Capítulo 50
Un par de meses más tarde.
—Esto es hermoso —dijo Jennifer mientras deslizaba escrupulosamente el labial sobre la boca de Mireya.
—¿Qué cosa?
—Ah, esto. No, olvídalo. Nada en especial.
Últimamente Jenn decía cosas extrañas. Mireya había aprendido a obviar sus comentarios esporádicos porque al parecer, su novia era tenía el hábito de pensar en voz alta. Era lindo. A veces la escuchaba decir palabras bellas y luego sonrojarse por haber sido descubierta.
—Dime —insistió Mireya, observándola a los ojos.
Llevaba quince minutos sentada delante de Jenn. Usaba un magnífico vestido de color rojo con un reservado escote y su cabello se desplomaba lacio sobre sus hombros. Para ella eso era suficiente, pero Jennifer la había presionado para que se aplicara un poco de maquillaje para la ocasión.
—Uhm. No es importante. Son mis estúpidas comparaciones entre salir con una mujer y un hombre. No te preocupes.
—Ah, vamos. Ahora tengo curiosidad.
—Espera. Voy a rizarte las pestañas.
—No me vayas a meter esa cosa en el ojo.
—Pues deja que me concentre.
—¿Ya me dirás a qué comparación te refieres?
Jenn resopló y le mostró a Mireya una sonrisa maternal.
—Es que esta es la primera vez que me dejas arreglarte para salir. Jamás pude hacer esto con un hombre. A lo mucho le podía amarrar la corbata.
—¿Y es lindo que yo no use corbata?
—No, no. Sólo pienso que me parece especial que, como mujeres, podamos hacer cosas femeninas juntas. Ya sabes: ir al spa, pasarnos horas en las tiendas de ropa, maquillarnos y ver las mismas series cursis en la televisión.
—¿Y no puedes hacer eso con un hombre?
—Nop —respondió con la voz de la experiencia—. Ellos no son femeninos. Se visten en quince minutos y prefieren ver los partidos y las luchas.
—Hey, que a mí me gusta la lucha libre.
Jenn rió, poniendo toda su concentración en las pestañas de Mireya.
—Y eso es lo que pensaba. Estos meses a tu lado... no sé. Siento que me he conectado conmigo misma. ¿Es raro?
—No —Mireya la abrazó por la cintura y alzó la vista para verla a la cara—. Me parece que es tierno que te guste salir conmigo.
Sus palabras emocionaron a Jenn, así que la condecoró con un beso en la frente. Mireya cerró los ojos para disfrutarlo y dejó ir lentamente el aire de sus pulmones.
—¿Ya terminaste de vestirme como tu muñeca?
—¿Por qué ese tono? —Rió Jennifer—. Eres mi muñeca y a las muñecas se les compra ropa y se les consciente ¿no?
—Prefiero pensar que soy tu juguete sexual y no tu muñeca.
Jenn se sofocó y le dio un golpecito en la cabeza.
—Típico de ti. Me pongo sensible y me saltas con un comentario pervertido.
—Ah, eres mi novia. Te jodes y te aguantas. Además... —las manos de Mireya encerraron las nalgas de Jenn, que se sentían firmes debajo del vestido negro que tenía. Sabía, sin ver, que debajo sólo había una tanguita de encaje— ya va siendo hora de que tú y yo...
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[Terminado] A mamá le gustan las mujeres [Historia Lésbica]
RomanceMireya lleva 3 años de relación con Alice, y la ha mantenido escondida de su esposo y de sus hijas; pero el compromiso se hace cada vez más serio y Alice empieza a presionar a su novia para que revele la verdad. Abrumada por la culpa y amor en parte...