fin de cuentas, dijeron que me pagarían por hacer el mandado.

Ir a la farmacia fue sencillo, hace años que perdí la vergüenza de comprar estas cosas para el aseo femenino, que los otros compradores o que el mismo cajero me viera raro por los artículos que llevaba me tenía sin cuidado, solo tenía que darle una de mis peores miradas para que se metieran en sus asuntos.

Lo jodido fue ir a hacer la compra de lo que querían cenar, por la hora todos los lugares estaban repletos y ellas me pidieron diversas comidas.

Decidí primero ir por el sashimi, este se mantendría intacto sin tanto esfuerzo, al llegar como era de esperarse vi que había una pequeña fila. Resignado me puse al final de esta para poder comprar, cuando ya estaba llegando mi turno sentí un tirón en mi ropa.

-Ken-chan.

-Emma.

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-Gracias Ken-chan, me salvaste de hacer toda esa cola. - La omega estaba sentada al frente del tatuado.

-No te preocupes Emma, como te dije no es mucho así que no es necesario que me invites. - Draken estaba avergonzado de que la menor insistiera en invitarle algo como recompensa.

-No digas tonterías. - La rubia hizo un puchero. - Además sino veníamos tendríamos que esperar con toda la gente y sabes que me estresa esperar en lugares incomodos. - Draken se rio al escucharla.

-Lo sé, aun así, deja que pague mi parte.

-Ya te dije que no. - La joven se cruzó de brazos. - Si quieres pagarme de alguna manera invítame una próxima vez.

-Yo... - El mayor medito su respuesta, no quería ser malinterpretado por la rubia.

-Espera, espera. - La omega movió negó apresuradamente con sus manos al darse cuenta de sus palabras. - No me refería a una cita, no lo tomes a mal, podemos venir junto con Mikey.

-No te preocupes Emma. - Draken le sonrió, la rubia al verlo se avergonzó y oculto sus manos, un enorme sonrojo cubría su mejilla. - Me sorprende que estes por este lugar a esta hora.

-Sali con mis amigas y mientras volvía el abuelo me llamo y me dijo que llevara la cena para los dos. Mikey dijo que se quedaría con Taiju-kun unos días así que estamos solos en casa. - La sonrisa en el tatuado desapareció. - Ken-chan, ¿Mikey no se está quedando contigo?

-No. - Respondió fríamente.

-Con el abuelo pensamos que nuevamente nos mintió para quedarse contigo, jeje primera vez que no nos miente. - Antes de que Draken pudiera responder llego el mesero interrumpiéndolos. - Las malteadas de aquí son deliciosas, ¿Verdad? Ken-chan. - La efusividad en la joven desapareció al ver la expresión de Draken. - Ken-chan. - Volvió a llamar al sentir el olor agrio de las feromonas del alfa.

Mi lugar (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora