This Sh*t Isn't What You've Been Looking For || ATEEZ || pt.IV

"Accident" Pt. 2

LS: te dije que debes ser mas organizado con tu casillero — regañó tomando el montón de libros de los brazos de su amigo — apuesto a que hasta bichos habrán ahí.

SH: ¿segura nunca te di el libro a ti? — preguntó preocupado — o tal vez se lo di a Woo...

Esa mañana, Seonghwa recibió un correo de la bibliotecaria del instituto donde le pedía que devolviera el libro de historia que había pedido prestado cinco meses atrás, el problema era que Park no tenía idea de dónde estaba y si no lo entregaba ese mismo día, tendría una mancha en su perfecto expediente.

LS: tal vez se lo diste a Byulyi, ¿no? — sugirió con calma.

SH: Byul no lee, todo lo busca en Internet — respondió sacando más libros del casillero — ¿de verdad no lo tienes tu?.

LS: estoy segura de que no, pero igual iré a buscar — avisó dejando el montón de libros en el suelo.

Seonghwa vio a su amiga marcharse y siguió buscando hasta que el casillero quedó completamente vacío, ya sin más opciones, lo limpió un poco y empezó a meter todo de nuevo pero dejándolo organizado para no tener otro problema como ese.

YS: Park Seonghwa.

El nombrado dejó caer el libro que estaba a punto de acomodar y se giró asustado para ver a su novio, quien lo miraba con el ceño muy fruncido y los brazos cruzados. En menos de cinco segundos el pelinegro repasó todas sus acciones de la última semana para ver que había hecho mal.

YS: Amorcito, te voy a preguntar algo y me vas a responder con la verdad o voy a dejarte sin sexo hasta tu graduacion — advirtió con, tal vez, demasiada seriedad.

SH: ¿que cosa, angel? — preguntó preocupado.

YS: ¿qué pasó entre mis primos y tú? — Seonghwa pasó saliva, nervioso.

SH: Sang, no sé de qué-

YS: Daniel dijo que no hay que dejar que Bomin duerma a Hyelin porque pasó algo contigo, ¿que es ese algo? — insistió molesto.

Seonghwa pensó en todas las opciones pero realmente no había forma de librarse de tener esa conversación, además, tarde o temprano Yeosang terminaría enterandose de la verdad y, por desgracia para los Kang, iba a ser más temprano que tarde.

SH: ¿podemos hablar de esto luego? — pidió con calma — prometo que te voy a decir pero si no entrego el maldito libro de historia hoy, voy a tener problemas.

YS: está bien... — aceptó un poco más tranquilo — y el libro está en mi casillero, tonto, tu mismo lo guardaste ahí.

Con eso Seonghwa ya tenía una cosa menos de que preocuparse, pero ahora tendría que hablar con su suegra para decidir como decirle a Yeosang que las personas que lo drogaron y secuestraron fueron sus primos, siguiendo las órdenes de su madre aterradora.

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Lisa iba caminando con prisa hacia su casillero para poder buscar el libro de Seonghwa, aunque estaba casi segura de que no se encontraba ahí pero lo haría solo por darle el gusto a Park. Estaba por llegar pero se detuvo de golpe y hasta olvidó que debía ayudar a su amigo cuando vio a Jisoo saliendo de la oficina de la directora con una sonrisa en su rostro.

La Tailandesa no quería hacer un gran problema solo por la presencia de Kim ahí, pero no pudo contenerse cuando los ojos de la recién llegada se posaron sobre ella y una sonrisa burlona apareció en su rostro.

LS: ¿tu no estabas en Australia? — preguntó molesta cuando Jisoo estuvo lo suficientemente cerca.

JS: no tengo que darte explicaciones, Lalisa — respondió con burla — ¿por qué te ves tan enojada? ¿Acaso te preocupa que yo esté aquí?

LS: ¿debería?

JS: tu eres la que me está mirando como si quisiera golpearme — rió con gracia por la actitud de la contraria — ¿has visto a Jennie? Quiero saludarla.

LS: tu no te vas a acercar a MI Nini — advirtió con una sonrisa — porque mi Nini seguramente va a sacarte de aquí de una patada si te ve.

JS: ¿ah, si? — retó acercándose más a la pelinegra — pues ella no se escuchaba muy molesta cuando hablamos por teléfono esta mañana.

Lisa se quedó sin palabras, cuando Mingi dijo que Jisoo llamó a su novia ella creyó que está la habría mandado a la mierda o algo así, pero al parecer se había equivocado y un nuevo sentimiento desconocido empezó a formarse desde su pecho. No pudo decir nada más porque la intrusa se fue, pero definitivamente no dejaría las cosas así.

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SL: ¡Buenos días, rayito de sol! — exclamó en cuanto el pelirrosa apareció frente a ella.

SN: ¡Buenos días, solecito! — saludó con la misma emoción para seguidamente darle un fuerte abrazo a la mayor.

HJ: se vieron ayer, ¿que les pasa? — se quejó rodando los ojos.

JN: tu eres hasta peor con Mingi — respondió metiéndose entre Solar y San para obtener un abrazo también.

SN: Buenos días, Hongjoongie — saludó ignorando sus quejas — ¿de casualidad alguno ha visto a Woonie?

JN: no, de por sí es raro que no esté de chicle contigo — se burló haciendo reír a los demás.

SL: no lo he visto, cielo, pero debe estar por ahí con sus amigos — respondió con una sonrisa.

Mientras tanto Hongjoong fingía estar mirando algo en su teléfono para evitar tener que responder, pues mentirle a su amigo siempre se había sentido incorrecto y sentía que solitaria todo sin pensarlo si San llegaba a preguntarle. Él era bueno escondiendo cosas, pero simplemente era incapaz de mentirle a Choi San.

SN: ya tengo que ir a mi clase — habló haciendo un puchero — si ven a Woonie, ¿pueden decirle que lo estoy buscando?

JN: Claro, Sannie, tu ve tranquilo — respondió con una sonrisa.

El pelirrosa se despidió sacudiendo su mano y finalmente se fue caminando con calma hacia su salón, apenas estuvo lo suficientemente lejos, Jennie borró su sonrisa y miró a su hermano con el ceño fruncido.

JN: ¿por qué te pusiste tenso cuando San preguntó por Jung? — cuestionó sorprendiendo a Solar, quien no se dio cuenta de nada.

SL: ¿tu sabes algo que nosotras no?

HJ: Jung le tiene una sorpresa a San — soltó al fin en un susurro — no pueden decir nada o van a arruinarlo.

SL: no te preocupes, no diremos nada — aseguró también entre susurros.

HJ: si San pregunta digan que vieron a Woo en el pasillo o algo así, no puede saber que no vino — pidió a lo que ambas chicas asintieron.

Jennie se fue a su salón algunos minutos después y solo podía concentrarse en su sexto sentido, que le decía que esa sorpresa no iba a salir tan bien como esperaban.