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Pasados unos minutos, Chema escuchó el sonido de un auto estacionarse frente a su casa, esto lo hizo saltar del sillón y correr hacia la puerta listo para abrirla rápidamente, pero se detuvo al tener la puerta frente a él.

<<Tal vez debería esperar a que toque el timbre primero>> pensó Chema mientras apartaba la mano de la manija y en lugar de eso puso el ojo en la mirilla de la puerta para ver a su compadre Chava bajar del auto. <<Consiguió un auto nuevo...>> De repente se escuchó el timbre de la puerta y Chema saltó del susto, miro la puerta un momento y se cruzó de brazos a esperar un minuto, por algún motivo no quería que pensara en que estaba esperando con ansias verlo. Después de dejar pasar unos momentos, finalmente abrió la puerta.

-¡Compadre!-. Dijo Chava con mucha emoción mientras le daba un gran abrazo a su compadre Chema -Lo extrañé mucho compadre-.

-Yo... también lo extrañe compadre-. Dijo Chema con un hilo de voz tembloroso.

Mientras ambos se abrazaban, Chava aprovecho para mirar un poco dentro de la casa y se encontró con el desastre que había dejado Lencha antes de salir -¿Pero qué pasó aquí compadre? Se ve como si hubiera pasado un torbellino-.

-Pues es que pasó algo parecido a un torbellino compadre, pero mejor ya vámonos por qué no quiero seguir viendo este desastre- Chema hizo una pequeña pausa -me deprime verlo...-. Dijo en un tono menos enérgico que antes y esto fue notado por Chava.

-Bueno, pues agarre sus cosas y cierre la puerta, por qué hoy lo voy a llevar a tomar a un lugar a toda madre, así... bonito... íntimo... digo pues, para que esté en confianza de que nadie nos va a molestar espiándonos-.

-Órale, pues va-. Tras eso, Chema fue por sus cosas para salir y salió de su casa para meterse en el auto de Chava -Oiga compadre, ya vi que viene estrenando auto nuevo-.

-Es nuevecito compadre, con el trabajo de la telenovela el dinero me sale hasta por los oídos-.

-Si ya veo, por fin cumplió su capricho de un deportivo rojo-.

Chava se quedó mudo por un momento -¿Sabías...? Digo, ¿sabía usted que quería un deportivo rojo?-.

-S-si compadre-. Titubeó -Usted lo mencionó cuando teníamos 15 compadre, que quería un auto rojo como los de las estrellas de televisión...-.

Ambos quedaron en silencio por un momento y un poco cohibidos por la situación, Chava se sentía alagado después de saber que su compadre había prestado atención a todo lo que decía y que lo recordaba aún que hubieran pasado años de eso, por su lado Chema estaba un poco nervioso mordiendo su labio inferior, no quería sonar demasiado amanerado haciendo una confesión como esa a su compadre.

-Y-yo...- Titubeó Chava intentando cortar el silencio -P-pues... pues me alegra mucho que se acuerde de mis caprichos compadre- Chema se sintió un poco caliente de la cara al escuchar eso, pero también sintió alivio de que su íntimo amigo no viera su comentario de una manera homosexual, o al menos eso creía él.

Chava encendió el auto y se pusieron en marcha, a pesar del momento, pronto tomaron las pláticas que acostumbraban, después de que Chema consiguió explicarle a Chava como funcionaban los partidos de fútbol, las pláticas más comunes eran de los partidos que veían juntos, conversaban sobre el clima y cosas triviales, pero sobre todo solían conversar más recientemente sobre el trabajo en la telenovela que tenían.

por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora