Mi lugar (Drakey)

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-¿Cómo estás?

-Agj. - Me senté. - Me siento como la mierda. - Mitsuya estaba sentado frente a la cama con su uniforme puesto. - ¿Qué haces aquí?

-¿Tu qué crees? - El tono de su voz y el enojo en su mirada hicieron que los recuerdos llegaran de sopetón.

-Mitsuya. - Hablé avergonzado, recordé los gritos, la pelea con Masamichi y Hakkai, hice que Mitsuya usara su voz de omega y... - Dime que no ataque a Mikey. - Mi voz tembló. - Por favor...

-No lo hiciste, volviste tranquilo cuando Taiju se fue de casa de Mikey. - Mi alma volvió a mi cuerpo, no podía creer todo lo que hice. - Yo nunca, realmente nunca hice algo así en mi celo.

-Lo sé. - El tono de reproche en su voz no se iba. - Mientras no aclares las cosas con Mikey tu alfa seguirá descontrolado, el supresor que Hakkai te inyecto funciono de maravilla, tenemos suerte de que Taiju también sea un alfa dominante ya que los supresores normales no hacían efecto en ti.

-Lo siento.

-Deja de disculparte, es normal.

-Aun así, ¿Me cuidaste toda la noche?

-No, recuerda que tengo que cuidar a mis hermanas, fue Hakkai quien se quedó contigo toda la noche.

-Cuando lo vea me disculpare.

-No es necesario, él le prometió a Taiju que nada le pasaría a Mikey.

-Deja de nombrarlo. - Gruñí, estaba harto de ese alfa. - Primero Mikey y ahora tú, si tanto lo-

Volví a caer en la cama, mi mejilla ardía por el puñete que el omega me planto.

-No digas idioteces. - Bufo. - Y el golpe me lo debías. - Sostuve mi mejilla, Mitsuya volvió al lugar donde estaba sentado y soltó un gran suspiro. - Que bien se sintió golpearte. - Me sonrió. - Es la primera vez que causas tal alboroto, ser alfa es un asco. - Se burlo.

-Si que lo es. - Me deje caer en la cama.

-¿No iras a clases?

-No tengo ganas. - Mire el techo, realmente me sentía horrible.

-Debes ir, ya faltaste el viernes.

-¿Ahora harás el papel de madre?

-Tu eres el que siempre dice que no debemos faltar a la escuela.

-Mitsuya, agradezco que me cuidaras, pero deja de joder. No eres mi puto niñero. - Hubo un silencio incomodo, el omega se puso de pie y camino hasta detenerse frente a la puerta.

-Si sigues huyendo perderás a Mikey, desde la pelea no te comunicas con él. - Aprete los labios al escucharlo, odiaba que dijera la verdad. - A pesar de lo que crees, él no es tan fuerte, apuesto que piensa que te olvidaste de él.

Mierda.

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A pesar de que me apresure termine llegando tarde, ni siquiera supe si Mikey había venido o si también llego tarde. No preste atención a las clases, mi cuerpo seguía cansado por el reciente celo.

Mi estomago rugió, ni siquiera desayune, debería mandar a alguien a que me compre comida.

El timbre del almuerzo sonó.

-¡Ken-chin vamos a comer! - Como si fuera impulsado por un resorte me levante al escuchar la voz de Mikey, el omega estaba parado en la puerta de mi salón con un bento en la mano. - ¡Deja de hacer el idiota y vamos! - Hipnotizado seguí a Mikey sin chistar.