Mi lugar (Drakey)

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Al despertar lo primero que vi fue el techo de la habitación que Tai-nii me dio ya hace mucho, dormí tan bien que no quería levantarme más la luz que entro por la ventana me hizo despertar. Me quede viendo el techo un poco más, podía asegurar que Tai-nii me trajo porque el lugar estaba rodeado de su aroma, normalmente estaría feliz de eso, pero me sentía diferente.

Mi omega añoraba a Ken-chin, sus feromonas me marcaron y me hicieron sentir seguro, protegido y amado. La voz de alfa del tótem me dio fuerza y lo que me dijo...

Mis mejillas comenzaron a calentarse, la duda termino, no huiría más, no ahora que sentía a Ken-chin tan cerca de mí. Continúe recordando la noche anterior, cuando Ken-chin uso su voz de alfa en mi sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo que recién ahora desapareció.

Me recosté de lado y agarré mi celular, eran la 11 de la mañana y me extraño no ver ningún mensaje de buenos días del alfa.

-¿Seguirá dormido? - Me pareció raro ya que el tótem era del tipo madrugador, a pesar de que nos quedábamos despiertos hasta tarde conversando, él siempre mandaba su mensaje de buenos días a las 6 o 7 de la mañana. - Lo más seguro es que este en la escuela.

Era viernes así que teníamos clase, normalmente no faltaba porque Tai-nii me lo prohibía, pero al dejarme dormir supongo que por esta vez tengo una excepción. Seguí viendo los mensajes anteriores aun en la cama, no tenía motivo para salir apurado ya que, aunque fuera ahora a casa no encontraría a Emma y necesitaba hablar con ella.

La puerta se abrió.

-Si ya estas despierto, ¿Por qué no bajas? - Tai-nii se adentró a la habitación y se sentó en la cama. - ¿Cómo estás?

Deje el celular de lado y lo mire.

-Feliz.

-Deja de jugar, enano.

-No miento Tai-nii. - Me senté en la cama. - Estoy muy feliz, Ken-chin me quiere, estoy seguro, mi omega y yo lo sentimos ayer. - El peliazul me escruto con su mirada para luego agachar la cabeza y suspirar.

-Si te hace algo me lo vas a decir.

-No te preocupes, Ken-chin nunca me lastimaría. - Estoy muy seguro de lo que digo. - Él siempre me ha protegido y siempre lo hará. - Le di una gran sonrisa para eliminar sus dudas, pero Tai-nii asintió a regañadientes, es muy sobreprotector.

-Solo prométeme que lo harás. - Acaricio mi cabeza.

-Lo prometo. - Canturree feliz, ser cuidado por el alfa me hacía sentir que tenía a Shin-nii devuelta. - Tengo hambre. - Hice un puchero y el mayor se puso de pie.

-Tu desayuno hace mucho que se enfrió.

-Entonces caliéntalo.

-Hazlo tú mismo. - Fue lo que me respondió para caminar hacia la puerta, al verlo avanzar me apresure en ponerme de pie y saltar sobre él.

-¡Maldición enano! - Se quejo mientras se paraba mejor, mis brazos rodeaban su cuello y mi pecho estaba bien pegado a su espalda.

-Tai-nii dijiste que los buenos cristianos no maldicen. - Moleste y el gruño.

El alfa avanzo apresurado y yo afiance mi agarre mientras me reía por su pobre intento de que me soltara.

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-¡Abuelo ya llegué!

-¡Bienvenida Emma! El abuelo salió un rato. - Salude mientras continuaba cortando la carne, Tai-nii me había dado bastantes ingredientes para hacer la cena en casa, le invite a que cenara con nosotros además así mi abuelo y Emma lo conocerían, pero se negó diciendo que Hakkai y Yuzuha irían a cenar con él.

Saber que los Shiba se estaban volviendo a unir me causaba mucha alegría, ellos aún pueden ser una gran familia, Hakkai y Taiju pudieron hablar mejor mientras limpiaban el restaurante, el menor de los alfas quiso saber todos los detalles, les dijo a sus dos hermanos que estaba cansado de vivir en la ignorancia y que para poder entender mejor a Tai-nii necesitaba toda la historia.

-N-no pensé que estarías en casa. - Emma me saco de mis pensamientos.

-Me la pase fuera mucho tiempo así que quiero recompensarlos con una rica cena. - Después de la comida hablaría con ella.

-Yo puedo cocinar Mikey. - ¿Por qué se veía tensa?

-No te preocupes Emma. - Le sonreí a mi pequeña hermana. - Debes estar cansada, yo puedo hacerlo.

-Iré a cambiarme. - Sin más salió de la cocina.

La cena transcurrió con tranquilidad, el abuelo alago mi estofado y me dijo que la próxima vez invitara a Tai-nii para agradecerle por la carne y verduras que nos regaló, vi a Emma comer poco lo que me pareció raro tal vez la comida no estaba tan rica como dijo el abuelo.

-Emma. - La llame mientras la veía lavar los platos, a pesar de que le dije que podía hacerlo yo ella insistió, el abuelo se había ido a descansar por lo que por fin estábamos solos. - Quiero hablar de algo contigo.

-Lo siento Mikey, estoy cansada. - Hablo apenada. - Quiero ir a dormir, por favor hablemos mañana.

Acepte, podíamos hablar tranquilamente mañana en el desayuno.

-Descansa Emma.

-Tú también Mikey.

Me recosté en el sillón y prendí el televisor para buscar algo que ver lo cual no encontré, cuando me cansé de insistir con el televisor fui a mi habitación y agarré mi celular.

Ken-chin no me mando ningún mensaje ese día.

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-Buenos días abuelo. - Bostecé y me senté en mi lugar habitual mientras ponía mi manta en mis piernas, mi comida ya estaba en la mesa.

-Buenos días Manjiro. - El abuelo seguía leyendo su periódico.

Comencé a comer, la comida de Emma tan deliciosa como siempre me hizo despertar, lo que me hizo notar que aún no la veía.

-¿Dónde está Emma? - Pregunte mientras tomaba mi te.

-Salió muy temprano. - Me quede quieto. - Dijo que se vería con unas amigas. - Al escuchar eso solté el aire que sin darme cuenta había contenido.

-Está disfrutando su sábado, entonces yo preparare el almuerzo.

-Esperare ansioso Manjiro.

Al terminar de desayunar lave los platos y fui a mi habitación a cambiarme, al estar listo agarre mi celular.

Ken-chin no me envió ningún mensaje. 

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Buenas madrugadas, les saluda Ale actualizando tarde como siempre xD o mas bien temprano, agradecida como siempre por las estrellas y comentarios :D me motivan a seguir. Antes de despedirme solo quiero decir "¡La estas jodiendo Ken-chin!" ≖_≖ 

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