Parte 51

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Capítulo 51

Alice no quería que la malinterpretaran: deseaba que Mireya fuera feliz y que encontrara el amor. Pero... ¿por qué ese nuevo amor tenía que ser la diosa Afrodita en persona? Honestamente, hubiese preferido que tanto su ex novia como Jennifer se quedaran lejos. Si verlas ya era incómodo, saludarlas era como arrastrarse desnuda delante de una multitud de señoras juzgándola a cada segundo.

Tuvo que ser amable y sonreír como había estado practicando delante del espejo.

—¡Hola! Qué gusto que hayan... venido —dijo intentando apartar la mirada de la mano de Jennifer, que sostenía la de Mireya con suficiente seguridad.

—¿Cómo no iba a hacerlo? —Dijo Jenn con la misma sonrisa diplomática—. Si todo sale bien, me subirán el sueldo.

"O, eso te gustaría ¿verdad, cabroncita?"

—Claro, claro. Estoy segura de que nuestras empresas se llevarán bien. HardTec es justo lo que TurboSoft necesitaba para crecer.

—Qué curioso —Jenn ladeó la cabeza—. Diría que a HardTec le sería de más ayuda la mentalidad joven y la innovación de nuestros ingenieros. Ya sabes. No queremos que estén... desactualizados.

Mireya sólo podía quedarse atrás mientras dos alfas se lanzaban indirectas. Y no pudo evitar sentirse mal por eso. ¿Que no ella era también una alfa?

—TurboSoft es una empresa joven —dijo Alice—. Tú lo has dicho. Si nadie los guía, el mundo empresarial se los va a comer.

—Bueno —Jennifer le dio un sorbo a su champagne—. Nos gusta lanzarnos y experimentar para fortalecernos.

—¡Qué gusto verte, Alice! —Dijo Mireya. Supo que había llegado la hora de intervenir cuando la mano de Jennifer sujetó la suya con más fuerza. Se estaba molestando por lo que la otra mujer le estaba diciendo. No quería problemas con ninguna de las dos—. Tú vestido es hermoso.

—Gracias —la rubia agradeció el cambio de tema—. Lo compré para la ocasión. También luces genial.

Jennifer se tomó bastante bien el halago que le hicieron a la ropa de su novia, y demostró su dominio rodeando la cintura de Mireya con un brazo.

—Sip. Todo lo que esta muñequita se ponga, le queda bien.

Y remató sus palabras dándole un fino beso en los labios.

Alice por poco le estrelló la copa en la cabeza. Y no es que se sintiera celosa o deseara de alguna manera recuperar el amor de Mireya. Eso sería impensable. En el fondo le dolía que Jenn fuera... ciertamente, más atractiva. La ruptura con Mireya y la subsecuente relación fallida con la maestra Vanesa habían dejado la seguridad de Alice por los suelos, y su autoestima tenía la apariencia de un pedazo de chicle pegado sobre la carretera.

—Bueno, iré a hablar con Matilda —dijo Jennifer—. Ahorita vuelvo, amor.

—Sí —respondió Mireya un tanto incómoda por ser el centro de atención.

En cuanto Jenn se fue, Alice al fin pudo respirar y bebió otro sorbo de su copa.

—Dios, tu novia sí que es posesiva.

—Me gusta pensar que es como una pantera guardando un filete.

—¿Y tú eres el filete? Linda analogía. ¿Desde cuando eres tan... sumisa?

No era una pregunta para joder. Mireya lo entendió. Ella misma sabía que, de alguna manera, Jennifer la había domado. Su explosivo temperamento se había ablandado como masa para galletas.

[Terminado] A mamá le gustan las mujeres [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora