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Lencha estaba sentada enfrente de Chema con la cabeza baja, Chema nunca había visto que bajara así la cabeza, definitivamente se sentía avergonzada, cosa que le dio la esperanza de no tener un alboroto en casa.

-Entonces, ¿Qué fue lo que pasó anoche?-.

Lencha permaneció unos segundos callada pensando en como iba a responder para no quedar mal parada -Ayer... fui a un bar con las chicas...-.

-¿Con Mariela y ellas?- Lencha se estremeció un poco al escuchar el nombre de Mariela, pero solo asintió ante la afirmación de su marido -¿Y qué más?-.

-Bueno... se me perdí un poco el control con el alcohol y estaba muy ebria, así que mejor fuimos a casa de Mariela para descansar-.

-¿Y cómo fue que llegaste hasta acá?-.

Lencha estaba en un aprieto, necesitaba inventar algo rápido para encubrir lo que había pasado.

-T-te extrañaba...- esas palabras sorprendieron a Chema -Con toda la borrachera encima comencé a decir que te extrañaba y a llorar, y en cuanto me sentí menos mareada me escapé de casa de Mariela y vine hasta aquí...-.

-Bueno...- pensó un poco en la historia y encontró cierto sentido -¿Y el vestido de dónde salió?-.

-Me lo prestó Mariela- eso realmente no era mentira, pero a Chema le pareció bastante extraño, él conocía a Mariela, no había manera de siquiera imaginar a Mariela con un vestido de un color tan intenso como ese, a demás de ser más grande, aunque no había visto a Mariela en un buen tiempo, así que bien pudo haber subido de peso, pero aun así le parecía extraño.

Chema dio un suspiro -Sí, me extrañaste tanto, ¿Por qué no volviste a casa antes?-.

-No lo sé... solo no lo hice-.

-Tal vez deberías dejar de ser tan orgullosa, ni siquiera sé por qué te fuiste en primer lugar-.

-¿Es en serio que no lo sabes?- Lencha empezó a sonar algo molesta, cosa que alertó un poco a Chema.

-Bueno, sé por qué fue todo eso, pero debes entender que es mi trabajo, es hacer mi trabajo o me despiden, así de sencillo-.

Lencha no supo qué decir, realmente tenía razón, no había nada que pudiera hacer en ese caso -Entonces... ¿No querías besarlo?-.

Esa pregunta hizo que algo dentro de Chema se retorciera, es verdad que en ese momento fue algo extraño, pero ahora realmente no le resultaba desagradable la idea -No...- dijo intentando no titubear.

-... Siento mucho haberme ido así...- Chema no podía creer lo que estaba sucediendo, Lencha estaba disculpándose, o al menos algo parecido, lo cual era un avance.

-Está bien... solo no vuelvas a irte así sin primero intentar arreglar las cosas-.

-Está bien, voy a intentarlo-.

Era increíble, en 8 años de matrimonio nunca habían resuelto un conflicto de esta manera, todo estaba siendo demasiado sencillo y sobre todo, Lencha le había dado la razón a Chema, sin embargo, ante esta resolución tan satisfactoria, Chema solo pudo sentirse culpable de todo lo que había sucedido con su compadre, mientras que Lencha celebraba haberse salido con la suya, es verdad que tuvo que agachar la cabeza y tragarse su orgullo, pero era consciente de que de no haberlo hecho todo hubiera acabado muy mal.

Sin embargo, Chema tenía sus dudas acerca de la veracidad de la historia de Lencha, algo parecía no cuadrar y lo mejor que se le ocurría era preguntar a una persona que sabía la verdad, Mariela, buscó entre sus contactos el número de Mariela para mandarle un mensaje.

"Buenos días, Mariela, espero te encuentres bien de salud, quería preguntarte acerca de Lencha por qué llegó ayer en la noche bastante alterada"

Mariela leyó el mensaje casi al instante, había estado muy pendiente de su celular, ya que Lencha no contestaba ni sus mensajes ni llamadas, estaba realmente preocupada por el paradero de su amiga y leer el mensaje de Chema la tranquilizó.

"Buenos días, Chema, que bueno que me contactas, ayer me asusté bastante cuando salió corriendo a arrancar la camioneta"

Al menos Chema podía comprobar que Lencha sí estaba con Mariela.

"Ayer llegó bastante ebria, me dijo que habían ido al bar y que tomó mucho"

Mariela no sabía muy bien como contestarle, no quería meterla en un problema diciendo algo que no concordara con lo que sea que Lencha hubiera dicho, <<Armarle una mentira sería más fácil si Lencha contestará el maldito teléfono>> pensó.

"Sí, estaba muy borracha y empezó a decir cosas que realmente no entendimos, pero estaba llorando mucho y mejor la trajimos a mi casa"

<<Entonces Lencha sí dice la verdad...>> Chema comenzaba a sentirse aún más culpable por haber dudado de la veracidad de su mujer.

"A, pues, que bueno que la cuidaron, nada más una última cosa, ¿El vestido con el que llegó es tuyo? Para mandarlo a la tintorería y devolvértelo''

Mariela respiraba un poco más calmada una vez vio que se lo había creído.

"Ah, sí, aunque no se preocupen mucho, es un vestido que me regalaron hace bastante y casi no utilizo"

''A bueno, pero igual nos daría pena no devolverlo, cuando podamos iremos a regresarlo, y muchas gracias por cuidar a Lencha lo más que pidieron"

"No es nada, para eso estamos"

Y con eso ambos dejaron la conversación, pero ninguno de los dos se sentía conforme.

Mientras tanto, Chava se encontraba feliz mientras arreglaba el jardín, se sentía en las nubes, la persona por la cual había estado llorando la noche anterior había ido a verle y le había dado un beso, eso le abría una pequeña esperanza de que tal vez tenía una oportunidad, pero ¿Cómo podría conquistar el corazón de su compadre? No podía estar tan cerca de él.

Terminó de arreglar las flores de lavanda y se levantó a estirarse un poco, miró su celular para ver la hora y se percató de una notificación un tanto curiosa, desbloqueó el celular para ver de qué se trataba, era un mensaje por Instagram de una cuenta completamente vacía en el cual se veía una foto donde se podía haber a Lencha besando a otra persona en lo que parecía ser un bar y un mensaje que decía:

"Tal vez Chema quiera ver esto"

por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora