Mi lugar (Drakey)

14

-Ken hola, ¿Vienes por Emma?

-Buenas tardes señor, no, vine a buscar a Mikey.

-Mikey salió.

-Gracias, volveré luego.

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-Buenas tardes señor, ¿Mikey está en casa?

-Me dijo que iría donde Baji.

-Gracias.

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- ¿El enano? No está conmigo, así que no vengas a joder.

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-Buenos días señor, ¿Mikey?

-Lo siento Ken, hace no mucho que salió.

-Volvere luego, gracias.

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Mikey siempre salía temprano por lo que en esta ocasión fui temprano en la mañana para atraparlo, el señor Sano estaba barriendo la entrada.

-Ken, hola. Mikey no está en casa, ayer dijo que se quedaría a dormir en casa de un amigo, pensé que se trataba de ti. - El señor Sano se encontraba apenado por la situación.

-No fue conmigo señor.

-Ken, hola. - Emma apareció.

-Hola, Emma. Lamento las molestias, me retiro.

-Ken, te acompaño.

-No es necesario Emma. - Hice una leve reverencia y me fui.

Desde aquel día no volví a tener contacto con Mikey, seguía ignorando mis llamadas y mensajes. Cuando el celo de Emma termino la cité para hablar con ella y dejar las cosas en claro, cumplí los meses que me pidió y seguía sin tener sentimientos románticos por ella. Intento poner peros, no se lo permití, había cumplido la promesa y a pesar de que se puso a llorar me disculpe y me retire.

Se supone que todo estaba solucionado, pero Mikey seguía sin aparecer, incluso las reuniones en la Toman se habían detenido.

Mi teléfono sonó.

-¿Qué pasa Mitsuya?

-Ey, Draken. - Se escuchaba cansado.

-¿Pasa algo?

- Una pandilla nueva ataco a unos miembros de mi división, nos acaban de declarar la guerra.

-Avísale a Mikey para que haga su papel de comandante.

Luego de unos minutos corte, debía estar molesto por el ataque, pero no era así, estaba dichoso, venia un enfrentamiento y Mikey como comandante debía reunir a toda la Toman.

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Tenía hambre y fui a buscar comida, en mi camino a la cocina me topé con Emma, estaba preciosa con la ropa que usaba.

-¿Disfrutando que el celo termino? - La moleste mientras me apoyaba en la pared más cercana, mi hermana soltó una risa coqueta.

-Ken me invito a salir. - Se veía ilusionada. - Espero no se moleste de que voy tarde.

Mi corazón estaba en un puño, me había ilusionado porque Ken-chin me había celado, pero al parecer solo eran imaginaciones mías.

-Es un idiota, debió venir a recogerte. - Bufe para volver a mi camino. - Emma. - La llame, a pesar de darle la espalda sentí su mirada sobre mí. - Estas preciosa, a Ken-chin le gustara.