Lencha estando en casa de su madre se sentía más calmada que estando con su marido, a veces se preguntaba el porqué se había casado con él, ¿Qué había sido eso que le gustó tanto como para casarse? Sea cual sea la respuesta, solo había una cosa segura, su matrimonio se estaba cayendo a pedazos, cuando su mamá la vio llegar la recibió inmediatamente con los brazos abiertos y mentándole la madre a Chema.
Había pasado mucho tiempo de su escapada, faltaban unos días para que fuera el mes completo, a este punto comenzaba a preguntarse si valía la pena tener tanto orgullo en lugar de intentar arreglar el asunto con silencio, se preguntaba que era eso que la hacía no regresar a su casa con su marido, claramente estaba molesta porque su marido se estaba besando en el trabajo con su compadre, pero no sabía en qué momento había surgido todo el odio que tenía hacia Chava, parecía que ese odio había salido de la absoluta nada, estaba completamente confundida y abatida, fue entonces cuando escuchó su celular, primero hizo una cara de desagrado pensando que era Chema el que llamaba, pero cuando volteó a ver vio que era Mariela, su mejor amiga.
-Holaaaa- contestó intentando sonar bastante animada.
-¡¿Qué tal Lele?! ¿Te ocupaste más tarde?-.
-No mana, aquí ando en la casa sin hacer gran cosa-.
-Pues vente con nosotras, en el tejeringo el chico abrieron un bar que se mira bien bonito, ¡vamos!-.
-Mmm... ¿Y quién y quién va?-.
-Va la Chiris, la Vanesa y la Briana-.
-Ay mana, es que no me traje ropa para salir a esos lados-.
-Vente a mi casa y te presto ropa, tengo un vestidito que te va a quedar de huevos-.
-A, pues va, ahí voy-.
-Acá te espero tú, pero nomás no me vayas a dejar plantada, que ya van varias estos días que te invitamos y nomás no te apareces-.
-Que si voy pues-.
-Órale, pues, te voy a creer, pero vente ya mismo-.
-Ahí voy, pues ya-.
-Sale mana, ¡bye!-.
Lencha miró la puerta pensando en si levantarse para ir a casa de Mariela, después de todo no había tenido ganas de salir de la casa, pero al mismo tiempo era cierto que ya las había plantado muchas veces <<tal vez me venga bien salir un rato>> pensó, eso le dio el valor para levantarse y salir de su habitación, en cuanto salió encontró a su madre en la cocina despedazando carne para los tacos que vendería en la noche.
-¡Ma!-.
-¡Qué!-.
-¡Voy a salir con las muchachas!-.
-¡Ta bien!-.
Con eso era suficiente para su madre, su padre no estaba cerca así que ya se encargaría ella de decirle que no iba a estar, a veces se le hacía raro que su madre ya no preguntara tanto a dónde iba y con quién, hacía como 10 años que cuando iba a salir le tenía que decir casi dos semanas antes y asegurarle que iba a hacer, con quién, dónde y cuando con horas específicas, y pobre de ella si algo no era tal cual ella lo dijo, después de pensar en eso por unos segundos se sacudió la idea de la cabeza y salió de la casa llevándose la camioneta a casa de su amiga.
Mariela vivía sola en su casa desde que sus padres fallecieron desde que ella tenía 22 años, pero algo que Lencha nunca entendió fue el porqué ella nunca se casó, ya a sus 32 era prácticamente una quedada y ya es poco probable que se case, pero aun en sus 20's ella nunca quiso con ninguno que se le acercara, Lencha nunca entendió eso, respiró hondo antes de tocar el timbre y esperó a que le abriera la puerta.
-¡Lencha! ¡Si apareciste! Pensé que nos abandonarías de nuevo-.
-Creí que ya era tiempo de salir un rato-.
-Ay, pero pásale amiga, estás en tu casa-.
-Gracias, gracias- atravesó la puerta mirando a los alrededores de la casa, había cambiado un poco comparado a la última vez que entró, había pintura nueva y muebles nuevos en la sala -¿Remodelaste tu casa?-.
-Solo un par de cosas, la pintura naranja se veía ya bien desgastada y no me gustaba tanto, así que la cambie por este rosa bebé y a los sillones ya se les salían los resortes, ¿A poco no se ve más iluminado?-.
-Sí, se ve más bonito la verdad- aunque Lencha nunca había sido de colores pálidos, le gustaban los colores fuertes y vivos, pero debía admitir que aquella habitación era pacífica y adorable.
-Ven, vamos a arreglarte, bombón- Mariela le dedicó una gran sonrisa mientras la tomaba de la mano y la conducía hacia su habitación.
La casa era bastante grande y a lo largo de los años había cambiado conforme al gusto de Mariela, paredes de colores rosas y azules bastante claros, muebles grises, habitaciones completas para sus actividades recreativas, todo a su gusto y para ella sola, Lencha siempre creyó que su amiga era algo rara, pero siempre admiró su valentía de afrontar el mundo ella sola, a veces quería ser más como ella y pasar por encima de las dificultades como hacia ella, de manera calmada y vistiendo de rosa.
-Espérame aquí sentada- Lencha se sentó en la cama de Mariela mientras admiraba la habitación, realmente esa habitación no había cambiado mucho en esos 10 años, era la misma habitación de siempre -Querida- Mariela llamó la atención de Lencha.
-¿Sí?-.
-Esto es para ti- dijo apoyada en la puerta del clóset mientras le mostraba un vestido cortito, sin mangas y de color rojo carmesí.
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por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)
FanficEsta es una historia con huevos, pero de los rancheros. Chema y Chava se ven revueltos, digo, envueltos en un montón de situaciones diferentes que tendrán que superar juntitos, así bonito, pero por qué son MUY MACHOS!! ---------------------------- E...