David
Estaba tomando una cerveza en un bar a unas cuantas cuadras de mi casa. Necesitaba despejar la cabeza de las preguntas acribillantes de mi mamá. Confiaba en que el " psiquiatra" sería de mucha utilidad.
El humo de cigarrillo se impregna en mi nariz, trayendome su recuerdo,de aquellas noches dónde nos desvelavamos fumando y estudiando en la terraza de su departamento,escuchando música y riéndonos sin parar. Las veces que lo sorprendí espiandome de reojo mientras copiaba del pizarrón,el tacto de su mano sobre mi espalda cuando me felicitaba por mis exámenes, su suave aroma a desodorante .
Tendría que haber comprendido que aquello no sería para siempre, debería haber buscado una salida más fácil a su inclinación: siempre fui claro cuando le dije que no podía corresponderle. Pero nunca le importó y esa noche lo dejó muy en claro: recuerdo que el mundo se me dió vuelta cuando se apareció con el anillo. Ahí mi paciencia se colmo y le dije que necesitaba tiempo para pensar,que estaba en shock y el pareció entender.
Luego de eso empecé a ignorar sus mensajes ,a evitar cruzarlo en el pasillo e incluso rechazaba varias salidas dónde sabía que él estaría. Pero el seguía insistiendo en tener una respuesta que yo no estaba dispuesto a darle. Una noche se apareció en mi casa en la madrugada y yo tuve que inventar una excusa lo suficientemente creíble. Me decía que me amaba,que estaba dispuesto a luchar por los dos y a esperarme el tiempo necesario. Incluso que podía hablar con mi familia si llegaban a interponerse.
Esa fue la gota que rebalso el vaso: le grite toda clase de insultos posibles,denigrando lo de arriba a abajo sin importarme si despertaba a mi familia. Le dije que yo jamás podría fijarme en alguien como él,que lo nuestro había sido un error y que si volvía a ver su asquerosa cara por ahí,me encargaría de que todos supieran lo promiscuo que era. Podría jurar que su mirada era igual a una pobre alma en pena,pero en ese momento no dude en cerrarle la puerta en la cara,sin antes advertirle que llamaría a la policía si volvía a tener un contacto de menos de 10 metros conmigo.
Tan perdido estaba en mis pensamientos que no ví que el mozo me acercaba un gin tonic diciéndome
- Se lo manda el caballero de allá- señalando al otro extremo con la cabeza.
Nadie me diría que al girarla en esa dirección,mi vida ya no sería la misma. Mis ojos se encontraron con aquellas cejas tupidas,esos ojos color miel y esa boca rodeada por una barba incipiente. Sin mencionar que reconocería esa melena rubia donde fuera. Simplemente me esbozo una sonrisa y yo recibí una cachetada de parte del pasado que me había dejado sin reacción.
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Heartstopper-dos chicos enamorados.
Teen FictionEscuela Truham para chicos,si,solo chicos. Charlie: el típico gay nerd de la escuela. Nick : el capitán del equipo de Rugby,podría decirse el típico " hetero ganador con las chicas". No podían ser más distintos ,pero sin duda algo les cautivó del o...