Capítulo 42
Alba estaba un tanto avergonzada por su conducta de la noche anterior. Se había excedido con los tragos y había intentado llevarse a Eva a la cama, a pesar de que ella le había dicho que no estaba preparada para el sexo. Ni siquiera estaban saliendo de manera formal y al parecer, la otra chica quería algo seguro. Compromiso. Seriedad. Una verdadera pareja con la que formar algo lindo y duradero.
—Lo siento, lo siento, lo siento —dijo Alba, poniendo las manos juntas en señal de súplica—. Sólo pensé en mí misma y...
—Ya, cálmate —sonrió Evangeline después de darle un sorbo a su café tibio. Se relajó en la silla y sujetó la mano de Alba—. Sé que no eras tú, y fue un poco culpa mía por llevarte a la barra.
—¿Entonces, todo está bien entre nosotras?
—Lo está —aseguró Eva—. Y si tengo que ser sincera, cuando esta ebria te pones bastante alegre. Normalmente eres un tanto retraída cuando estás conmigo.
—Sí... —hizo una mueca de vergüenza—. Intento no decir una estupidez. Dicen que el silencio es mejor que cualquier burrada.
—¡Ja, ja! Al menos a mi hijo le caes bien.
Alba se estremeció al escuchar ese comentario. Tener hijos no estaba en sus planes, pero el pequeño de Eva le parecía bastante encantador.
Antes de que pudiera decir que ella empezaba a encariñarse con el niño, un grito de Mireya la sacó de sus pensamientos.
—¡Alba! ¡Alba! ¡Alba! ¡Alba! ¡Alba! ¡Alba!
—¿Qué pasó?
Mireya bajó corriendo por las escaleras. Tenía el teléfono en la mano y pasta de dientes en la boca.
—¡Mira esto! —Le enseñó la pantalla del celular.
—Ah, qué lindo. Son fotos tuyas y de Jennifer ¿no? Del día en que fueron a la feria.
—Sí, lo son.
Alba pasó las fotos y tuvo que reconocer que Jennifer era una mujer sumamente bella y afectuosa. Se habían tomado fotos dándose besitos en las mejillas dentro de la rueda de la fortuna. La más especial de todas, era una fotografía de sus manos entrelazadas como si ya fueran una pareja comprometida con su futuro.
—¿Cuál es el problema?
—¿No ves en dónde están las fotos? ¡Están en su Facebook! Mira.
Jennifer había creado un álbum para subir las fotos de aquella noche. Le había puesto como título "uno de los mejores días de mi vida".
—¡Aww! ¡Qué tierna de su parte!
—¿Qué significa eso? —Preguntó Mireya con sobresalto—. ¿Y si Diego o Clarisa ven las fotos? Todavía no estoy lista para decirles que estoy saliendo con Jennifer.
—Cálmate, ¿sí? Tu problema es que piensas demasiado las cosas. Jennifer sólo subió las fotos y ya.
—Y eso no es todo —Mireya manipuló ágilmente la pantalla de su teléfono. Le mostró a Alba un estado que la mujer había publicado la noche anterior—. Lee esto.
—"Me pregunto si será la decisión apropiada. Sólo sé que me siento feliz a su lado". ¡Fiuu! Se refiere a ti.
—Está dudando —Mireya resopló y pegó la espalda a la pared—. Ahí lo dice: "me pregunto". Eso quiere decir que no está segura de seguir con esto. ¡Ah, pero ya lo sabía! Salir con una chica que está probando por primera vez el terreno del lesbianismo, es un error. Algo me dice que me van a romper los sueños otra vez. ¿Me lo merezco? ¿No he hecho suficiente?
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[Terminado] A mamá le gustan las mujeres [Historia Lésbica]
RomanceMireya lleva 3 años de relación con Alice, y la ha mantenido escondida de su esposo y de sus hijas; pero el compromiso se hace cada vez más serio y Alice empieza a presionar a su novia para que revele la verdad. Abrumada por la culpa y amor en parte...